Como mujer, tienes mayores probabilidades de padecer la osteoporosis, sobre todo si ya has pasado la menopausia. Aprovecha esta oportunidad de aprender a prevenirla o de mantenerla bajo control si ya la padeces.
La salud de los huesos es fundamental para el bienestar general de nuestro cuerpo. Mantenerlos sanos y fuertes debe ser una prioridad porque con el paso del tiempo y el efecto de otros factores, como los cambios hormonales, van perdiendo su fuerza y densidad. Este deterioro gradual tiene nombre: osteoporosis, una condición que consiste en la pérdida de la masa ósea y el deterioro de los tejidos de los huesos que se traducen en la fragilidad de los mismos y una mayor probabilidad de fracturas (o roturas), especialmente de la cadera, la columna vertebral y las muñecas. Según la Organización Mundial de la Salud, la osteoporosis es el quinto problema de salud a nivel global.
Para que puedas darte una idea de la magnitud de las consecuencias de la osteoporosis, la más grave de ellas, la fractura de cadera, tiene un nivel elevado de mortalidad durante el primer año en que ocurre (de un 12 a un 20%). Y los que la sobreviven, a menudo sufren un deterioro considerable en su calidad de vida. La OMS calcula que para el año 2050 unos 6 millones de personas sufrirán una fractura de cadera a consecuencia de la osteoporosis. Razón de más para combatirla y prevenirla.
¿Cómo ocurre ese desgaste óseo? En general, los huesos están continuamente en un proceso de formarse y desintegrarse. Cuando la desintegración del hueso es mayor que su formación, se presenta la osteoporosis. Esta puede afectar a ambos sexos, pero es más frecuente en las mujeres, sobre todo después de la menopausia, debido a los grandes cambios hormonales que ocurren en esa etapa. De acuerdo a las pruebas de la densidad ósea, la osteoporosis se presenta en un 15% de las mujeres que tienen entre los 50 y los 59 años, proporción que aumenta con rapidez a un 70% al llegar a los 80 años.
Además de la edad (la mayor densidad de la masa ósea ocurre alrededor de los 30 años, y a partir de entonces empieza a declinar), y el sexo (las mujeres tiene cuatro veces más probabilidades que los hombres de padecerla después de los 50 años), hay otros factores de riesgo que debes observar. La estructura ósea y el peso, por ejemplo, ya que las personas menudas y delgadas tienen más riesgo. También la genética, así como antecedentes de fracturas, y algunas enfermedades, como artritis reumatoide.
¿Estás en riesgo de padecer de osteoporosis? Si es así, consulta con tu médico sin demora. Es posible que te recete algún medicamento del tipo de los bifosfonatos. Estos medicamentos, como Risendronato (Actonel o Atelvia), Ibandronato (Boniva) o Alendronato (Fosamax) que son por vía oral (tomados) o Ácido Zoledrónico (Reclast o Zometa), que se da en la vena, se han usado con éxito desde 1995 para evitar o retrasar la pérdida de la masa ósea. Durante el tratamiento, los bifosfonatos llegan a ser parte del hueso nuevamente formado y se mantienen allí por varios años. Los pacientes continúan recibiendo sus efectos por mucho tiempo después de dejar de usarlos. Hay, sin embargo, algunas limitaciones.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) informa que estos medicamentos pueden dar lugar al deterioro de los huesos de la mandíbula, aunque es un problema poco común (se conoce como osteonecrosis de la mandíbula). Esto se ha visto más comúnmente asociado a extracciones o tratamientos dentales, pero puede suceder. También en raras ocasiones pueden ocurrir otros efectos secundarios, como una fractura atípica del hueso del fémur, y se debe evaluar la relación de los bifosfonatos con el cáncer de esófago que hasta ahora no se ha correlacionado en un 100% y se continúan haciendo estudios . Lo que si se presenta en algunos pacientes como efecto secundario, es reflujo gastroesofágico y acidez.
En las personas que no toleren los bifosfonatos o para quienes no estén indicadas, o que ya los hayan tomado, existen otras alternativas como: Denosumab- Prolia, Teriparatide (Forteo), hormonas (estrógenos) o Raloxifeno- Evista. Todos con sus beneficios y sus riesgos.
Según una revisión de la FDA publicada en The New England of Medicine, los pacientes jóvenes sin antecedentes de fracturas y con una densidad ósea casi normal, pueden suspender estos medicamentos en tres o cinco años sin perder sus beneficios. Los pacientes mayores, con antecedentes de fractura y una densidad ósea a nivel de osteoporosis, suelen beneficiarse si continúan el tratamiento. En cualquier caso, tu médico debe decidir si puedes seguir tomando el medicamento o no.
7 consejos para prevenir y controlar la osteoporosis
Hay tres factores esenciales para mantener tus huesos saludables durante toda tu vida: recibir una cantidad adecuada de calcio (a través de la dieta o de suplementos), recibir una cantidad adecuada de vitamina D para que tu organismo absorba el calcio (a través de la luz solar o de suplementos) y hacer ejercicios regularmente (para que tu organismo fabrique hueso y se haga más lenta la pérdida de la masa ósea).
En base a lo anterior, hay varias cosas que puedes hacer en tu vida diaria para prevenir la osteoporosis y combatirla.
1. Consume leche descremada, excelente fuente de calcio, y procura que esté enriquecida con vitamina D para que lo absorbas adecuadamente. También son ricos en calcio otros productos lácteos, como el yogur y los quesos bajos en grasa.
2. Come pescado. El salmón y las sardinas en conserva son muy ricos en calcio, La macarela y otros pescados grasosos (o azules) contienen vitamina D.
3. Incluye en tu dieta vegetales de hojas verdes, como el brócoli o la espinaca, que contienen gran cantidad de calcio.
4. Consume productos a base de soya. También contienen calcio.
5. Si tu dieta no incluye suficiente calcio, compleméntala con suplementos y acompáñalos con vitamina D. Pero no te auto recetes. Pregúntale a tu médico, ya que el exceso de calcio puede tener complicaciones, se puede depositar en las arterias y puede causar cálculos renales (piedras en los riñones).
6. Limita la cafeína al equivalente de tres tazas de café al día. La cafeína hace que el cuerpo elimine el calcio con más facilidad.
7. Realiza ejercicio regularmente. Camina, corre, sube escaleras o juega al tenis por 30 minutos al menos tres veces a la semana. El levantamiento de pesas, en particular, ayuda a que tu organismo forme hueso y a que no avance la pérdida de la masa ósea. La natación y el ciclismo, en cambio, excelentes en otros aspectos, no te sirven aquí de nada. Los huesos y los músculos deben trabajar contra la ley de gravedad para que el ejercicio tenga efecto en la osteoporosis.
Hay otras dos medidas importantes que te ayudan a prevenir o retrasar la osteoporosis. Una de ellas es no fumar o dejar de hacerlo. El cigarrillo aumenta el riesgo de desarrollar osteoporosis y de fracturas óseas (de los huesos). La otra es beber alcohol con moderación (si consumes bebidas alcohólicas). El exceso de alcohol impide que tu cuerpo absorba el calcio adecuadamente, lo que puede adelgazar los huesos y aumentar el peligro de fracturas.
Si tienes algunos de los factores de riesgo y ya pasaste la menopausia, comienza a poner en práctica algunos de los consejos anteriores hoy mismo. Mejorarán tu salud general y, específicamente, la de tus huesos.
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