La cirugía plástica más allá de cambiar la apariencia física, puede tener muchos beneficios psicológicos como aumentar la autoestima o el amor propio. Sin embargo, tienes que evaluar con cuidado tus motivaciones.
Hay muchas razones por las cuales millones de personas se someten a la cirugía cosmética o cirugía plástica cada año. Una de las razones es para sentirse mejor con uno mismo. Está comprobado que las personas que tienen una alta autoestima son más seguras, les va mejor en el trabajo y en las situaciones sociales y tienen relaciones estables. Por eso, muchos especialistas consideran a la cirugía plástica como una “cirugía psicológica” porque afecta el estado emocional. Según un estudio realizado por la Universidad de Florida, en la mayoría de los casos la autoestima de las personas que se someten a una intervención estética se eleva porque produce beneficios psicológicos importantes.
De todas maneras, esto no significa que las carencias emocionales de las personas desaparecerán simplemente por cambiar de apariencia. Hay quien busca recuperar la autoestima perdida en una operación, y ése no es lugar adecuado para encontrarla.
Para la mayoría de las personas, la cirugía estética sólo significa un estímulo que ayuda al individuo a desarrollarse con más seguridad en los distintos aspectos de la vida cotidiana. Muchas mujeres confiesan que su vida sexual ha mejorado después de haberse sometido a una mastoplastía –una operación de los senos- porque a partir de entonces se sienten más seguras y atractivas. Aunque vale la pena aclarar que estas mejoras dependen de cada individuo, y ninguna operación puede mejorar la vida sexual si existe un problema psicológico grave. En este caso, es necesario recurrir a otro tipo de especialista –un psicólogo- que ayude a elevar la autoestima.
Los adolescentes actualmente desean someterse a cirugías estéticas con mayor frecuencia. Sin embargo, como su personalidad aún está en desarrollo es muy importante asesorarse de profesionales, así como que los padres mantengan una sincera comunicación con sus hijos para asegurarse de que están tomando la decisión adecuada. Si hay dudas al respecto, lo mejor es esperar hasta que cumplan la mayoría de edad.
Existen casos extremos de personas que padecen del Trastorno Dismórfico Corporal, el cual les hace obsesionarse por una apariencia física que siempre consideran desagradable. Por lo general, este trastorno surge en la adolescencia, por eso es necesario asegurarse que las razones por las que los chicos quieren someterse a una intervención quirúrgica son en verdad necesarias.
Sin embargo, es con los adolescentes donde los beneficios psicológicos de estas intervenciones son más apreciables, ya que son ellos los que la mayoría de las veces se muestran más seguros de si mismos y con una actitud más desenvuelta ante la vida después de una operación.
Si consideras que tu salud mental y física es adecuada y quieres someterte a algún cambio a través de cirugía estética, para sentirte mejor contigo mismo, consulta con tu médico sobre lo que debes tener en cuenta y las consecuencias de estos procedimientos antes, durante y después de la intervención. Es un tema que debe tratarse con cuidado y esperar resultados realistas: puede que quieras tener la nariz de las modelo más famosa, pero es probable que ni la cirugía más avanzada ni el mejor cirujano lo pueda lograr. El mejor punto de partida es aceptar que cada quien es diferente y ponerte objetivos que van acorde a tu realidad.
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Actualización de un artículo originalmente publicado en el 2009.