Angiografía: una herramienta clave para la salud
La angiografía es una técnica de diagnóstico por imágenes que permite evaluar el estado de los vasos sanguíneos al momento. También se conoce como imagen vascular o arteriografía y es fundamental para detectar enfermedades cardíacas, cerebrales y pulmonares.
Este procedimiento puede marcar la diferencia entre un diagnóstico al inicio de una enfermedad y una complicación severa. Pero ¿cómo funciona? ¿Es seguro? ¿Cuándo se recomienda? Aquí te contamos todo lo que necesitas saber.
¿Cómo funciona la angiografía?
La angiografía usa un medio de contraste, un tinte especial que permite visualizar en tiempo real mucho más claro cómo fluye la sangre por las arterias y venas. Este tinte, que se elimina en pocas horas, ayuda a identificar enfermedades comunes de los vasos sanguíneos como los bloqueos, aneurismas, la inflamación de un vaso sanguíneo, hemorragias o malformaciones vasculares.
Para capturar las imágenes detalladas, se utilizan distintas tecnologías:
- Rayos X (radiografías)
- Tomografía computarizada (CTA)
- Resonancia magnética (MRA)
Cada método se elige según la condición del paciente y la zona del cuerpo a evaluar.
Tipos de angiografía y sus aplicaciones
Cada tipo de angiografía se enfoca en un área específica del cuerpo:
✔️ Angiografía coronaria → Detecta bloqueos en las arterias del corazón.
✔️ Angiografía cerebral → Evalúa el flujo sanguíneo en el cerebro y ayuda a diagnosticar aneurismas.
✔️ Angiografía pulmonar → Examina los vasos sanguíneos de los pulmones y detecta embolias.
✔️ Angiografía renal → Revisa la circulación en los riñones.
✔️ Microangiografía → Permite observar los vasos sanguíneos más pequeños.
Todas estas pruebas son fundamentales para poder diagnosticar a tiempo diversas enfermedades en algún vaso sanguíneo.
¿Para qué se utiliza la angiografía?
Los médicos recurren a este procedimiento para:
- Detectar arterias bloqueadas, lo que ayuda a prevenir infartos o derrames cerebrales.
- Identificar aneurismas, dilataciones anormales en las arterias que pueden romperse.
- Localizar hemorragias internas, útil en casos de traumatismos o cirugías.
- Evaluar malformaciones vasculares, presentes en algunas enfermedades congénitas o tumores.
- Planificar cirugías, como angioplastias o la colocación de stents (mallas que mantienen abiertas las arterias del corazón).
Paso a paso: ¿cómo se realiza una angiografía?
El proceso varía según la técnica utilizada, pero los pasos generales en un cateterismo angiográfico son:
1.Preparación
✔️ El paciente debe ayunar entre 6 y 8 horas antes del procedimiento.
✔️ Se administran medicamentos para relajarse.
✔️ Se retiran objetos metálicos como joyas o relojes.
2. Inserción del catéter
✔️ Se aplica anestesia local en la ingle o el brazo.
✔️ Se introduce un catéter delgado en una arteria hasta la zona a examinar.
3. Inyección del contraste
✔️ Se inyecta un tinte especial para resaltar los vasos sanguíneos.
✔️ Es normal sentir un calor momentáneo o un sabor metálico en la boca.
4. Captura de imágenes
✔️ Se toman radiografías, tomografías o resonancias mientras el tinte circula.
✔️ El médico evalúa en tiempo real el flujo sanguíneo.
5. Finalización y recuperación
✔️ Se retira el catéter y se aplica presión para evitar sangrados.
✔️ El paciente permanece en observación por algunas horas.
El procedimiento dura entre 30 minutos y 2 horas, dependiendo de la complejidad del caso.
¿Es dolorosa la angiografía?
Por lo general, no es dolorosa. Las molestias más comunes incluyen:
✔️ Pinchazo en la zona donde se introduce el catéter.
✔️ Sensación de calor momentáneo debido al medio de contraste.
✔️ Leve presión en el pecho, en procedimientos cardíacos.
En algunos casos, el médico puede pedir al paciente que contenga la respiración o cambie de posición para mejorar las imágenes.
Riesgos y posibles efectos secundarios
Aunque es un procedimiento seguro, pueden presentarse algunos efectos secundarios:
⚠️ Reacciones alérgicas leves al medio de contraste.
⚠️ Sangrado o hematomas en la zona de punción.
⚠️ Infecciones (poco comunes).
⚠️ Lesiones en los vasos sanguíneos (bajo riesgo).
⚠️ Formación de coágulos sanguíneos.
Si después del procedimiento experimentas dolor intenso, fiebre o dificultad para respirar, consulta a un médico de inmediato.
Avances tecnológicos en la angiografía
La medicina ha desarrollado alternativas menos invasivas:
- Angiografía por tomografía computarizada (CTA): Imágenes en 3D con mucho detalle realizada con rayos X.
- Angiografía por resonancia magnética (MRA): Sin usar medios de contraste que tengan radiación, ideal para pacientes con insuficiencia renal.
- Fractional Flow Reserve (FFR): Evalúa arterias sin necesidad de catéteres.
Según el Dr. Josiah Bennett, de la Universidad de Emory:
“Gracias a los métodos avanzados de imagen, ahora podemos evaluar anomalías cardíacas sin procedimientos invasivos. Especialmente en aquellos que tienen síntomas, pero no se observan bloqueos de alguna arteria.”
Cuidados después de una angiografía
Después del procedimiento, la mayoría de los pacientes pueden volver a casa el mismo día. Se recomienda:
✔️ Descansar por 24-48 horas.
✔️ Beber líquidos para eliminar el medio de contraste.
✔️ Evitar mojar la zona de punción por 24 horas.
✔️ Observar signos de infección o sangrado.
Si tu médico te ha recomendado una angiografía, no te preocupes. Con los cuidados adecuados, es un procedimiento rápido y con mínimas molestias.
Preguntas frecuentes
¿Es segura la angiografía?
Sí, es un procedimiento seguro y ampliamente utilizado.
¿Cuánto tiempo dura?
Entre 30 minutos y 2 horas, dependiendo del caso.
¿Necesito hospitalización?
No en la mayoría de los casos. El paciente puede regresar a casa el mismo día.
¿Cuándo debo preocuparme?
Si experimentas dolor intenso, sangrado persistente o dificultad para respirar, acude a un médico de inmediato.
Por Carlos Diego Ibáñez
© 2024 Hispanic Information and Telecommunications Network, Inc (HITN). All rights reserved.
Imagen: ©Shutterstock / Food Photo Master