La Ivermectina es un medicamento que generalmente se utiliza por los veterinarios para tratar infecciones causadas por parásitos. Recientemente muchas personas han estado tomando este compuesto que compran sin receta médica. Esto ha causado un aumento en las llamadas a los centros de envenenamiento, en las visitas a los departamentos de emergencia y hasta ha llegado a causar muertes.
El uso de la Ivermectina ha aumentado durante la pandemia del COVID-19 a pesar de que no hay evidencia en este momento de ensayos clínicos — de tamaño adecuado, bien diseñados y bien conducidos – de que funcione ni para la prevención ni para el tratamiento de esta enfermedad.
Lo que sucede es que un estudio publicado en marzo del 2020 encontró que la Ivermectina mataba a las células SARS-Co-V2 en el laboratorio en el transcurso de 48 horas. Pero las células no son personas y, hasta la fecha, ningún estudio posterior ha encontrado beneficios en su uso clínico (para el tratamiento de la infección). Incluso, la compañía Merck, que fabrica la Ivermectina, ha emitido un comunicado diciendo que no hay una base científica para un posible efecto terapéutico contra el Covid.
La Administración de Alimentos y medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) ha aprobado su uso oral para el tratamiento de la oncocercosis (la ceguera de los ríos) y estrongiloidiasis intestinal. Las formulaciones tópicas (locales) se utilizan para tratar los piojos y la rosácea. Fuera de eso, su uso es para los animales. Cuando se utiliza en las dosis correctas en los humanos para las indicaciones mencionadas, generalmente se tolera bien. El problema es que las personas han estado utilizándolo mal (para una indicación incorrecta) y en sobredosis.
Un estudio reciente mostró un aumento de un promedio de 3.600 recetas por semana antes de la pandemia (marzo 16,19 a marzo 13, 20) a un pico de 39.0000 recetas en la semana finalizando el 8 de enero del 2021. Desde principios de julio del 2021, empezó a aumentar, alcanzando más de 88.0000 recetas en la semana terminando el 13 de agosto del 2021. Esto representa un aumento de 24 veces desde la línea de base pre-pandémica.
¿Qué debes saber acerca de la Ivermectina?
- No es una cura milagrosa para el Covid-19. No funciona ni para prevenirlo ni para curarlo. El interés en este medicamento se debe a desinformación en los medios de comunicación, incluyendo en línea.
- Está aprobada por la FDA para la oncocercosis, la estrongiloidiasis (por vía oral), y para los piojos y la rosácea (localmente). Pero no es un antiviral. Por eso no funciona contra el Covid-19.
- La FDA no recomienda su uso para la prevención y/o el tratamiento del Covid-19. Puede tener efectos secundarios, puede interactuar con otras medicinas y puede ser mortal en dosis elevadas. Las preparaciones para los animales no son iguales a las preparaciones para los humanos.
- El fabricante de la Ivermectina, la Organización Mundial de la Salud, la Asociación Médica Americana y la Sociedad Americana de Enfermedades Infecciosas también han advertido que este medicamento sólo se debe de utilizar en ensayos clínicos de Covid y no como tratamiento fuera de estudios controlados.
- La investigación publicada en ScienceDirect en junio del 2020, acerca del efecto de la Ivermectina en las células en el laboratorio, es insuficiente para determinar que es efectiva como tratamiento en las personas.
- Recientemente, el 70% de las llamadas al centro para el control de envenenamientos en el estado de Mississippi han sido relacionadas a personas que han tomado Ivermectina para el tratamiento del Covid-19. Mínimo una de ellas requirió hospitalización por toxicidad. El Departamento de Salud de Mississippi les suplicó a sus residentes el 20 de agosto que dejaran de usar este medicamento para el tratamiento del Covid-19.
- De acuerdo con la FDA, la Ivermectina puede causar efectos secundarios como náusea, vómito, diarrea, dolor de estómago, erupción en la piel (lo suficientemente severa que requiera hospitalización), hinchazón de la piel o de las extremidades (brazos o piernas), reducción de la presión arterial, daño hepático (del hígado) y/o efectos neurológicos como mareos, confusión o convulsiones.
- Hubo un caso de un hospital en Elmhurst, Illinois, en donde un juez ordenó que le administraran Ivermectina a un paciente que estaba en coma que tenía Covid-19. Ninguno de los médicos del hospital aceptó administrárselo, así que se lo dio un médico de fuera. Posteriormente, varios jueces han anulado la orden del primero, especificando que “no cabe duda de que la comunidad médica y científica no apoya el uso de la ivermectina como tratamiento para el COVID-19”.
- Existe un estudio financiado por la Fundación de Bill y Melinda Gates para evaluar una gran variedad de medicamentos en países de bajos y medianos recursos. El fin es el determinar si algunos de los medicamentos baratos que se utilizan con otros propósitos, como la Ivermectina, podrían servir en el tratamiento del Covid-19. La efectividad se determina dentro de ensayos clínicos por investigadores, como debe de ser.
- La FDA, la Asociación de Médicos Americanos (AMA), la Asociación Americana de Farmacéuticas (APhA) y la Sociedad Americana de Sistemas de Salud (ASHP) instan a los médicos, farmacéuticos y otros profesionales de la salud de confianza en sus comunidades a que adviertan a los pacientes contra el uso de la Ivermectina fuera de las indicaciones y guías aprobadas por la FDA, ya sea para uso en humanos o animales, y contra comprar la Ivermectina en las tiendas en línea.
Las formas más efectivas de limitar la propagación del COVID-19 son vacunarse, usar una mascarilla, el distanciamiento social (mantener 6 pies o 2 metros de distancia entre las personas en lugares públicos), lavarse las manos con frecuencia y evitar grandes multitudes. Y, desde luego, que las personas elegibles no vacunadas se vacunen.
Copyright © 2021 Vida y Salud Media Group. Todos los Derechos Reservados.
Imagen: ©Shutterstock / juliano703