¿Es dañino jugar con videojuegos? Varios estudios analizan los posibles efectos que los adelantos tecnológicos pueden generar en los adolescentes que disfrutan con ellos. Unos estudios detectaron que los juegos de video pueden tener algunos riesgos para la salud. Aquí te contamos más detalles sobre este hallazgo y cómo detectar cuando los videojuegos se están convirtiendo en una adicción.
La tecnología brinda cada vez más opciones de entretenimiento, sobre todo para los adolescentes que suelen ser los usuarios apasionados de estos adelantos. Sin embargo, no todo es alegría y diversión en el mundo de los videojuegos. Este es un tema que ha generado incontables páginas de investigaciones y debates.
Un estudio sobre el juego y la salud de los adolescentes, llevado a cabo por unos investigadores de la Yale School of Medicine, encontró que existen riesgos relacionados con la salud debidos al juego, particularmente en las adolescentes mujeres. Esto significa que si bien la mayoría de los adolescentes que juegan son varones, cuando se trata de relacionar el juego con la salud, son las mujeres jugadoras quienes tienden a ser más violentas, involucrarse en serios pleitos (peleas) y llevar armas a la escuela.
Los investigadores también detectaron que una pequeña porción de los adolescentes que adoran los juegos de video tienen problemas para dejar de jugar, una sensación irresistible de jugar o una tensión que sólo se alivia jugando. Y aunque la cantidad era realmente pequeña, los adolescentes que presentaban esta característica, tanto los hombres como las mujeres, tendían a tener otras conductas preocupantes como fumar regularmente, usar drogas o involucrarse en peleas.
Se estima que entre el 7% y 11% de los chicos que juegan con videojuegos tienen problemas reales al punto de ser considerados enfermizos, ya que afectan su desempeño en la vida escolar, social, familiar y psicológica. Así encontró otro estudio, llevado a cabo por un grupo de investigadores de la Iowa State University, en los Estados Unidos.
Tal como en la investigación realizada por científicos de Yale, en este caso también se demostró que el 10% de los jóvenes (una pequeña porción) que se divierten con los videojuegos sufren de depresión, de ansiedad, de fobias sociales y tiene un bajo rendimiento escolar, muchas de estas condiciones derivan de su conducta frente a este pasatiempo. Por eso, los especialistas concluyeron que esta adicción es diferente a otras (ya que afecta varios aspectos de la vida), y encontraron que cuando los chicos logran superarla comienzan a disminuir la depresión, la ansiedad y las fobias sociales.
Si tienes hijos/as, seguramente sabrás lo difícil que resulta ponerles límites a la hora de utilizar videojuegos. Ten en cuenta que sólo una pequeña porción de quienes juegan convierten al entretenimiento en una adicción pero si estás preocupado/a, considera estos síntomas que pueden indicar alarma. Observa si tu hijo/a:
- No hace las tareas, tanto del hogar como del colegio, para jugar videojuegos.
- Pasa más tiempo pensando en el juego o planificando sesiones de juego y prefiere jugar en la computadora o con los videojuegos, antes que salir o jugar con amigos.
- Se duerme en la clase y/o tiene malas calificaciones por estar jugando videojuegos.
- Siente una fuerte atracción y necesidad de jugar y usar las computadoras, y/o se enoja cuando no juega.
- Se aburre al participar en otras actividades.
- Juega para escapar de problemas o sentimientos negativos.
- Miente sobre el uso de los juegos de video.
- Roba dinero para comprar juegos.
- Demuestra desórdenes del sueño o trastornos con sus patrones para dormir: ojos secos, dolores de cabeza o problemas de higiene.
Si crees que los videojuegos son un problema en tu hogar o quieres prevenirlo, algunas cosas que puedes hacer incluyen:
- Establece reglas claras sobre cuándo jugar, dónde, durante cuánto tiempo y a qué tipo de juegos, tan pronto como tu hijo/a comienza a utilizar los videojuegos.
- Limita las horas de juego.
- Si no tiene límites, demuéstrale claramente e insiste sobre las consecuencias de esto.
- Asegúrate de que tu hijo o hija no están jugando por las noches.
- Pídele que termine las tareas antes de jugar.
- No permitas que tenga los videojuegos en su habitación.
- Trata de mejorar y fomentar una mejor comunicación con tu hijo o hija para detectar si el juego es el resultado de otras inseguridades, por ejemplo.
- Anímalo/a a que realice otras actividades y a que pruebe nuevas tareas que puedan resultar entretenidas.
Si tu hijo o hija no cooperan y sientes que esto no da resultado, o te preocupa que pueda ser o se esté volviendo una adicción, busca ayuda profesional. Puedes consultar con un psicólogo o con tu médico, él o ella te puede orientar. Los juegos de video son para entretener, pero no pueden convertirse en un modo de vida que causen problemas en la vida diaria y en el desarrollo social de los adolescentes.
Publicación original: 2011
Ultima revisión: 2017
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