¿Tener cáncer te imposibilita viajar?
El diagnóstico de cáncer no tiene por qué dejarte encerrado en casa. Viajar con cáncer (ya sea que te hayas estabilizado o si estás todavía en tratamiento), es posible, pero requiere que tomes precauciones y sigas las recomendaciones de tu oncólogo(a). Aun así, hay situaciones en las que no se recomienda viajar. Aquí te informamos al respecto.
Viajar con cáncer
¿Estás planeando un viaje de vacaciones? Quizás quieras visitar un lugar turístico con la familia, o necesites viajar por razones de trabajo o para solucionar un problema personal. El motivo es secundario. Lo más importante, como en el caso de cualquier otra condición de tipo crónico, es que planifiques con tiempo y estés preparado. Cada paciente con cáncer es único y tiene necesidades específicas según su caso, por eso el primer paso antes de hacer las maletas es consultar con tu oncólogo(a). Sí se puede viajar con cáncer. Él o la doctora determinarán si es conveniente o no que realices el viaje, evaluará tu estado físico y te dará recomendaciones precisas sobre lo que debes hacer para proteger tu salud durante el mismo, si es necesario cualquier tipo de restricción (actividades, comidas), o el mejor momento de hacerlo teniendo en cuenta tu programa de tratamientos.
Aprovecha la visita con tu oncólogo(a) para solicitar lo siguiente:
1. Recetas de los medicamentos que tomas (además de la cantidad necesaria hasta tu regreso, te conviene llevar una cantidad adicional como precaución), antibióticos para protegerte de posibles infecciones si estás recibiendo quimioterapia o radiación y cualquier otro tipo de medicamento para aliviar síntomas como náusea, diarrea o dolor.
2. Pide una carta en la que se detalle tu diagnóstico, el tipo de tratamiento que recibes, y los medicamentos que tomas, por si necesitas recibir ayuda de emergencia durante el viaje
3. Consulta si necesitas vacunas para viajar a tu destino.
Otras medidas que puedes tomar antes de tu salida:
4. Verifica con tu seguro médico si tienes cobertura fuera de tu área si se trata de un viaje doméstico, bajo cuáles condiciones, y si te cubre en el extranjero.
5. Si necesitas medicamentos de uso controlado, como la morfina o la codeína, y piensas viajar fuera del país, llama a la embajada del país de destino para saber si su uso es legal allí, pues muchas de estas medicinas están restringidas.
6. Lleva todos tus medicamentos en sus envases originales. Si viajas por avión, llévalos en una bolsa plástica transparente, junto con tu carta médica, para que te sea más fácil pasar por los controles de seguridad. Llévalos contigo como parte de tu equipaje personal. Si se extravía la maleta, no te faltarán los medicamentos hasta que la recuperes.
7. No se te olvide de llevar contigo tu tarjeta de seguro médico, números de teléfonos de tu médico, hospital o enfermera de oncología por si tú o el personal médico en el lugar de destino necesitan comunicarse con ellos.
8. Lleva contigo máscaras para protegerte en aeropuertos, cabinas de avión y otros lugares en los que puedas estar en contacto con mucha gente y estar en mayor riesgo de contraer infecciones.
9. Recuerda empacar y usar una crema protectora solar con un FPS de 30 o más. Algunos medicamentos aumentan la sensibilidad al sol, así que evita exponerte demasiado a él. Además de la crema, considera llevar pañuelos, gorras o sombreros, así como ropa holgada y de manga larga para protegerte mejor.
10. Si has tenido una mastectomía y te extirparon ganglios en la axila, recuerda usar tu manga de compresión en el/los brazos para aliviar la inflamación y el dolor provocado por el linfedema (especialmente en la cabina del avión). Evita llevar mucho peso en el brazo del lado de la mastectomía. Es más, viaja con un equipaje lo más ligero posible.
Cuando debes quedarte en casa y/o esperar un poco más
Tu salud es lo primero, y hay circunstancias que impiden que puedas realizar un viaje, especialmente uno largo por avión, o a un lugar en el que no puedas recibir ayuda médica de emergencia. Nuevamente, es tu oncólogo(a) quien debe tener la última palabra. Por lo general, no se recomienda que viajes sin su consentimiento y supervisión si has tenido una cirugía reciente. Esto puede ser si has recibido un trasplante de médula ósea en los últimos 6 a 12 meses, si el nivel de tus plaquetas es bajo o sientes que te falta el aire con frecuencia.
- En el caso de una cirugía: consulta con el cirujano sobre tus planes y si es recomendable viajar por avión. Por lo general, puedes volar una vez que ya puedes realizar tus actividades diarias sin problemas, puedes volar, pero a veces, debes esperar cierto tiempo. En algunos procedimientos en los ojos, necesitas esperar de 2 a 6 semanas antes del vuelo. En el caso de cirugías en el abdomen, el tórax (los pulmones) o el cerebro, debes esperar al menos 10 días hasta que el aire que podría haber quedado atrapado en el cuerpo se disuelva. Si tomas un avión antes de este tiempo, la presión dentro de la cabina del avión puede expandir los gases y crear presión dentro del cuerpo causando dolor.
- Después de un trasplante de médula ósea o células madre: como después de estos procedimientos se tiene mayor riesgo de infección, los médicos no recomiendan viajar hasta que pasen al menos 6 meses. Una vez que los conteos de sangre alcancen sus niveles normales y se estabilicen, puedes planificar tu viaje.
- Si el nivel de tus plaquetas es bajo (trombocitopenia): las plaquetas son el componente de la sangre que se encarga de la coagulación. Cuando los niveles están bajos tienes mayor riesgo de sufrir sangrados y hemorragias. Los tratamientos para el cáncer, como la quimioterapia, tienden a reducir el nivel de las plaquetas. No se recomiendan los viajes cuando los niveles de las plaquetas están por debajo de los 40,000 ml cúbicos de sangre.
- Si tienes falta de aire: tanto el cáncer como los tratamientos pueden dificultar la respiración. Muchos pacientes necesitan oxígeno adicional, especialmente en las cabinas de un avión. Si tu doctor aprueba el viaje, llama a la aerolínea para confirmar que el servicio de oxígeno está disponible y si tiene algún cargo adicional. También solicita servicio de silla de ruedas para que te canses lo menos posible.
El cáncer no tiene que limitar tu vida, si tu estado de salud lo permite. Viajar con cáncer es posible, pero debes tomar las precauciones necesarias. La Sociedad Americana del Cáncer (American Cancer Society) recomienda lo siguiente durante el viaje: llevar una dieta sana, evitar la comida chatarra, y mantenerte activo (pero sin hacer esfuerzos excesivos). En todos los casos, tu oncólogo(a) debe tener la última palabra. Sigue sus recomendaciones al pie de la letra, incluso si debes postergar el viaje para una mejor oportunidad.
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