7 consejos para los padres de familia
No esperes a descubrir que tus hijos están fumando para empezar a preocuparte y a hacer algo al respecto. La mejor forma de evitar este problema es actuar antes de que empiecen a fumar, hablándoles con sinceridad y previniéndolos. En Vida y Salud te damos algunas ideas para que empieces cuanto antes.
El cigarrillo es un vicio llamativo para muchos adolescentes ya sea por presión de los amigos, de los medios de comunicación, por rebeldía o simplemente por que desean experimentar. Pero eso no significa que todos los adolescentes estén condenados a fumar. Hay muchos que deciden no hacerlo y los padres tienen mucho que ver en esa decisión positiva. ¿Cómo?
1. No lo subestimes. ¿Realmente crees que tus hijos no saben nada del cigarrillo? Aunque en casa no se fume, eso no quiere decir que en el barrio, la escuela o sus amigos no lo hagan y ellos lo saben. Si aún no han tomado una decisión al respecto, este es el mejor momento para que los orientes.
2. No lo prohíbas. Está comprobado que cuando más les prohíbes algo a tus hijos, más lo quieren hacer. Claro, no tienes que aprobarlo. Pero es más que suficiente con decirles que no te gusta que fumen y que no está permitido en casa. Ellos lo tendrán en cuenta a la hora de tomar una decisión. Aunque no te lo digan, tu opinión es importante para tus hijos.
3. Explícales los peligros del tabaco. Aunque ya lo sepan, nunca está de más hablarles sobre los peligros del cigarrillo por la cantidad de químicos que contiene (4,000), y lo fuertemente adictiva que es la nicotina. Muchos jóvenes creen que pueden probarlo y dejarlo fácilmente, pero la verdad es que entre más jóvenes son, más difícil es. Cuéntales lo difícil que es manejar esa adicción y enséñales el ejemplo de algún adulto conocido para que vean los efectos a largo plazo (cáncer, enfermedades, etc).
4. Dales tu ejemplo. Si fumas, deja de hacerlo. Y si no fumas, cuéntale qué decisión tomaste en la adolescencia cuando te ofrecieron un cigarrillo.
5. Apóyalos en su decisión. En lugar de presionarlos para que hagan lo que tú quieres, apóyalos para que tomen la decisión correcta. Diles que confías en ellos y que sabes que son capaces de tomar decisiones responsables. También puedes ayudarles a perder el miedo a decir “no, gracias” y motívalos a que tomen la decisión que realmente quieren.
6. Presión de grupo. Para tus hijos, su grupo de amigos es tan importante como la familia. Así que es inútil renegar de sus amistades porque fuman o incluso prohibirles salir con ellos. Puedes invitarlos a buscar nuevos amigos, pero la presión de grupo es inevitable en la adolescencia… Lo mejor es ayudarlos a tomar una decisión libre de presiones. Para que pierdan el miedo, dales tips de respuestas para el momento decisivo: “no tengo ganas”, “no me gusta”, “ahora no quiero”.
7. Tócales la vanidad y el bolsillo. Muchos adolescentes creen que fumar se ve “cool”, pero no saben los efectos no tan “cool” del cigarrillo como el mal olor en la ropa y en el pelo, mal aliento, mal sabor en la boca al besar, dientes amarillos, etc. Además, ¡es caro!
No se trata de que les impongas tu pensamiento. Pero seguro los harás pensar dos veces antes de que decidan que van a fumar.
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