Algunos estudios indican que el omega 3 que contiene el aceite de pescado puede ayudar a disminuir los síntomas de la depresión posparto. Por el contrario, otras investigaciones señalan que estos suplementos no hacen ninguna diferencia. Aquí te contamos más detalles sobre este debate para que estés mejor informada.
Tener un bebé es uno de los momentos más importantes en la vida de la mujer, pero no por eso todo es felicidad. Por el contrario, algunas desarrollan lo que se conoce como depresión posparto. Algunas mamás, tienen periodos fuertes de depresión luego del nacimiento del bebé con sensaciones negativas, como tristeza, culpa, nerviosismo y desinterés incluso hasta por el mismo niño.
La depresión posparto es diferente a la denominada “baby blues”, que es una depresión leve que afecta a alrededor del 30 por ciento de las mujeres embarazadas, que las hace sentir más sensibles que de costumbre pero que, en general, no interfiere en sus actividades y desparece luego de unas semanas.
Ante estos cambios en el estado de ánimo, algunos especialistas recomiendan consumir aceite de pescado, debido a que posee unos ácidos grasos denominados omega 3, que podrían ayudar a reducir los síntomas de la depresión posparto. Sin embargo, la evidencia científica existente hasta el momento sigue siendo contradictoria.
Mientras que algunas investigaciones afirman que las mujeres que han consumido el omega 3 presente en el aceite de pescado han tenido menos síntomas de depresión posparto, otros estudios no muestran mejoría entre las que lo han tomado y las que no. Asimismo, hay meta análisis, es decir, investigaciones que analizan y comparan distintos estudios sobre un mismo tema, que detectaron resultados variables.
Ante estos datos, la única certeza es que todavía siguen siendo necesarios nuevos estudios para probar si realmente el aceite de pescado logra reducir la depresión posparto. Mientras tanto, la mayoría de los especialistas coincide en que, consumido en cantidades apropiadas, y de preferencia a través de los alimentos naturales, el omega 3 es saludable tanto para la mamá como para el bebé.
Se le llama omega 3 a un grupo de ácidos grasos poliinsaturados que participan en algunas funciones importantes del cuerpo, como la relajación y la contracción de los músculos, la coagulación de la sangre, la digestión, la fertilidad, la división celular, el crecimiento y el movimiento del calcio y otras sustancias dentro de las células.
Entre los ácidos grasos principales en este grupo están el alfalinoléico (ALA), el eicosapentanóico (EPA) y el docosahexaenóico (DHA). El primero se encuentra en las semillas y los aceites vegetales (como los de canola, soja (soya) y lino), en verduras de hojas verdes, nueces y frijoles. Usualmente, éste se convierte en pequeñas cantidades de EPA y DHA luego de ingerirlo. Naturalmente, los ácidos EPA y DHA abundan en los pescados como el salmón, la trucha, las sardinas y el arenque. Asimismo, los omega 3 también pueden conseguirse como suplementos dietéticos que no deben consumirse sin supervisión médica.
Con respecto a los pescados, muchas embarazadas evitan comerlos por temor a la contaminación por mercurio, que puede ser dañina. Esto es cierto pero sólo para ciertos pescados grandes. Por eso deben evitar consumir, por ejemplo, pez espada, tiburón, blanquillo y caballa. Varias asociaciones y agencias están de acuerdo que comer hasta 12 onzas (que resulta un promedio de 2 comidas) a la semana de una variedad de pescado o marisco bajo en mercurio, es adecuado. Puede chequear con su agencia local. Algunos de los pescados bajos en mercurio de consumo frecuente incluyen el salmón, el atún en lata bajo en grasa, el bagre y los camarones.
La depresión posparto a veces necesita tratamientos con medicinas y apoyo terapéutico. Si notas que estás demasiado decaída, sientes que no estás en control o te sientes francamente deprimida después del nacimiento de tu bebé, no dejes de consultar con tu médico o con un especialista. Recuerda que tu bebé te necesita, así que debes cuidarte más que nunca. Si tienes dudas si necesitas ayuda, consulta con tu médico. La depresión posparto no se debe a una debilidad tuya, es una enfermedad que tiene tratamiento. Si te sientes mejor y con un estado de ánimo positivo, también podrás disfrutar más de esos fascinantes primeros meses de vida.
Imágen © iStockphoto.com / Kai Chiang
Mientras que algunas investigaciones afirman que las mujeres que han consumido el omega 3 presente en el aceite de pescado han tenido menos síntomas de depresión posparto, otros estudios no muestran mejoría entre las que lo han tomado y las que no. Asimismo, hay meta análisis, es decir, investigaciones que analizan y comparan distintos estudios sobre un mismo tema, que detectaron resultados variables.
Ante estos datos, la única certeza es que todavía siguen siendo necesarios nuevos estudios para probar si realmente el aceite de pescado logra reducir la depresión posparto. Mientras tanto, la mayoría de los especialistas coincide en que, consumido en cantidades apropiadas, y de preferencia a través de los alimentos naturales, el omega 3 es saludable tanto para la mamá como para el bebé.
Se le llama omega 3 a un grupo de ácidos grasos poliinsaturados que participan en algunas funciones importantes del cuerpo, como la relajación y la contracción de los músculos, la coagulación de la sangre, la digestión, la fertilidad, la división celular, el crecimiento y el movimiento del calcio y otras sustancias dentro de las células.
Entre los ácidos grasos principales en este grupo están el alfalinoléico (ALA), el eicosapentanóico (EPA) y el docosahexaenóico (DHA). El primero se encuentra en las semillas y los aceites vegetales (como los de canola, soja (soya) y lino), en verduras de hojas verdes, nueces y frijoles. Usualmente, éste se convierte en pequeñas cantidades de EPA y DHA luego de ingerirlo. Naturalmente, los ácidos EPA y DHA abundan en los pescados como el salmón, la trucha, las sardinas y el arenque. Asimismo, los omega 3 también pueden conseguirse como suplementos dietéticos que no deben consumirse sin supervisión médica.
Con respecto a los pescados, muchas embarazadas evitan comerlos por temor a la contaminación por mercurio, que puede ser dañina. Esto es cierto pero sólo para ciertos pescados grandes. Por eso deben evitar consumir, por ejemplo, pez espada, tiburón, blanquillo y caballa. Varias asociaciones y agencias están de acuerdo que comer hasta 12 onzas (que resulta un promedio de 2 comidas) a la semana de una variedad de pescado o marisco bajo en mercurio, es adecuado. Puede chequear con su agencia local. Algunos de los pescados bajos en mercurio de consumo frecuente incluyen el salmón, el atún en lata bajo en grasa, el bagre y los camarones.
La depresión posparto a veces necesita tratamientos con medicinas y apoyo terapéutico. Si notas que estás demasiado decaída, sientes que no estás en control o te sientes francamente deprimida después del nacimiento de tu bebé, no dejes de consultar con tu médico o con un especialista. Recuerda que tu bebé te necesita, así que debes cuidarte más que nunca. Si tienes dudas si necesitas ayuda, consulta con tu médico. La depresión posparto no se debe a una debilidad tuya, es una enfermedad que tiene tratamiento. Si te sientes mejor y con un estado de ánimo positivo, también podrás disfrutar más de esos fascinantes primeros meses de vida.
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