Para muchas personas mayores, dejar de manejar su coche no es solo una decisión práctica, sino un cambio profundo en su autonomía y estilo de vida. Un reciente estudio realizado por Fundación MAPFRE y el Hospital de Sant Pau ha analizado el impacto social y emocional de este proceso, destacando los desafíos y las vivencias que lo acompañan.
El cese de la conducción en personas mayores: seguridad y autonomía
El informe subraya la importancia de equilibrar la seguridad vial con el derecho a la movilidad. Aunque es evidente que nadie debería conducir si representa un riesgo, tampoco se debe limitar la independencia sin motivo. El deterioro cognitivo es un factor clave en el cese de la conducción en personas mayores, aunque también influyen otros aspectos como la presión familiar, problemas de salud o la dificultad para renovar la licencia o permiso.
Impacto emocional del abandono del volante en adultos mayores
El estudio se basó en entrevistas a 45 personas que dejaron de conducir en los últimos cinco años, así como a sus familiares. Sus testimonios revelan que el cese de la conducción en personas mayores puede generar emociones encontradas, desde el alivio hasta la frustración por la pérdida de independencia.
Entre los datos más relevantes:
- 45 % de los familiares sentía inseguridad antes de que su ser querido dejara de manejar.
- 61 % de los casos indican que el deterioro cognitivo fue la causa principal del abandono del volante en adultos mayores.
- 74 % de los familiares consideraron que el cese fue forzado, aunque 55 % de los conductores dijo que fue una decisión voluntaria.
Cómo facilitar el cese de la conducción en personas mayores
Para que este proceso sea más llevadero, el estudio sugiere diversas estrategias:
- Comunicación empática: Hablar con claridad y respeto sobre la situación.
- Evaluaciones médicas adecuadas: Asegurar que la decisión se tome con base en la salud real del conductor.
- Alternativas de movilidad accesibles: Uso de transporte público adaptado o apoyo de familiares y amigos
- Apoyo emocional: Evitar que la persona mayor se sienta aislada o inútil tras dejar de conducir.
Preguntas y respuestas sobre el cese de la conducción en personas mayores
¿A qué edad debería dejar de conducir una persona mayor?
No hay una edad fija, pero factores como reflejos, visión y estado cognitivo deben evaluarse periódicamente.
¿Cómo convencer a una persona mayor de que deje de conducir?
Hablar con empatía, explicar los riesgos y ofrecer alternativas de movilidad seguras.
¿Qué alternativas existen para quienes dejan de conducir?
Transporte público, taxis, vehículos compartidos y redes de apoyo familiar o comunitario.
¿Es obligatorio dejar de conducir si se tiene deterioro cognitivo?
Depende del grado. En casos leves, aún pueden conducir con precaución, pero en casos moderados o graves es recomendable cesar la conducción.
¿Qué impacto tiene el abandono del volante en adultos mayores?
Puede generar pérdida de independencia, pero con un buen plan de movilidad, se puede minimizar el impacto negativo.
Por Karla Islas Pieck
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