¿Sabías que el cáncer del pulmón es el que cobra la vida de más personas en Estados Unidos? Lo irónico es que es el cáncer más fácil de evitar: simplemente, dejando de fumar…
Si sumáramos toda la gente que muere por cáncer del seno, de la próstata y del colon, no lograríamos alcanzar a la cantidad de gente que muere de cáncer del pulmón. Y sin embargo, es el más fácil de evitar.
¿Por qué? Es muy sencillo. Se ha comprobado que aproximadamente un 90% de los casos de cáncer del pulmón suceden en gente que fuma o que ha fumado alguna vez. Nadie les ha impuesto fumar (a pesar de que le echemos la culpa a la publicidad)… es un mal hábito que han adquirido por decisión propia. Por eso es que es tan fácil de evitar, pues es producto de una decisión personal.
Si tú fumas, es mejor que te enteres de lo que hace el cigarrillo en tus pulmones.
El humo del cigarrillo, desde la primera aspirada, causa cambios en los tejidos internos de tus pulmones pues contiene más de 4,000 sustancias químicas, muchas de ellas cancerígenas. Se supone que tus pulmones tienen la capacidad de recuperarse las primeras veces, pero mientras más fumes, las células del tejido que cubre tus pulmones se empiezan a afectar y ya no pueden reaccionar de la misma manera… es ahí cuando el cáncer surge. Esas células empiezan a crecer y a multiplicarse de una forma anormal, formando masas o tumores.
¿Qué estás esperando para dejar de fumar? Está comprobado que mientras más humo de cigarrillo entre en tus pulmones, mayor será el daño. Eso quiere decir que si fumas muchos cigarrillos al día, llevas muchos años fumando o empezaste muy joven, mayores son tus posibilidades de padecerlo.
No busques excusas. Muchos fumadores suelen disculparse diciendo: “para qué dejo de fumar si el daño ya está hecho”. Sin embargo, si no tienes tos o síntomas, no es tarde para dejarlo. Si dejas de fumar ahora, mayores son tus probabilidades de prevenir el cáncer de pulmón.
Otros fumadores, en cambio, prefieren esperar a que aparezca “la tos” para alertarse y dejar de fumar. Ahí sí será ya muy tarde, pues la mayoría de las veces los síntomas del cáncer no aparecen sino hasta que la enfermedad ya está muy avanzada. Incluso, las células cancerígenas de tus pulmones pueden diseminarse rápidamente por otras partes del cuerpo antes de que tengas los primeros síntomas (esto se conoce como metástasis). El esperar no es una buena estrategia.
Y si tú convives con una persona que fuma mucho, también estás en un grave riesgo de desarrollar cáncer de pulmones. Aunque tú no fumes directamente, el humo del cigarrillo que está en el ambiente también entra en tus pulmones. Lo mejor es que lo evites como sea. Pídele a esa persona que lo deje o que, al menos, no fume en casa.
¿Ahora entiendes porqué en algunos lugares en Estados Unidos está prohibido fumar en sitios públicos como bares y restaurantes? Es más que justo. Si eres fumador o fumadora, haz un esfuerzo por tu salud y la de los demás. Dale un respiro a tus pulmones.