Varios estudios confirman una vez más lo que te hemos mencionado previamente en Vida y Salud: el buen funcionamiento del corazón está estrechamente ligado a patrones saludables de sueño. No se trata de dormir más, sino lo suficiente y con calidad. De esa forma se reduce el riesgo de desarrollar insuficiencia cardíaca, arritmias e hipertensión, entre otras condiciones. ¿Ya tienes la almohada lista?
El día comienza mucho mejor después de siete a ocho horas de sueño reparador. Eso lo sabes de sobra: te sientes más ágil, con más energía y con la mente más clara. Y es que el sueño es tan importante para la salud y el bienestar como la buena nutrición y el ejercicio. Específicamente, dormir lo suficiente y bien (que no quiere decir dormir más horas o quedarte indefinidamente en la cama), es fundamental para la salud del corazón. Previamente, te habíamos explicado que este órgano tan importante se perjudica cuando sufrimos de insomnio, desvelos, o cuando por una razón u otra no descansamos lo suficiente.
Estudio tras estudio lo confirma: una buena salud cardíaca, entre otros factores, depende de que la persona duerma lo suficiente cada noche. Con esa afirmación concuerda el Dr. Alan Gertier, cardiólogo y profesor asociado de medicina de la Universidad de Birmingham (Alabama, Estados Unidos). Según Gertier, la deficiencia del sueño (lo ideal es entre 6 y 8 horas cada noche), hay un aumento en la presión arterial y en las hormonas del estrés, como el cortisol. Además, hay una tolerancia más baja a la glucosa (azúcar) en la sangre y se tiende a aumentar de peso. Todos esos factores contribuyen a aumentar el riesgo de desarrollar enfermedad en las arterias coronarias, las arterias que nutren al corazón.
Pero eso no es todo. La privación del sueño, es decir, cuando dormimos menos de seis horas por noche, puede llevar a niveles elevados de la proteína C reactiva, un marcador de inflamación del revestimiento de las arterias, lo que aumenta el riesgo de aterosclerosis.
Por otro lado, la apnea del sueño es otra condición que puede conducir a problemas cardíacos también. Al interrumpirse la respiración durante el sueño, típica de esta condición, se reduce la concentración del oxígeno en la sangre lo que aumenta el riesgo de desarrollar hipertensión, ataques cardíacos, arritmias y accidentes cerebrovasculares. Por eso es importante diagnosticar y tratar la apnea del sueño.
Que el corazón se resiente cuando le falta el sueño queda claro teniendo en cuenta los resultados de otro estudio realizado en la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, en Trondheim: los síntomas de insomnio en la mediana edad están estrechamente relacionados con el desarrollo posterior de insuficiencia cardíaca, especialmente en el caso de las mujeres, e incluso en personas que nunca sufrieron problemas cardíacos de ningún tipo con anterioridad.
Los investigadores analizaron los datos relacionados con los síntomas de insomnio de 54, 279 pacientes que participaron en un extenso estudio de salud entre 1995 y 1997 (conocido como el Nord Trondelag Health Study). Aunque ninguno de esos pacientes padecía de insuficiencia cardíaca al comienzo del estudio, para el 2008, unos 1,412 de ellos la había desarrollado.
En un amplio rango de análisis que tuvieron en consideración distintos factores como la edad, riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular, o factores fisiológicos, los síntomas de insomnio estuvieron estrechamente relacionados con el desarrollo de la insuficiencia cardíaca. Y a mayor intensidad de los síntomas, más aumentaba el riesgo. Para que tengas una idea:
- Los participantes que tuvieron “dificultad para quedarse dormidos” con frecuencia (“casi todas las noches”), tuvieron de un 27 a un 66 por ciento de riesgo de desarrollar insuficiencia cardíaca en comparación con los participantes que no tuvieron síntomas de insomnio.
- Los participantes que además de tener “dificultad para quedarse dormidos” con frecuencia, experimentaron problemas para “permanecer dormidos” y despertaron con la sensación de que “el sueño no fue reparador”, tuvieron un riesgo de desarrollar insuficiencia cardíaca que osciló entre 2 y 5 veces más que los que nunca experimentaron síntomas de insomnio.
- Las mujeres tuvieron un riesgo relativo mayor de desarrollar insuficiencia cardíaca en comparación con los hombres.
Los investigadores recomiendan que el próximo paso sea una prueba en la que se estudie el tratamiento para pacientes que padezcan de insomnio con vistas a crear una estrategia que reduzca el desarrollo de la insuficiencia cardíaca.
Mientras tanto, ¿qué tal duermes? Una mala noche no es el problema. Cualquiera se desvela cuando atraviesa por un problema familiar, laboral o de salud. Pero si el insomnio tiende a ser recurrente y persistente, debes tomar medidas.
Para empezar, vigila tu dieta. Tu organismo necesita mantenerse fuerte para contrarrestar la falta de sueño. Si a una alimentación saludable y balanceada, le añades una buena dosis diaria de ejercicio, irás por buen camino para vencer al insomnio. Establece una rutina: trata de irte a la cama a dormir a la misma hora, no abuses de la cafeína y evita tomar bebidas con cafeína después de las 2:00 de la tarde; procura que tu habitación esté oscura e idealmente que no tenga ruidos. Y si puedes echarte una siesta breve de vez en cuando, fantástico, eso también le conviene a tu corazón.
Recuerda que la mayoría de los problemas relacionados con el sueño tienen solución. Pero si el insomnio se prolonga a pesar de tus esfuerzos, consulta con tu médico para detectar la raíz del problema, y para que recibas el tratamiento adecuado.
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