Un experto de la Mayo Clinic disipa cinco malentendidos comunes sobre la gripe fuerte
Al parecer no se puede ir a ningún lado en estos días sin escuchar “que la gripe esto y que la gripe aquello”. Desgraciadamente, el brote de influenza de esta temporada es uno de los peores en años; y no es solamente el virus de la gripe que ocasiona los problemas, sino que también muchos mitos sobre la afección impiden que las personas hagan más para prevenirla. En este artículo, la sección de Enfermedades Infecciosas de la Mayo Clinic y el Dr. Gregory Poland, experto en vacunas, disipan algunos de los mitos más comunes.
Mito No. 1: La vacuna antigripal puede enfermarme.
Es falso. Las vacunas antigripales inyectables están compuestas por trozos de proteínas inactivadas de la influenza y es imposible que “causen” la enfermedad. La vacuna en rociador nasal contiene organismos vivos de la gripe que están debilitados y no pueden multiplicarse para provocar la enfermedad.
Mito No. 2: Las inyecciones antigripales nunca funcionan, por lo tanto, ¿por qué molestarse?
Es también falso. Cuando hay buena correspondencia entre los virus causantes de la enfermedad y los contenidos en la vacuna, la protección es excelente para quienes, por lo demás, gozan de buena salud. Sin embargo, la protección es menor cuando la persona no es sana o pertenece al grupo de ancianos delicados. Las vacunas son similares a los cinturones de seguridad: no son perfectas, pero ofrecen la mejor protección contra una lesión grave o la muerte.
Mito No. 3: Las vacunas antigripales son peligrosas, sobre todo en las embarazadas.
Es igualmente falso. La inquietud respecto a la vacuna en las embarazadas surgió con la recomendación de no administrar ninguna vacuna a las mujeres durante el embarazo, explica el Dr. Poland. Las vacunas antigripales actuales no son peligrosas para las mujeres encinta y son muy recomendables. Un estudio grande y reciente demostró un aumento importante en la mortalidad materna entre las mujeres infectadas con la influenza que no se habían vacunado. No obstante, el Dr. Poland anota que dada la falta de estudios científicos, las mujeres embarazadas no deben recibir la vacuna antigripal nasal porque contiene virus vivos, aunque sean debilitados.
Mito No. 4: Es demasiado tarde para recibir la vacuna.
Es tan falso como los demás mitos. El Dr. Poland indica que pese a que lo mejor sea vacunarse antes del inicio de la temporada de la influenza porque la vacuna puede demorar alrededor de dos semanas hasta alcanzar su efecto completo, nunca es demasiado tarde para vacunarse contra la influenza. Hasta en el caso de una persona no vacunada que tuvo la gripe fuerte, la vacuna todavía le ofrece protección contra otras cepas circulantes, añade el Dr. Poland.
Mito No. 5: Es solamente la gripe fuerte, ¿por qué tanto problema?
Es falso, igual que todos los anteriores. Aunque sea “sólo” la gripe fuerte, el Dr. Poland dice que debemos preocuparnos igualmente, sin importar la edad ni estado físico de la persona. En un año promedio, fallecen hasta cuarenta mil personas tan solo en Estados Unidos debido a la influenza y sus complicaciones, y son más de doscientas cincuenta mil las que ingresan al hospital. Millones de personas enferman, faltan a la escuela, al trabajo o a eventos importantes, y gastan dinero en “remedios para la gripe” de venta libre. Las complicaciones y muertes son frecuentes especialmente entre los lactantes, los niños pequeños, los que padecen enfermedades crónicas, los ancianos, las mujeres embarazadas y las personas obesas. Los proveedores de atención médica también deben vacunarse para prevenir el contagio de la influenza a los pacientes vulnerables, señala el Dr. Poland.
“Nadie debe confundir a la gripe fuerte con una “enfermedad cualquiera”. Todos los años se presentan complicaciones graves y muertes por la influenza. Las vacunas, aunque imperfectas, ofrecen la mejor protección existente, tanto para usted como para su familia y el resto de personas con quienes está en contacto”, dice el Dr. Poland, Catedrático Mary Lowell Leary de Medicina y Director del Grupo para Investigación sobre las Vacunas en Mayo Clinic.
El Dr. Poland ofrece estas sugerencias para esquivar la enfermedad:
- Lavarse muy bien las manos y frecuentemente con agua tibia y jabón, o utilizar un desinfectante de manos a base de alcohol, sobre todo después de usar el baño y antes de comer o tocarse la cara. Lávese las manos durante 20 segundos, tiempo que tarda la canción de “feliz cumpleaños”. Si usa un baño público, cierre las llaves del agua y abra la puerta para salir con una toalla de papel.
- Mantenerse al día con las vacunas. Aparte de la inyección antigripal de cada temporada, las más importantes son la vacuna triple vírica contra el sarampión las paperas y la rubéola, y otra vacuna relativamente nueva que se conoce como Tdpa, contra el tétanos, la difteria y la pertussis acelular o tosferina.
- No fumar. El tabaquismo puede hacerle más susceptible a las enfermedades en general.
- Convertirse en defensor de la propia salud. Cuando esté cerca de alguna persona enferma, dentro de lo posible, apártese o pida cambio de puesto. Si algún camarero o mesero toca su comida o el borde de su plato o vaso, no se avergüence ni dude en pedir cambio, o vaya a comer en otro lugar.
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