- El agua cumple una función fundamental en nuestro organismo, desde la regulación de la temperatura hasta el transporte de nutrientes y la eliminación de toxinas.
- El color de la orina, el mal aliento o el dolor de cabeza son algunos de los signos que nos pueden avisar de que necesitamos más agua.
- Aunque la falta de agua puede tener un desenlace fatal, también debemos saber que su exceso no es bueno y que hay que intentar mantener un adecuado equilibrio.
El agua es un elemento esencial para nuestra vida y desempeña un papel crucial en la salud y bienestar del ser humano. Aproximadamente el 60 % de nuestro cuerpo está compuesto por ella, lo que subraya su importancia en casi todas nuestras funciones de nuestro cuerpo. Desde la regulación de la temperatura corporal hasta el transporte de nutrientes y la eliminación de toxinas, el agua es valiosa para mantener el equilibrio y el buen funcionamiento de nuestros sistemas vitales.
Además, una hidratación adecuada contribuye a la salud de la piel, el funcionamiento óptimo de los órganos, y el rendimiento físico y mental. La falta de agua, o deshidratación, puede llevar a una serie de problemas de salud, desde fatiga y mareos hasta complicaciones más graves como fallos en el sistema renal y en casos extremos, la muerte. Por lo tanto, asegurar un consumo diario adecuado de agua es esencial para preservar nuestra salud y bienestar general.
“Una adecuada hidratación es crucial para la salud y se debe cuidar todos los días del año, no solamente cuando hace calor, que es quizás cuando prestamos más atención a beber”, comenta la Dra. Andrea Higuera, especialista en Dietética y Nutrición del Hospital La Luz de Madrid, España. “Igualmente, no se debe beber agua solo cuando aparece la sed, ya que esto indica que nos encontramos ligeramente deshidratados”, añade la experta.
Siete maneras de saber que necesitas más agua
Teniendo todo esto en cuenta, es inevitable que nos hagamos esta pregunta: ¿cómo puedo saber que estoy realmente bien hidratado? A continuación, te explicamos siete maneras sencillas de saberlo:
- Sensación de sed. La sed es el mecanismo que tiene nuestro cuerpo para hacernos saber que necesitamos más agua. Cuanto más intensa sea esta, más deshidratación estaremos sufriendo. Aunque es la manera más clara de saber que necesitamos beber, también debemos tener en cuenta que en algunos casos esta sensación disminuye con la edad, por lo que deberemos estar atentos a otros indicadores.
- Fíjate en el color de la orina. Una de las formas más sencillas para saber si estamos bien hidratados es comprobar el color de nuestra orina. Cuanto más clara sea esta, mejor hidratados estaremos y al revés. Por eso, si ves que el color de tu orina es muy oscuro, es un signo de que necesitas beber más agua.
- Orinar con frecuencia. Ir al baño a orinar con regularidad es una señal de que estamos bien hidratados. Cuando no bebemos suficiente agua, nuestro cuerpo trata de ahorrar la poca que tiene, y por eso, no sentimos la necesidad de ir al baño tan seguido.
- Dolor de cabeza. Uno de los primeros síntomas de la deshidratación es el dolor de cabeza, porque la ingesta inadecuada de agua afecta al volumen de nuestra sangre y al líquido que envuelve nuestro cerebro o líquido cefalorraquídeo. Por eso, si notas un leve dolor de cabeza y no sabes el motivo, quizás es que no hayas bebido lo suficiente.
- Mal aliento. Cuando nos deshidratamos, nuestro cuerpo produce menos saliva para conservar agua. La saliva ayuda a mantener limpia nuestra boca, y al tener menos, las bacterias que normalmente están ahí pueden multiplicarse y causar mal aliento.
- Sequedad en piel y labios. Cuando estamos bien hidratados, nuestra piel y nuestros labios se muestran húmedos y elásticos. Cuando los notamos secos, puede deberse precisamente a la falta de agua en nuestro cuerpo.
- Nivel de energía. Cuando estamos deshidratados, la cantidad de sangre en nuestro cuerpo disminuye, lo que reduce el suministro de oxígeno y nutrientes a nuestros órganos y tejidos. Esto puede hacer que nos sintamos cansados, ya que es más difícil para el cuerpo producir energía.
¿Y qué pasa si bebo demasiado?
Como has podido ver, el agua es fundamental para nuestra vida, pero como todas las cosas, su exceso tampoco es bueno.
Una de las consecuencias que puede ocasionar el consumo excesivo de agua es lo que se conoce como intoxicación hídrica o hiponatremia. La sobrehidratación hace que las células de nuestro cuerpo, incluidas las del cerebro, se hinchen, produciendo confusión, somnolencia, dolores de cabeza, hipertensión y frecuencia cardiaca baja.
Por eso es mejor estar atento a los síntomas que te hemos explicado para intentar mantener un adecuado equilibrio, bebiendo el agua que nos hace falta, pero sin pasarnos. Tu cuerpo es sabio, ¡escúchalo!
Por Miguel Ramudo
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