El 4 de febrero se conmemora el Día Mundial del Cáncer, una enfermedad que se considera una epidemia global, ya que los datos más recientes –de 2020– calculan que hay unos 18 millones de casos en todo el planeta. Y las estimaciones es que, para 2030, prácticamente se dupliquen y alcancen los 30 millones de casos. Los datos más recientes en Estados Unidos son de 2019: se notificaron 1,7 millones de nuevos casos, con casi 600.000 fallecimientos.
El cáncer es un término que abarca más de 200 enfermedades distintas. Incluso una sola enfermedad, como el cáncer de mama, son en realidad diferentes enfermedades que deben ser tratadas de manera distinta.
“La prevención es uno de los grandes retos”, subraya el profesor Josep Tabernero, que dirigió la Sociedad Europea de Oncología entre 2018 y 2019. Como destaca, aproximadamente el 45% de los tumores son prevenibles “con modificaciones más o menos fáciles de los estilos de vida”.
Otro aspecto que considera fundamental es potenciar la investigación en el campo de la prevención. “Se ha investigado mucho en el mejor diagnóstico, en el mejor tratamiento, pero no tanto en conocer los mecanismos por los que se produce el cáncer y cómo contrarrestarlos. Es un gran reto”, advierte.
Pero, ¿cómo prevenir el cáncer? El profesor Tabernero cita:
- No fumar
- Beber el mínimo alcohol posible
- Evitar estar sentado todo el día
- Hacer ejercicio con regularidad
- Evitar las comidas grasas
- Comer más vegetales y frutas
- Evitar recibir luz del sol durante mucho tiempo
- Evitar la contaminación atmosférica (de gases de los coches y fábricas)
- Evitar la contaminación natural (de gases como el radón)
- Seguir los calendarios de vacunación contra virus que causan cáncer (papilomavirus y hepatitis)
- Seguir los programas de screening:
- mamografías contra el cáncer de mama
- el test de Papanicolau para el cáncer de cuello de útero
- cribado en heces para el cáncer de colon
- Vigilar si nos aparece un lunar sospechoso en tamaño o en color
“Si todos seguimos estos consejos, la tendencia creciente de aparición de casos se reducirá y acabará disminuyendo en 2040”, explica el experto, que además es jefe del departamento de Oncología del Hospital Universitario Vall d’Hebrón de Barcelona y del Instituto Vall d’Hebrón de Oncología (VHIO).
Mejores medicamentos, tratamiento más personalizado
Uno de los grandes avances, según el profesor Tabernero, es que a día de hoy el tratamiento es personalizado en cuanto a la estrategia terapéutica: todos los pacientes se valoran en comités de tumores, con equipos multidisciplinares que deciden cómo tratar, de manera individualizada, cada cáncer. Además, el tratamiento con medicamentos se personaliza en función de las alteraciones genéticas de cada tumor.
Cambios en los ensayos clínicos
“La manera en que se investigan los nuevos fármacos también ha cambiado, lo que permite aprobarlos antes, con estudios más eficientes y más pequeños. Nuevos diseños de ensayos clínicos, como los ensayos basket (con varios tumores distintos y en diferentes lugares del cuerpo en un mismo estudio), permiten investigar alteraciones poco frecuentes en un tumor determinado. Así, los fármacos están disponibles antes para los pacientes, pero sin perder rigurosidad, porque muchas de estas aprobaciones basadas en estudios de pocos enfermos están basadas en datos ‘del mundo real’. Es decir, de la práctica clínica habitual”, detalla.
Más mujeres en los estudios
Durante muchos años, la mayoría de la investigación se realizaba casi exclusivamente en hombres. El doctor Tabernero señala que esta tendencia “está cambiando, pero sigue siendo un reto pendiente. Incluso en algunos medicamentos, por los cambios hormonales de la mujer, deberían hacerse estudios en mujeres premenopáusicas y postmenopáusicas. Las autoridades regulatorias de USA (FDA) y Europa (EMA) ya exigen que se tengan en cuenta estos parámetros”.
¿Y en cáncer de colon?
El profesor Tabernero es un referente mundial en el cáncer de colon. En este campo, entre otros avances, subraya, a nivel diagnóstico, la importancia de la introducción de la biopsia líquida. “Es una herramienta que nos ayuda a seguir mejor a los pacientes y su evolución, para saber mejor qué tratamiento utilizar”, indica.
En cuanto a las nuevas medicaciones, comienzan a surgir tratamientos específicos para determinadas mutaciones de cáncer de colon, como BRAF o KRAS. O, en caso de tener una característica denominada inestabilidad de microsatélites se ha desarrollado la inmunoterapia, que estimula el sistema inmune del paciente para que sea este el que ataque al tumor. “El caso del cáncer de colon es un ejemplo de lo que está pasando en la mayoría de tumores: hacer medicina de precisión basada en el perfil genético de los tumores es ya una realidad”, concluye.
Por Javier Granda Revilla
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