La regla es sencilla: si quieres vivir más tiempo ¡tendrás que caminar! Así lo indican estudios recientes que coinciden en que la mejor calidad de vida – y la más larga – podría estar al alcance de los que están dispuestos a dar unos pasos adicionales.
Caminar es el ejercicio más fácil y económico de realizar. Sólo necesitas unas zapatillas cómodas, lo puedes hacer en tu propio vecindario y al horario de tu conveniencia. Además es uno de los que más beneficios aportan a la salud. Además de ayudarte a quemar esas calorías de más, reduce los riesgos de desarrollar diabetes, demencia, enfermedades cardiovasculares y, a la larga, agrega días de vida ¡y hasta mejora la memoria!
Una investigación reciente de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) o AHA, por sus siglas en inglés, indica que las personas que participan en una actividad física, como caminar, por lo menos dos horas y media semanalmente, pueden ser menos propensos a morir prematuramente que los que no lo hacen.
El autor del estudio, Paul Williams, del Lawrence Berkeley National Laboratory en Berkeley, California, analizó información de 42,000 personas en su mayoría de mediana edad, quienes se inscribieron en el Estudio de Salud Nacional de Caminadores (Walker National Health Study) entre 1998 y 2001.
Los participantes llenaron cuestionarios sobre su salud y estilo de vida, incluyendo el ejercicio y sus hábitos alimenticios. Luego, los investigadores utilizaron los registros de defunción para hacer un seguimiento y averiguar quiénes seguían vivos a finales del 2008. Unas 2,448 personas, es decir un 6 por ciento, murió durante un promedio de nueve años y medio.
Según este estudio, aquellas personas que caminaron más de lo recomendado (dos horas y media semanalmente), tuvieron un tercio menos de probabilidades de morir en el período del estudio. Por su parte, los que siguieron el tiempo recomendado por la AHA, redujeron ese riesgo hasta en un once por ciento.
Los autores del estudio indicaron que entre más se camine, más se puede vivir. Las recomendaciones de 2 horas y media que había dado antes la AHA, siguen siendo una buena medida, pero excederlas, indica este estudio, es incluso mejor.
Caminar también reduce las enfermedades cardíacas
Otro ejemplo de estudios que vinculan el caminar a una mejor calidad de vida, es el publicado recientemente por la publicación médica The Lancet. Dicho estudio, conducido por el Dr. Thomas Yates, de la Universidad de Leicester, en Inglaterra, encontró que caminar ayuda a las personas con un riesgo elevado de desarrollar diabetes tipo 2 a reducir en gran medida su riesgo de enfermedades cardíacas.
Los investigadores analizaron datos de más de 9,300 adultos con pre-diabetes en 40 países. Todos los participantes del estudio estaban matriculados en programas destinados a aumentar su actividad física, perder peso y a mantener una alimentación más saludable. También se contaron los pasos que daba cada estudiante al principio del programa y doce meses después.
El estudio descubrió que por cada 2,000 pasos diarios que una persona daba al inicio del estudio, ésta tenía un10 por ciento menos de sufrir una enfermedad cardiaca en los años siguientes. Y por cada 2,000 pasos diarios que aumentaron durante el período del estudio, el riesgo de enfermedades del corazón se redujo un 8 por ciento.
Por ejemplo, si al comenzar el estudio una persona caminó 4,000 pasos por día y no cambió esa cantidad en los próximos años, y otra persona caminó 6,000 pasos todos los días del estudio y aumentó a 8,000 pasos al día durante el próximo año, al final del estudio la segunda persona tendría un riesgo 18 por ciento menor de desarrollar una enfermedad cardíaca comparado con la primera.
De acuerdo al Dr. Thomas, estos resultados “son una evidencia novedosa de que cambiar los niveles de actividad física a través de un simple aumento del número de pasos que uno camina, puede reducir sustancialmente el riesgo de una enfermedad [del corazón ].”
… Y caminar también es bueno para el cerebro
Pero los beneficios de caminar llegan mucho más lejos. Unas investigaciones nuevas también reafirman que caminar puede reducir los riesgos de sufrir demencia hasta en un 40 por ciento.
“Caminar es una ventana al cerebro”, aseguró el neurólogo Jay Van Gerpen, de la Clínica Mayo, quien está trabajando con pacientes de Parkinson para ayudarlos a caminar. Caminar no sólo ayuda a preservar la función cerebral en personas sanas, sino que también protege contra otros daños causados por la demencia , el Alzheimer y las enfermedades como el Parkinson, una enfermedad degenerativa que causa temblores, alteraciones motoras y el deterioro cognitivo.
Con todos los beneficios que una buena caminata proporciona a tu salud y a tu longevidad… no lo pienses más. ¡Ponte a caminar! Pues está confirmado que una caminata diaria te llevará lejos en la vida.
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