El aborto se refiere a la interrupción de un embarazo y la extracción de los tejidos productos de la concepción o del feto y la placenta. En la mayoría de los casos se utiliza para terminar un embarazo no planeado, si las pruebas muestran que el feto es anormal, o cuando la salud de la madre está en peligro.
Las leyes sobre el aborto varían de país a país. En algunos es totalmente ilegal, en otros se permite sólo bajo circunstancias limitadas. También es posible que tu religión lo considere como pecado.
De punto de vista médico, hay tres métodos principales de interrumpir un embarazo:
- Aborto médico – un aborto inducido por medicamentos dentro de los 49 días del inicio del embarazo
- Aborto quirúrgico – un procedimiento por aspiración o por dilatación y legrado o, en raros casos, por histerectomía abdominal.
- Inducción del parto – el parto es inducido con medicamentos después de la semana 14 del embarazo.
Hay riesgos, normalmente menores, que incluyen sangrado, infección, perforación de la matriz, y aborto incompleto (en el cual queda algún tejido dentro de la madre). La infertilidad posterior es posible, pero sucede en pocas ocasiones.
Consulta con tu ginecólogo u obstetra. Los abortos se deben hacer en clínicas registradas con una higiene impecable. No te sometas a un aborto ilegal ya que puede causar sangrado, infección y hasta la muerte.
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