Tu hijo acaba de nacer y se encuentra por primera vez en tus brazos. ¡Qué emoción! ¿Y ahora qué haces? Déjate llevar por el momento y dale lo mejor que tienes, tu abrazo y tu leche materna.
No lo dudes ni un segundo, la leche materna es lo mejor que tienes para ofrecerle a tu hijo recién nacido.
La leche que producen tus senos es el alimento perfecto para tu bebé porque contiene todo lo que él necesita: vitaminas, minerales, enzimas digestivas, proteínas, carbohidratos y grasas. También tiene los anticuerpos necesarios para fortalecer su sistema inmunológico (de defensa) y protegerlo de infecciones y enfermedades. Y si tu hijo toma leche materna durante los primeros seis meses de vida, tiene menos posibilidades de sufrir otras enfermedades cuando sea grande, como eczema, asma, diabetes, obesidad, colesterol alto e hipertensión.
Durante los primeros seis meses, la leche materna es casi el único alimento que tu bebé puede recibir. Su estómago aún no puede digerir la leche de vaca ni ningún otro líquido que le quieras dar. Si le das jugo o agua, le provocarán cólicos y diarrea. Y ni pienses en darle alimentos sólidos, será peor. Aparte de la leche materna, lo único que tu bebé podría tomar durante los primeros meses es la leche de fórmula. Sin embargo, si tienes tu propia leche para darle, siempre será la mejor opción, pues se ha comprobado que la leche de fórmula no puede brindarle a tu bebé los anticuerpos que tiene la leche materna.
El darle pecho a tu bebé es la mejor forma para conectarte emocionalmente con tu bebé. Aunque no lo creas, él te reconoce y el sentirte cerca lo alimenta emocionalmente y beneficia su desarrollo. Además, amamantar a tu hijo no sólo es bueno para él sino también para ti, pues te ayuda a recuperarte más rápido del parto, y reduce tus riesgos de cáncer de seno y de diabetes.
¿Para qué necesitas más si la leche materna lo tiene todo? Sólo necesitarás complementarla con vitamina D para que tu hijo absorba mejor el calcio de tu leche, si el médico te lo recomienda.
Algunas veces las madres tienen que volver al trabajo y no pueden amamantar tan seguido como antes o simplemente los senos dejan de producir leche, en ese caso no te sientas culpable, siempre se puede complementar con fórmula. Después de los seis meses tu médico te recomendará que agregues poco a poco otros alimentos. Si sigues produciendo leche, y tu bebé sigue queriendo, puedes darle pecho incluso hasta que tenga uno o dos años.
La leche materna es fundamental para el desarrollo y el crecimiento de tu bebé. Así que no lo dudes, ¡es el mejor regalo que le puedes dar!
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