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El aspartamo, uno de los edulcorantes artificiales más utilizados en la industria alimentaria, ha sido objeto de numerosos estudios que buscan determinar su seguridad. Un estudio publicado en Cell Metabolism ha arrojado dudas sobre su impacto en la salud cardiovascular, sugiriendo que su consumo podría agravar la arteriosclerosis, una enfermedad caracterizada por el endurecimiento y obstrucción de las arterias. ¿Deberíamos preocuparnos? Veamos lo que dice la ciencia.

Investigación sobre el aspartamo y su efecto en el metabolismo

Para entender cómo el aspartamo podría influir en la salud del corazón, los investigadores analizaron su efecto en ratones y monos. Descubrieron que este edulcorante puede aumentar los niveles de insulina en la sangre. La insulina, aunque es crucial para regular los niveles de azúcar en el organismo, en exceso puede generar inflamación en los vasos sanguíneos, contribuyendo al desarrollo de arteriosclerosis.

Uno de los hallazgos más interesantes del estudio es que la activación del sistema nervioso parasimpático juega un papel clave en la respuesta del organismo al aspartamo. Cuando se inhibió esta activación, el aumento de insulina desapareció, lo que sugiere que el edulcorante podría estar afectando la liberación de insulina a través de mecanismos neurológicos.

La relación entre el aspartamo y la salud cardiovascular

La inflamación crónica es un factor de riesgo clave en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. En este estudio, los científicos identificaron que el exceso de insulina inducido por el aspartamo favorece la producción de CX3CL1, una molécula que atrae células inmunes a los vasos sanguíneos, generando inflamación y promoviendo la formación de placas en las arterias.

Estas placas pueden bloquear el flujo sanguíneo, lo que aumenta el riesgo de eventos cardiovasculares graves como infartos o accidentes cerebrovasculares. Aunque los hallazgos son preocupantes, es importante recordar que este estudio se realizó en animales y aún se necesita más investigación en humanos.

¿Debemos evitar el aspartamo? Opinión de los expertos

El Dr. Oliver Jones, profesor de Química en la Universidad RMIT en Melbourne, se muestra escéptico respecto a estos resultados. Tal como comentó en declaraciones al Science Media Center de España, “tengo varias dudas sobre este estudio. Los autores afirman que el consumo de aspartamo por parte de adultos y niños supera los niveles recomendados por la FDA, lo que me parece improbable. Para alcanzar la ingesta diaria aceptable según la FDA, un adulto promedio tendría que consumir alrededor de 20 latas de refresco dietético al día, algo poco realista”.

Además, señala que el estudio utilizó un tipo de ratón predispuesto a enfermedades cardíacas y fue alimentado con una dieta alta en grasas y colesterol, factores que por sí solos ya aumentan el riesgo cardiovascular. Según el Dr. Jones, no se puede extrapolar directamente estos hallazgos a los humanos.

Por otro lado, el Dr. Rafael Urrialde de Andrés, profesor de la Universidad Complutense de Madrid, enfatiza la importancia de evaluar estos resultados con cautela: “Este estudio debe ser evaluado por las autoridades de seguridad alimentaria. La European Food Safety Authority (EFSA) ha revisado en varias ocasiones la seguridad del aspartamo y sigue considerándolo seguro dentro de los límites recomendados”.

Aspartamo y metabolismo: Lo que sabemos hasta ahora

El aspartamo está compuesto por ácido aspártico y fenilalanina, dos aminoácidos presentes en alimentos comunes como la leche y la carne. Durante la digestión, el cuerpo los descompone en sus componentes básicos, al igual que lo haría con cualquier otra fuente de proteínas. Este proceso sugiere que, en términos generales, el aspartamo no debería tener un efecto diferente al de otras fuentes naturales de estos aminoácidos.

De hecho, estudios previos han demostrado que el aspartamo no tiene un impacto significativo en los niveles de glucosa o insulina en humanos, lo que contradice las conclusiones del nuevo estudio en animales.

Recomendaciones finales sobre el consumo de aspartamo

Si bien la evidencia en animales sugiere una posible relación entre el aspartamo y el aumento del riesgo cardiovascular, los estudios en humanos no han confirmado este efecto. Hasta que se realicen más investigaciones, los expertos sugieren:

  • Moderar el consumo de aspartamo, especialmente en personas con factores de riesgo como diabetes o hipertensión.
  • Priorizar una dieta equilibrada basada en alimentos naturales y frescos.
  • Estar atentos a nuevas investigaciones sobre los efectos de los edulcorantes artificiales.

En definitiva, aunque algunos estudios en animales han levantado dudas sobre la seguridad del aspartamo, las autoridades reguladoras y la mayoría de los expertos siguen considerando que su consumo dentro de los límites recomendados es seguro.

Preguntas frecuentes sobre el aspartamo y la salud cardiovascular

¿El aspartamo es seguro para el consumo humano?
Sí. Las agencias de seguridad alimentaria de todo el mundo, incluida la EFSA y la FDA, han evaluado extensamente su seguridad y han establecido niveles de ingesta diaria aceptables.

¿Puede el aspartamo causar enfermedades cardíacas?
No hay evidencia concluyente en humanos que demuestre que el aspartamo cause enfermedades cardíacas. Los estudios actuales en animales sugieren una posible asociación, pero se necesitan más investigaciones en humanos.

¿Cuál es la ingesta diaria recomendada de aspartamo?
En la Unión Europea, la ingesta diaria admisible es de 40 mg/kg de peso corporal, mientras que en EE.UU. es de 50 mg/kg.

¿Deberíamos evitar por completo los edulcorantes artificiales?
No necesariamente. Se recomienda consumirlos con moderación y optar por una dieta equilibrada con alimentos naturales.

¿Existen alternativas más seguras al aspartamo?
Existen otros edulcorantes como la stevia y el eritritol que pueden ser opciones naturales para endulzar alimentos y bebidas.

¿El aspartamo es peligroso para los diabéticos?
No hay evidencia de que el aspartamo afecte negativamente los niveles de glucosa en la sangre en personas con diabetes, por lo que puede ser una alternativa segura para quienes buscan reducir el consumo de azúcar.

Por Karla Islas Pieck
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Imagen: ©Shutterstock / New Africa

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