Estar embarazada es sinónimo de querer descansar y dormir mucho. Es natural, pues el cuerpo está creando una vida nueva y sosteniéndola. Por eso, si tienes que trabajar durante tu embarazo, toma nota de estos consejos para que las horas laborales no le pesen a tu salud y a la de tu bebé.
Amelia recuerda que cuando estaba embarazada, lo único que quería era dormir. Sin embargo, estaba trabajando tiempo completo y era una tortura estar en medio de reuniones y llamadas de trabajo y sentir que se le cerraban los ojos. Amelia, como todas las mujeres embarazadas, necesitaba descanso en ese momento, pero sus jefes no eran muy amigables. A pesar de necesitar el trabajo, ella terminó pidiendo un tiempo de retiro del trabajo sin pago para poder dedicarse a su embarazo y darle la atención necesaria a su cuerpo en esta etapa de la vida.
Si es tu caso y no puedes darte el lujo de tomarte una licencia antes de que nazca tu bebé, igual debes tomar ciertas medidas para que tu embarazo y la oficina, no sean incompatibles del todo.
1. Si te dan náuseas durante horas laborales:
- Evita comer lo que te provoque náuseas. Identifica qué alimentos o que situaciones te la desencadenan y evítalos. Si por ejemplo, el perfume de tu vecina de cubículo te produce ganas de vomitar, pide que te cambien de lugar o habla con esa persona para encontrarle solución.
- Come bocadillos frecuentemente, en especial comidas que no sean grasosas o condimentadas como galletas de soda. El té de jengibre también es ideal para calmar las náuseas (pero antes de beberlo es importante que le preguntes a tu obstetra si puedes beberlo y la cantidad).
- Toma mucha agua, eso definitivamente te va a ayudar.
2. Si te cansas mucho:
- La fatiga durante el embarazo puede deberse, en parte, a que le falte hierro a tu comida. Asegúrate de incluir en tu dieta alimentos ricos en hierro como los vegetales de hoja verde y los fríjoles (habichuelas, porotos), los cereales fortificados con hierro, la carne roja, el pollo y los mariscos
- Toma descansos cortos y frecuentes. Levántate de tu escritorio con frecuencia, pues esas pausas te darán una inyección de energía y no es conveniente que te pases sentada mucho tiempo seguido.
- Reduce tus actividades. Habla con tu jefe y tu equipo para tener apoyo en ese sentido. También busca ayuda en casa, para hacer las compras en el mercado y la limpieza, por ejemplo. Así llegas a tu casa directamente a descansar.
- Acuéstate temprano para dormir entre 8 y 9 horas diarias. Esto es necesario para que tu cuerpo se reponga y tu bebé lo necesita. Además, dormir lo necesario durante esta etapa es importante para evitar un parto prematuro.
- Haz ejercicio. Aunque sea lo último que quieras hacer, verás que te recargará de energía y además, es excelente para la circulación, tonificar los músculos y prepararte para el parto. Eso sin contar que te ayudará a mantener un peso saludable. Consulta con tu médico para saber qué actividades puedes realizar.
3. Además de estas recomendaciones, pon atención a tu postura durante las horas laborales. Si es necesario, pide una silla más cómoda, un apoyapiés, y lleva almohadones para tu espalda.
4. No levantes objetos pesados ni permanezcas de pie por mucho tiempo. La clave es ir cambiando de posición para no poner demasiada carga en tus piernas o tu espalda. Ya verás que a medida que avanza el embarazo te costará más trabajo estar sentada o de pie por mucho tiempo, así que debes alternar.
5. Evita demasiado estrés y usa tu sentido común para saber qué le viene bien a tu embarazo. No querrás estar en un ambiente con mucho ruido, muy frío, muy caliente o exponerte a químicos perjudiciales, pues pueden poner en riesgo tu salud y la de tu bebé y causar partos prematuros.
Por último, relájate… a pesar de que el trabajo no pare, respira. Tu vida está cambiando para siempre y tienes derecho a disfrutar de esta etapa, descansando y escuchando con atención a las necesidades de tu cuerpo en esta etapa tan linda.
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