El bienestar sexual a los 50 es una parte esencial de la salud integral. A medida que envejecemos, nuestro cuerpo cambia, pero eso no significa que el deseo o el placer desaparezcan. De hecho, muchas personas descubren nuevas formas de conexión y satisfacción en esta etapa de la vida.
Para algunas mujeres, la menopausia puede traer consigo ciertos desafíos, como sequedad vaginal o fluctuaciones en la libido. Sin embargo, con las estrategias adecuadas, es posible mantener una vida sexual activa y gratificante.
Hoy exploramos cómo potenciar la salud íntima después de los 50 con la guía del Dr. Joan Matas, ginecólogo integrativo en Barcelona, España.
Transformaciones en la salud íntima a los 50
Con la llegada de la perimenopausia y la menopausia, el cuerpo experimenta cambios hormonales significativos. La disminución de estrógenos puede afectar la lubricación vaginal, la elasticidad de los tejidos y la respuesta sexual.
“Los estrógenos participan en la lubricación, elasticidad y bienestar del tejido vaginal. Con un nivel bajo de estrógenos, el tejido vaginal puede volverse más delgado y seco”, explica el Dr. Joan Matas.
Algunos de los factores clave que influyen en el bienestar sexual incluyen:
- Niveles hormonales: La reducción de estrógenos y progesterona puede disminuir la libido.
- Estrés y ansiedad: El cortisol elevado interfiere con el deseo sexual.
- Salud general: Enfermedades como diabetes o hipertensión pueden afectar la función sexual.
- Factores emocionales: Cambios en la autoestima o la conexión emocional pueden influir en la vida íntima.
Para contrarrestar estos efectos, es fundamental adoptar hábitos saludables y conocer estrategias para mejorar la calidad de las relaciones.
Cómo combatir la sequedad vaginal y mejorar la lubricación
La sequedad vaginal es uno de los síntomas más frecuentes en mujeres de 50 años o más, pero tiene solución.
Te explicamos ahora cuáles son los factores que contribuyen a la sequedad vaginal:
- Disminución de estrógenos: Reduce la hidratación de la mucosa vaginal.
- Uso de productos irritantes: Jabones con fragancia y duchas vaginales alteran el pH.
- Consumo de medicamentos: Antihistamínicos y antidepresivos pueden reducir la lubricación.
- Estrés crónico: El aumento del cortisol interfiere con la producción hormonal.
- Deshidratación: No beber suficiente agua también afecta la mucosa vaginal.
Para contrarrestar la sequedad y mejorar el confort en la vida diaria y en las relaciones sexuales, es importante adoptar hábitos que favorezcan la hidratación vaginal.
- Hidratantes vaginales: Productos con ácido hialurónico ayudan a restaurar la humedad natural.
- Lubricantes a base de agua: Ideales para evitar molestias durante el acto sexual.
- Ejercicios de suelo pélvico: Mejoran la circulación y fortalecen la musculatura vaginal.
- Ácidos grasos esenciales: Omega-3 y vitamina E favorecen la elasticidad de los tejidos.
“El uso constante de hidratantes vaginales puede favorecer la integridad de la mucosa, humedecer el tejido subyacente y mejorar la estructura de los pliegues y rugosidades vaginales”, explica el Dr. Matas.
Impacto emocional y hormonal en la vida íntima
El bienestar sexual no solo depende de factores físicos, sino también de la estabilidad emocional y psicológica. Estos son los efectos de los cambios hormonales en la lívido:
- Disminución de dopamina y serotonina: Puede provocar apatía sexual.
- Aumento del cortisol: Eleva el estrés y reduce la energía.
- Trastornos del sueño: Dormir mal impacta el deseo sexual.
Aquí te ofrecemos algunas estrategias para intentar mejorar el equilibrio emocional y de ese forma recuperar el deseo:
- Meditación y yoga: Reducen el estrés y mejoran la conexión con el propio cuerpo.
- Descanso adecuado: Dormir entre 7 y 8 horas favorece la regulación hormonal.
- Dieta equilibrada: Nutrientes como magnesio y vitamina B6 promueven el bienestar emocional.
“Cuando el estrés es alto, el cuerpo usa la progesterona para producir cortisol, lo que puede afectar la libido. Por eso es fundamental aprender a manejar el estrés”, comenta el especialista.
Redescubrir el placer: Autoconocimiento y exploración
La sexualidad no tiene fecha de caducidad, y los 50 pueden ser una oportunidad maravillosa para redescubrir el placer y conectar con nuevas formas de intimidad. “Muchas mujeres descubren que el deseo no depende solo de las hormonas, sino también de la intimidad emocional y la conexión con la pareja”, afirma el Dr. Matas, que nos ofrece estos consejos para mejorar la intimidad a los 50:
- Comunicación abierta: Hablar sobre deseos y expectativas fortalece la intimidad.
- Autoconocimiento: Explorar el propio cuerpo ayuda a mejorar la respuesta sexual.
- Ejercicios de Kegel: Fortalecen los músculos pélvicos y aumentan la sensibilidad.
- Crear un ambiente propicio: Velas, música y aceites esenciales pueden mejorar la experiencia íntima.
El bienestar sexual a los 50 no solo es posible, sino que puede ser una etapa de plenitud y autodescubrimiento.
El bienestar sexual a los 50 es una realidad alcanzable con el enfoque adecuado. Con la ayuda de hidratantes vaginales, la gestión del estrés, el autoconocimiento y una comunicación abierta con la pareja, es posible disfrutar de una vida íntima plena y satisfactoria.
Más allá de los cambios físicos, esta etapa puede convertirse en una oportunidad para fortalecer la conexión con una misma y con la pareja, permitiendo una sexualidad más libre, madura y enriquecedora.
Preguntas frecuentes sobre bienestar sexual a los 50
¿Cómo afecta la menopausia al deseo sexual?
La reducción de estrógenos puede disminuir la libido, pero el deseo no desaparece. La estimulación adecuada y la conexión emocional pueden potenciar el placer.
¿Qué lubricantes son mejores para la menopausia?
Los lubricantes a base de agua y los hidratantes vaginales con ácido hialurónico son ideales para reducir la sequedad.
¿Cómo mejorar la autoestima en esta etapa?
El ejercicio, el autocuidado y la comunicación con la pareja pueden ayudar a fortalecer la confianza y la seguridad en la vida íntima.
¿Los ejercicios de Kegel realmente mejoran la vida sexual?
Sí, fortalecen los músculos pélvicos, mejoran la sensibilidad y previenen la incontinencia urinaria.
¿Cuánto influye el estrés en la libido?
El estrés eleva los niveles de cortisol, lo que puede reducir el deseo sexual. Técnicas de relajación y descanso adecuado pueden ayudar a contrarrestarlo.
Por Miguel Ramudo
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