Violencia juvenil, alcohol y drogas son problemas frecuentes entre muchos adolescentes latinos en Estados Unidos. Aunque a veces nos cueste entenderlo, estos comportamientos peligrosos de nuestros hijos pueden ser provocados por la dificultad que tienen para adaptarse a una cultura diferente. ¿Qué puede hacer? Un estudio reciente encontró algunas claves para ayudarles a pasar una adolescencia más saludable y feliz. ¡Entérate!
Además del estrés natural por el que pasan todos los adolescentes en esta etapa de crecimiento y cambios, cuando la cultura en la que viven es diferente a la de la familia, el estrés puede aumentar aún más.
Tanto para los adolescentes que inmigraron recientemente a los Estados Unidos como para aquellos que nacieron en este país pero su familia es inmigrante, la aculturación y la discriminación racial son problemas con los que tienen que lidiar a diario y que muchas veces los llevan a tomar decisiones equivocadas y asumir comportamientos riesgosos para la salud y para la vida.
Sin embargo, un estudio realizado por la Universidad de Carolina del Norte y patrocinado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus iniciales en inglés), encontró que los adolescentes latinos que estaban más involucrados con sus familias y la cultura de su país de origen (o el país de sus padres) tenían niveles más altos de autoestima y menos problemas de adaptación social, sentimientos de desesperanza e interés en las drogas y el alcohol.
¿Cómo promover estos valores en tus hijos? El CDC dan estos consejos a los padres:
Dos culturas. No impongas una ni niegues otra, ni los pongas a elegir entre las dos. Ayúdales a que se sientan identificados con su cultura nativa (o la tuya, si ellos nacieron en Estados Unidos), y acepta que la compartan con esta nueva cultura en la que viven. Es probable que empiecen a combinar idiomas, que a veces prefieran una comida sobre otra, o que quieran hacer cosas típicas de la cultura norteamericana para tener aceptación de sus amigos. Es normal y, a diferencia de lo que podrían pensar algunos padres latinos, no pone en riesgo sus raíces.
Memoria y orgullo. Recuérdales quiénes son y de dónde vienen, a través de la comida, el idioma, la música, las fiestas nacionales y las tradiciones familiares. Y demuéstrales cómo vivirlas con orgullo, aunque otras personas de su comunidad no las entiendan. Los niños y los adolescentes siempre van a cuestionar o rechazar lo diferente al principio, pero tarde o temprano aprenderán a valorarlo.
Familia. Los vínculos familiares fuertes son importantes para evitar que los adolescentes caigan en comportamientos riesgosos, especialmente cuando se sienten discriminados o que no los entienden. A pesar de que tu hijo prefiera muchas veces estar con sus amigos o en la calle, insiste en pasar tiempo en familia a la hora de la cena, los domingos, o salir de paseo juntos. La unión familiar de los latinos es un valor que vale la pena mantener y cultivar.
Diálogo. Hablar con tus hijos con frecuencia es clave para que crezcan con confianza y para que aprendan a tomar decisiones adecuadas y saludables en la vida. Y recuerda que el diálogo es entre dos, así que es importante que los dejes hablar y los escuches con respeto. Ellos también querrán decirte cómo es su vida fuera de casa, cómo se están adaptando a esta nueva cultura y qué les incomoda. Así podrás entenderlos mejor y ayudarles.
Recuerda que de esta mezcla de culturas han surgido también muchos latinos exitosos en Estados Unidos en la música, la actuación, el periodismo, los deportes y hasta en la Corte Suprema de Justicia.