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Si crees que necesitas un lubricante vaginal para mejorar tu relación sexual, hay ciertas cosas que debes tomar en cuenta. La apariencia, el color, el olor, y el sabor puede confundirte y hasta causarte algunos problemas de salud. Las decisiones en cuestiones de sexualidad también requieren de ayuda profesional. Habla del sexo con tu doctor, no te avergüences.

Hace pocos días María vino a mi consultorio muy preocupada. Me comentó que, de un tiempo para acá, las relaciones sexuales con su esposo se habían tornado bastante dolorosas. En pocas palabras, ella no estaba disfrutando del sexo con su pareja debido al dolor al momento de la penetración. Esto la preocupaba bastante debido a que, en sus veinte años de matrimonio, sólo había tenido dolor al momento de iniciar su vida sexual, y al reiniciar las relaciones luego de los partos de sus tres hijos. El resto del tiempo las relaciones habían sido bastante placenteras.

María decidió buscar ayuda. Como sentía un poco de vergüenza al hablar sobre estos temas con su médico, ella decidió consultar a su mejor amiga. De inmediato, ella le dio la solución. Lo que la relación necesitaba era un poco de “picante”. La llevó de compras a una tienda de artículos sexuales y le sugirió un lubricante vaginal. María escogió un con un nombre llamativo, con olor y con un color estimulante. A la hora de utilizar el lubricante vaginal, el resultado fue peor. Efectivamente, María le añadió el “picante” a su relación, pero los resultados no fueron nada agradables. Al realizar los exámenes de rigor encontramos que el lubricante utilizado a base de petróleo le había causado irritación en la vulva y una infección vaginal.

A la hora de escoger un lubricante vaginal ten en cuenta que existen varios tipos de lubricantes en el mercado. Los encontrarás a base de agua, aceite, petróleo o silicona. Aquellos que no son a base de agua pueden contribuir a albergar bacterias y producir infecciones e irritación posteriores. No te dejes guiar solamente por la apariencia de los productos. Lee las instrucciones y los ingredientes para saber qué le favorece a tu cuerpo.

Ten en cuenta estos 6 consejos a la hora de elegir un lubricante vaginal:

  1. Recuerda que tus órganos genitales requieren un cuidado especial. No uses todos los productos disponibles en el mercado. Consulta con tu médico antes.
  2. Usa sólo un lubricante vaginal hecho a base de agua.
  3. Elige una farmacia en vez de un “sex shop” a la hora de comprar productos que tengan contacto directo con tu vulva.
  4. Recuerda que los lubricantes a base de petróleo o aceite no son compatibles con los condones. En la mayoría de los casos puede debilitarlos al grado de que se rompan.
  5. Algunos lubricantes vaginales pueden reducir la posibilidad de embarazo. Varios estudios científicos han comprobado que algunos lubricantes vaginales producen un daños severos al esperma.
  6. Recuerda que los lubricantes vaginales que no son en base de agua pueden causar irritación e infecciones vaginales.

Si piensas que necesitas ayuda para facilitar la penetración durante las relaciones sexuales, explora el tema de los lubricantes con tu médico, que no te de vergüenza, existen varios en el mercado que te pueden ayudar.  Eso sí, te recomiendo que no te dejes llevar por la sabiduría popular a la hora de tomar decisiones. Tú y tu pareja pueden consultar a un profesional y así obtener los consejos adecuados para mejorar su vida sexual.

 

Imagen © iStock / danielle71

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