Con el avance imparable de la ciencia y la tecnología, continuamente se incorporan sustancias y productos para el uso diario tanto en las industrias como en el hogar. Muchos resultan inofensivos, pero algunos pueden ser muy perjudiciales. Por suerte, hay organizaciones y programas que se encargan específicamente de detectar las sustancias peligrosas para nuestra salud. Aquí te damos a conocer las sustancias que se añadieron recientemente a la lista de cancerígenos potenciales.
Es como la lista de los criminales más buscados… y es que las sustancias tóxicas que provocan o podrían producir cáncer son tan peligrosas para la población como un asesino en serie a la fuga: no se sabe quién va a ser su próxima víctima. El National Toxicology Program (NTP o Programa Nacional de Toxicología) de los Estados Unidos mantiene y actualiza continuamente una lista de estas sustancias. En este momento existen 240 sustancias en la lista, divididas en dos categorías: las que ya se sabe con certeza que producen cáncer y otras catalogadas como “sospechosas”, en una especie de lista de espera hasta que los estudios confirmen que lo causan.
John Bucher, PhD, director asociado del NTP considera que todos, de una manera u otra, estamos expuestos a pequeños niveles de sustancias cancerígenas en la vida diaria: a través de los medicamentos, los químicos, el humo del tabaco, los pesticidas, la propia radiación solar y hasta las camas de bronceado (si nos exponemos), por citar unas cuantas. La lista de dichas sustancias se actualiza continuamente, y como mencionamos, un comunicado reciente del NTP acaba de sumar ocho. Dos de ellas fueron definidas definitivamente como cancerígenas: el formaldehído y el ácido aristolóquico. Las seis restantes, en cambio, solamente tienen el potencial de provocarlo, hasta que investigaciones en el futuro lo confirmen.
El formaldehído, también conocido como formol, es una sustancia química olorosa que se usa para producir resinas para artefactos caseros, revestimientos de productos de papel, plásticos y textiles. También se usa en los laboratorios farmacéuticos, en las empresas funerarias y en otros productos de consumo, y se encuentra en el humo del cigarrillo. También puede estar presente en los productos para alisar el cabello, en los productos de limpieza y en algunas gomas de pegar.
El ácido aristolóquico, por su parte, es el componente químico activo presente en algunos remedios herbales o de hierbas catalogados como inseguros o que tienen riesgos. La FDA (la Agencia que Regula los Medicamentos y los Alimentos) ha alertado al público estadounidense acerca del peligro de este ácido desde el año 2000. Todos los productos que lo contienen están prohibidos tanto en Estados Unidos como en Europa.
En cuanto al segundo grupo, está compuesto por:
- Estireno: un componente del humo del tabaco que se utiliza para fabricar fibra de vidrio y poliestireno. El poliestireno se usa para elaborar los envases para los alimentos o los vasos térmicos desechables (aunque en este caso, las autoridades aclararon que la cantidad de estireno en contacto con el público es mínima).
- Captafol: un fungicida (o pesticida), utilizado en la agricultura pero que dejó de producirse hace alrededor de 20 años.
- Carburo de cobalto-tungsteno: utilizado para fabricar herramientas de metal. La mayor fuente de exposición a estas sustancias es en las plantas industriales en donde se fabrican tales productos.
- Cierto tipo inhalable de fibra de vidrio: en particular aquél que se utiliza en filtros o aislantes.
- O-nitrotolueno: utilizado para fabricar tinturas. La mayor exposición a este elemento proviene del aire y la contaminación ambiental.
- Ridelina (riddelliine en inglés) : un compuesto vegetal que se encuentra en una variedad de la margarita que crece en la zona oeste de los Estados Unidos y en otras partes del mundo. Se ha utilizado por accidente en algunas medicinas elaboradas a base de hierbas y puede contaminar la leche de las vacas que consumen esas plantas.
Bucher aclara que el comunicado del NTP pretende informar, no alarmar, a la población. Es importante que las personas estén al tanto del peligro potencial de estas sustancias para que eviten el contacto con ellas y se protejan adecuadamente. Como sabes, guerra avisada, no mata soldado.
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