Bajo el lema “No más ceguera evitable”, se celebra este jueves el Día Mundial de la Visión, una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud y de la Agencia Internacional para la Prevención de la Ceguera (IAPB), que tiene como objetivo aumentar la concientización sobre la pérdida de la visión y la ceguera y los pasos a seguir para prevenirla. La Ciudad de México será la anfitriona de este evento en el que colaborarán líderes del cuidado de la visión en una serie de conferencias y sesiones académicas ofrecidas en el Palacio de Medicina de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México). Únete a este esfuerzo comprometiéndote a visitar a tu oftalmólogo una vez al año.
A pesar de que en Vida y Salud te habíamos comentado acerca de la reducción de las tasas de ceguera y la pérdida de la visión en todo el mundo en un 37 y 27 por ciento respectivamente en los últimos 20 años, estas condiciones continúan siendo un tema de salud pública importante a nivel internacional.
Según datos aportados por la OMS, 285 millones de personas sufren de un impedimento visual: entre ellas 39 millones son ciegas y 246 millones tienen visión baja (o deficiencia visual severa o moderada). El 90 por ciento de estas personas viven en países en vías de desarrollo.
La organización Hellen Keller International, pone estas cifras de una forma más impactante: cada minuto, un niño pierde la vista; un adulto la pierde cada cinco segundos. La buena noticia es que el 80 por ciento de estos casos se pueden prevenir mediante la información y al acceso al cuidado médico.
El control y la supervisión de ciertas condiciones de salud, como la degeneración macular, el glaucoma o la diabetes, pueden evitar la ceguera o retrasar su avance. Una cirugía de cataratas puede devolver la claridad de la visión a millones de personas y otros tantos podrían ver mucho mejor si pudieran usar los anteojos (las gafas o lentes) adecuados para corregir su defecto de la visión.
El primer paso y el más importante, es la visita anual a un oftalmólogo para detectar y corregir cualquier problema de la visión y así protegerla. Eso es algo que tú puedes hacer para cuidar la salud de tu vista y la de tu familia.
Aunque no tengas ningún síntoma, hay cambios y señales que solamente un profesional puede detectar, por lo que conviene que no retrases ni te saltes esa revisión anual, especialmente si padeces de condiciones crónicas como diabetes o hipertensión que influyen en el desarrollo de la retinopatía diabética y/o el glaucoma.
La organización Preventing Blindness (Previniendo la Ceguera) enumera ciertos cambios en la visión que pueden presentarse y que un oftalmólogo debe evaluar para determinar si es algo serio o no. Entre estos cambios se encuentran los siguientes:
- Dificultad para enfocar objetos cercanos o distantes
- Dificultad para ajustar la visión al entrar en una habitación oscura
- Aumento de la sensibilidad a la luz o al resplandor
- Párpados inflamados o enrojecidos
- Cambio en el color del iris
- Dolor dentro de los ojos o a su alrededor
- Visión doble
- Un punto negro en el centro de la visión
- Líneas y bordes que parecen distorsionados
- Exceso de lagrimeo
- Ojos resecos con picazón o sensación de ardor
Además, Prevent Blindness cita las señales que pueden indicar un problema más serio y que requieren que se busque ayuda médica de inmediato. Estas son:
- Pérdida repentina de la visión en un ojo
- Se te nubla la visión o ves nublado de repente
- Ves destellos de luz o puntos negros
- Notas halos o arcoíris alrededor de la luz
- Pérdida de la visión periférica (hacia los lados)
Recuerda que la pérdida súbita de la visión siempre es una emergencia, incluso si no la pierdes totalmente. No des por hecho de que se va a mejorar por sí sola sin tratamiento. Consulta con un oftalmólogo (un médico especializado en los ojos) o visita la sala de urgencias inmediatamente. La mayoría de las formas graves de pérdida de la visión no causan dolor y la ausencia de dolor no disminuye la necesidad de recibir atención médica de emergencia. Muchas formas de pérdida de la visión sólo dan un margen de tiempo breve en el cual se pueden tratar en forma exitosa.
Muchas veces nos preguntamos qué podemos hacer para solucionar los numerosos y apremiantes problemas del mundo. Nos sentimos impotentes y pensamos que cualquier esfuerzo nuestro resultará insignificante. ¡Y no es así! Como parte de la campaña “No más ceguera evitable” puedes comenzar por informar a los miembros de tu familia, tus amigos o colaboradores sobre la importancia de cuidar la visión. O contribuir con organizaciones comprometidas a erradicar la ceguera y la pérdida de la visión en los países pobres. Pero además, puedes predicar con el ejemplo visitando anualmente a tu oftalmólogo.
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