El viejo adagio “a diario una manzana es cosa sana”, puede tener mucho valor cuando se trata de prevenir la gripe y los resfriados. A pesar de que no necesitas, literalmente, una manzana al día, existen algunos cambios básicos en tu estilo de vida que realmente pueden protegerte a ti y a tu familia. Aunque estos cambios pueden tomar esfuerzo y tiempo adicional, se ha comprobado que son efectivos para prevenir los resfriados y la gripe.
Duerme lo suficiente: Dormir es muy importante para garantizar que nuestro cuerpo pueda protegernos de las enfermedades contagiosas. Cuando el cuerpo está descansado, nuestro sistema inmunitario se encuentra más apto para defendernos de infecciones virales, incluida la gripe.
Toma mucha agua: El agua limpia tu sistema, remueve toxinas y te rehidrata. Los adultos deberían tomar unos ocho vasos de líquido (de ocho onzas o 236 ml) todos los días. ¿Cómo saber si tomas la cantidad necesaria? Si tu orina es clara o tiene un color claro, significa que estás tomando el líquido necesario; si es de un color amarillo oscuro, entonces necesitas más líquido.
Reduce el consumo de alcohol: Ingerir mucho alcohol también puede inhibir tu sistema inmunológico. Además, deshidrata el organismo porque saca más fluidos de tu sistema que los que agrega.
Muévete: Todos sabemos que el ejercicio regular puede ayudar a la salud general. Como un efecto adicional, el ejercicio regular también puede ayudar a que nuestro organismo resista infecciones respiratorias, tales como las de la gripe por el virus H1N1 del 2009 y la gripe estacional.
Consume una dieta saludable: Una dieta bien balanceada, con muchos vegetales verdes, rojos y amarillos además de frutas, también puede estimular el sistema inmunitario y ayudar a que nuestro organismo combata los virus. Los estudios demuestran que agregar yogurt a tu dieta también puede reducir los resfriados en un 25%.
No fumes: Aunque se sabe que los beneficios de no fumar van más a allá de la prevención de la gripe, las estadísticas muestran que los fumadores empedernidos contraen resfriados fuertes con mayor frecuencia. Incluso con solo estar cerca del humo del cigarrillo, tu sistema inmunitario se puede ver afectado. Por lo tanto, simplemente deja de fumar.
No te sobreexijas: Muchos de nosotros tratamos de “sobreexigirnos” cuando nos sentimos enfermos. Necesitamos escuchar a nuestro organismo, tomarnos el tiempo necesario para descansar, y consultar a un médico o enfermera si fuera necesario. Aunque parezca desalentador considerar unos días sin trabajar en esta situación económica, debemos proteger nuestra salud y la de los que nos rodean. Para ello, debemos quedarnos en casa, lo que significa faltar unos días al trabajo o escuela para limitar nuestro contacto con otras personas y, así, evitar contagios.
Aunque la manera más efectiva de prevenir la gripe es con una vacuna, hay algunas medidas proactivas que puedes tomar para impedir resfriados y la gripe, manteniéndote saludable en el proceso.