Los alimentos no siempre se contaminan en el lugar donde los producen o donde los venden. Las intoxicaciones alimenticias también se pueden producir en nuestras propias casas, por la forma en que cocinamos o como almacenamos la comida. Pon en práctica las 4 claves para una alimentación segura y evítale un mal momento a tu familia.
Si eres de los que cree que la intoxicación alimenticia sólo les sucede a las personas enfermizas o “flojas”, te sorprenderá saber que cada año 76 millones de personas se intoxican al consumir alimentos contaminados por virus, bacterias o parásitos.
Por esa razón, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos ha realizado la campaña “Be food safe” (Alimentación segura), que incluye estas 4 claves para mantener a tu familia protegida contra la intoxicación alimenticia… limpiar, separar, cocinar y enfriar.
Limpiar
La limpieza es la mejor estrategia para evitar que las bacterias se diseminen por tu cocina y tus manos, y contaminen los alimentos.
- Lávate las manos con agua tibia y jabón, antes y después de tocar los alimentos, ya sea cuando vas a cocinar o a guardarlos después de hacer las compras.
- Lava todos los utensilios de cocina que uses para manipular alimentos crudos, como los cuchillos, el colador y las tablas de cortar con agua caliente y jabón.
- Limpia todas las superficies de tu cocina (mostradores o mesones, etc.) con agua caliente y jabón después de cocinar.
Separar
Las bacterias se diseminan más fácilmente cuando mezclas alimentos crudos con otros.
- Evita que los jugos de las carnes, pollos y pescados goteen en los demás alimentos cuando haces compras o cuando los guardas en el refrigerador de tu casa.
- Ten 2 tablas de cortar diferentes: una para carne, pollo y pescado crudo; otra para verduras, frutas y alimentos que están listos.
Cocinar
Asegúrate que los alimentos queden bien cocinados para que todas las bacterias mueran, y evita usar alimentos cuyas fechas se hayan vencido o sus envases estén en malas condiciones.
- No siempre puedes saber si un alimento está bien cocinado sólo con verlo. Un termómetro para alimentos te ayudará a saberlo. Cocina la carne de res en chuletas a 145 ºF (62.77 ºC), la carne de cerdo o la molida de res a 160°F (71ºC), el pollo a 180°F (82ºC) y el pescado a 140°F (60ºC).
- Haz hervir todas las salsas calientes y sopas, incluso cuando las vas a recalentar
- Cuando cocinas en el horno microondas, rota la comida y cúbrela bien para evitar que queden partes frías donde pueden sobrevivir las bacterias.
Enfriar
Las bacterias se propagan más rápido en la temperatura ambiente, aproximadamente entre 40ºF y 140ºF (4.4ºC y 60ºC)…
- Refrigera los alimentos que no te vas a comer inmediatamente (en menos de 2 horas), y más si es el verano o vives en un clima cálido. Y si no te los vas a comer en menos de dos días, mejor congélalos.
- La temperatura de tu refrigerador no debe ser mayor a 40ºF (4.4ºC). Y tu congelador debes estar en 0ºF (-17.8ºC) o menos.
- Evita que tu refrigerador esté demasiado lleno pues no alcanzará a enfriar todos los alimentos adecuadamente.
- Mantén tu refrigerador y congelador limpios.
- No descongeles las carnes o cualquier otro alimento sobre el mostrador. Es mejor descongelar en el refrigerador, en el microondas o bajo el chorro de agua corriente.
Son claves sencillas que no te quitan mucho tiempo y sí te ayudan a evitar una intoxicación alimentaria. Si quieres obtener más información, visita la página web FoofSafty.gov. Y ¡aliméntate seguro!
Fuentes:
Medlines Plus- http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/foodcontaminationandpoisoning.html
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/001652.htm
Mayo Clinic – http://www.mayoclinic.com/health/food-poisoning/DS00981
Food Safety and Inspection Service: http://www.fsis.usda.gov/