La obesidad y la diabetes son dos condiciones muy comunes que se ven afectadas por el estilo de vida y que, con el tiempo, pueden deteriorar la salud general de quienes las padecen. En el caso de los hombres, frecuentemente les causan problemas en los riñones y en su desempeño sexual. Para disminuir el riesgo de estas complicaciones de una manera accesible y duradera y hasta mejorar, basta cambiar los hábitos por unos más saludables. ¡Infórmate aquí!
Si tienes diabetes de tipo 2 y además eres obeso, bajar de peso puede ayudarte a mejorar muchas cosas, incluso tu actividad sexual. Muchas veces, la obesidad misma es la que provoca la diabetes y ambas pueden ser responsables de problemas en los riñones y con el sexo.
Es muy común, por ejemplo, que quienes tienen diabetes deban ir frecuentemente (y con urgencia) a orinar. Esto incluso, suele ser uno de los síntomas que ayuda a las personas a descubrir que tienen un nivel de azúcar elevado en la sangre.
Junto a esto, la vida sexual también puede empezar a volverse un problema, y los hombres ya no pueden actuar como quisieran frente a su pareja.
Para resolverlos, actualmente existen medicinas y tratamientos que, en general, son caros y prolongados. Por el contario, los especialistas recomiendan algo mucho más accesible y sencillo: cambiar los hábitos por unos más saludables.
Para probar los beneficios de una modificación en la rutina, un grupo de investigadores de la Universidad de Adelaide, en Australia, realizó un estudio en el cual se siguió de cerca la evolución de los problemas urológicos y sexuales de dos grupos de voluntarios obesos que también tenían diabetes.
Cada grupo tuvo que seguir una dieta diferente durante las primeras ocho semanas del estudio, una de bajas calorías a base de sustitutos líquidos de alimento y la otra baja en grasas pero rica en proteínas, con frutas frescas, vegetales y carnes blancas o rojas. Luego, todos compartieron una misma dieta rica en proteínas durante un año.
Al final de las primeras ocho semanas, el grupo que había seguido la dieta líquida había perdido entre el ocho y el diez por ciento de su peso, mientras que el que consumió la dieta rica en proteínas había bajado alrededor del cinco por ciento de su peso. En ambos casos, tanto el desempeño como el deseo sexual mejoraron y los problemas en los riñones disminuyeron.
Más aún, luego de un año de mantener hábitos alimenticios más saludables y una dieta más nutritiva, todos los hombres no sólo habían perdido alrededor del diez por ciento de su peso sino que además habían resuelto en gran medida sus problemas urológicos y de impotencia sexual.
Publicados en el Journal of Sexual Medicine, estos resultados son un nuevo estimulo para hacer el esfuerzo y dejar esas costumbres que tanto cuesta abandonar, aun sabiendo que no nos están ayudando con la salud.
Por otro lado, los investigadores consideran que el ejercicio también puede jugar un papel importante en la recuperación de estos problemas, en las personas con obesidad, con o sin diabetes, y esperan incluir una rutina de gimnasia en estudios futuros.
Mientras tanto, como ya te hemos contado en otros artículos de VidaySalud.com, tanto la dieta saludable como el ejercicio físico siguen siendo las recomendaciones principales para combatir no sólo el sobrepeso y la diabetes sino también otro tipo de enfermedades como los problemas del corazón, el colesterol alto y la pérdida de masa muscular.
Ahora también sabes que lo que comes puede afectar tu vida sexual, y no porque se trate de un plato afrodisíaco muy exótico sino por la llamada comida chatarra, entre otras opciones poco saludables, que millones de personas en todo el mundo eligen a diario.
Y si todavía consideras que cambiar tus hábitos por unos más saludables es una misión imposible para ti, entonces empieza por modificar tu forma de pensar. Puedes empezar quizá sólo eliminando las bebidas azucaradas o reemplazando los bizcochos y los bocadillos de la tarde por una fruta. Esto puede ser suficiente al inicio. Más adelante podrías caminar a casa luego del trabajo o sustituir algún viaje corto en auto por uno en bicicleta o saliendo a caminar a la hora del almuerzo o al regresar del trabajo. Inténtalo por uno o dos meses y verás que pronto te encontrarás agregando nuevas mejoras a tu rutina y tendrás una sensación más saludable cada día.
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