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El cáncer colorrectal afecta, como su nombre lo indica, al colon (el intestino grueso) y al recto. Es un cáncer que es común tanto en los hombres como en las mujeres, pero que gracias a los exámenes de detección, puede ser altamente prevenible y tratable. Aquí te contamos más acerca de este tipo de cáncer que afecta tu intestino grueso, cuáles son sus factores de riesgo y qué puedes hacer para prevenirlo.

Cuando de cáncer se trata, sería ideal poder decir que algunas partes del cuerpo se salvan de que éste sea una amenaza potencial. Pero no. Tristemente, muchos órganos de nuestro organismo están en riesgo de desarrollarlo y el intestino grueso (el colon) y el recto, no son la excepción.  Con frecuencia, el cáncer no aparece de “pura casualidad”. Hay factores en tu vida diaria y en tu estilo de vida que pueden hacer que se desarrolle más fácilmente.

Para no ir más lejos, unos datos publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) establecen una relación directa entre el cáncer colorrectal y el estilo de vida occidental. Tal parece que de este lado del mundo, las dietas ricas en calorías, grasa, carbohidratos (azúcares) refinados y la proteína animal (carne) que se combinan con un estilo de vida sedentario, hacen que el cáncer que afecta al aparato digestivo, y en concreto al intestino, estén aumentando.En los Estados Unidos, por lo menos, el cáncer colorrectal ocupa el puesto número 4 en los de mayor incidencia (el tercero en las mujeres). Por eso, este tipo de cáncer no debe verse como aislado de otras condiciones que afectan a la población como por ejemplo, la obesidad.

El cáncer del colon y del recto o cáncer colorrectal también puede desarrollarse si tienes algunos factores de riesgo como los siguientes:

  • Tener más de 50 años. Si bien el cáncer colorrectal ocurre también en personas más jóvenes, es más común que se presente luego de esta edad.
  • Tener pólipos en los intestinos; o haber tenido cáncer de colorrectal o de colon o recto previamente.
  • Sufrir de enfermedades inflamatorias de los intestinos, como colitis. (Me refiero a la enfermedad de Crohn o la enfermedad de colitis ulcerativa, por ejemplo).
  • Ser de raza negra.
  • Llevar una dieta alta en grasa y baja en fibra. Algunos han asociado el riesgo de sufrir cáncer del colon y cáncer del recto en personas que consumen mucha carne roja y procesada.
  • No hacer ejercicio. La vida sedentaria contribuye al desarrollo del cáncer colorrectal.
  • Fumar y abusar del alcohol.
  • Estar en sobrepeso o ser obeso.
  • Tener diabetes, ya que la resistencia a la insulina puede aumentar las posibilidades de desarrollar el cáncer colorrectal.

La mejor manera de prevenir el cáncer colorrectal, es cambiando aquellos hábitos de tu vida que pueden ponerte en riesgo. Por ejemplo: incorpora más frutas, verduras y granos enteros o integrales (que aportan fibra) en tu dieta diaria; haz ejercicio regularmente; no fumes; no tomes alcohol o, si bebes, hazlo en moderación; mantén un peso saludable de acuerdo a tu estatura, tu sexo y tu edad.

También, es importante que te hagas el examen de detección del cáncer colorrectal, conocido como colonoscopía a los 50 años (o antes si tienes síntomas o antecedentes de parientes cercanos que han tenido cáncer del colon o cáncer rectal a los 50 años o más jóvenes). En este examen se puede también ver si tienes pólipos rectales que podrían volverse cáncer, que por cierto, tu médico podría quitar durante el mismo procedimiento (la colonoscopía) y que podrían salvarte la vida.  También existen otros exámenes para detectar el cáncer del colon y el cáncer del recto, (mediante una radiografía computarizada) puedes hablar con tu médico sobre cuál es la mejor opción para ti. En este caso si te detectan un pólipo, de todas formas tendrías que someterte a la colonoscopía para que te lo quitaran. En ambos casos necesitas tomar una preparación para que se limpie el colon antes del estudio.

No esperes a que se presenten los síntomas para tomar medidas. Muchas veces este cáncer es silencioso (no da síntomas) en su fase inicial. Por otro lado, si aparecen los siguientes signos o síntomas, debes de acudir a tu médico para una evaluación porque podrían ser señales de alerta de un cáncer colorrectal:

  • Cambios en la consistencia de tus heces fecales y en tus hábitos de defecar.
  • Diarrea o constipación por varias semanas.
  • Sangre en tus heces o sangrado por el recto
  • Fatiga y/o debilidad
  • Pérdida de peso sin explicación
  • Molestias persistentes en el abdomen como cólicos, gases y dolor.

¡No esperes! Si se detecta a tiempo, el cáncer del colon y del recto es se puede tratar. Y, desde luego toma medidas para reducir tus factores de riesgo. Está en tus manos.

 

Imagen © iStock / Eraxion

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