Hay partes del cuerpo a los que no les damos el reconocimiento que se merecen. Me refiero a las manos. ¿Te has puesto a pensar en todo lo haces con las manos y todo lo que no podrías hacer sin ellas? Gracias a una organización maravillosa llamada ReSurge International y a un grupo de voluntarios de varios países, fuimos a La Paz Bolivia a realizar cirugías reconstructivas de las manos gratis para ayudar a mas de 60 niños, adolescentes y adultos que las necesitaban.
Sabemos que en épocas económicas difíciles el desempleo aumenta y hay personas a las que les es difícil encontrar trabajo durante un tiempo, pero hay personas para las cuales es difícil encontrar trabajo por muchos años, independientemente de lo que sucede en el mundo en general. Me refiero a las personas que por diferentes razones, ya sea que hayan sufrido un accidente en su trabajo (con una máquina), en su casa (con fuego), o que debido a una enfermedad (una contractura o deformación) o por lesiones de nacimiento no tienen el uso de una o ambas manos. Estas personas se encuentran limitadas en su habilidad no sólo de trabajar pero, a veces, hasta de poder cuidarse a si mismas o de proveer para sus familias. Si se trata de un niño o niña, puede ser una marca que los haga sufrir y cambie su personalidad por toda la vida, o que incluso, les imposibilite o limite su habilidad de asistir a la escuela o de participar en los juegos o las actividades de sus compañeros o amigos. ReSurge International nació pensando en personas que requieren cirugías reconstructivas para vivir vidas productivas y positivas.
ReSurge International es una organización sin fines de lucro que se creó hace más de 42 años. Su nombre original fue InterPlast, pero recientemente cambió su nombre a ReSurge porque realmente refleja mejor lo que hace. Fue creada por un cirujano plástico de California, el Dr. Donald Laub. Y aunque cuando pensamos en cirugías plásticas generalmente pensamos en cirugías cosméticas, lo que hacemos en ReSurge son cirugías reconstructivas que incluyen labio leporino y cirugías de mano, en donde les damos a las personas una segunda oportunidad. Es un resurgimiento, de allí el nombre de ReSurge.
La organización es internacional y hasta el momento está colaborando activamente en 14 países en varios continentes. La idea es no sólo la de participar como un grupo de voluntarios llevando todo el equipo, los medicamentos, la anestesia y haciendo las cirugías de las personas en el lugar que se visita, sino además, de capacitar, entrenar y colaborar con médicos locales para que ellos continúen con la labor a nivel local. Ese es el caso, por ejemplo, con el Dr. Jorge Terrazas y su Fundación “S.O.S. Manos Bolivia”.
Yo tuve la oportunidad de participar con ReSurge en su reciente misión en La Paz Bolivia. Les puedo decir que es una experiencia no sólo maravillosa, estimulante, por momentos triste, en otros alegre y hasta podría llamarle espiritual. La cantidad de personas que necesitan este tipo de ayuda, como se imaginarán, es enorme. El Dr. Jorge Terrazas, nuestro colaborador en La Paz, había preseleccionado a un grupo de pacientes, y se continuó la selección durante nuestra estancia allí. El grupo de 16 voluntarios estuvo constituido por cirujanos plásticos, anestesiólogos, una pediatra, una terapista física, enfermeras, personal de ReSurge, mi esposo — un miembro de la mesa directiva de ReSurge (que además funcionó como traductor) — y yo. Proveníamos de Estados Unidos, Canadá, Francia, Holanda, México y Colombia.
Los pacientes variaron en edad desde pequeñitos de meses hasta gente de la tercera edad y los problemas incluyeron desde correcciones de deformaciones por quemaduras, por accidentes, por artritis, por otras enfermedades, por complicaciones de operaciones previas mal realizadas, por defectos de nacimiento, a la eliminación de dedos supernumerarios (sea dedos extras), entre otras.
Hubo muchas historias personales muy emotivas. En más de una ocasión se nos llenaron los ojos de lágrimas. Aunque se citaron a las personas a las 7:00 AM el primer día, muchas se presentaron a las 5:00 AM porque tenían miedo de perder su turno. Algunas viajaban durante día y medio desde áreas rurales del país. Algunas venían para una segunda cirugía, entusiasmadas por la oportunidad de que les hicieran los siguientes 2 dedos, ya que no se podían hacer más de 2 dedos a la vez, y ya habían tenido una experiencia maravillosa el año pasado.
El lunes en que iniciamos la clínica, empezamos con los exámenes médicos para asegurarnos que estaban médicamente bien para la anestesia y la cirugía. La clínica duró de las 8:00 AM a las 8:30 PM. Fue un día prolongado pero muy productivo. Aunque fue largo para nosotros, estoy segura que fue mucho más largo para los pacientes que esperaban para ver si calificaban para la cirugía y si estarían incluidos entre los 60 pacientes que se operarían en las siguientes dos semanas en que los voluntarios de ReSurge permanecerían en LaPaz.
Afortunadamente fueron muchas las personas que si pudimos aceptar. Hubo muchísimas sonrisas de satisfacción antes y después de los procedimientos. No faltaron los llantos de los pequeñines que no entendían lo que sucedía cuando se les estaba examinando, contrastados con los momentos de alegría cuando se despertaban después de la operación y estaban felices porque finalmente podían comer de nuevo o jugar con otro de los niños operados. La felicidad de los padres al saber que sus hijitos podrían tener el procedimiento y al verlos después del mismo, era igualmente gratificante para todos nosotros.
Obviamente que el apoyo del Hospital Militar Central (Cossmil) y su personal fue maravilloso y esto no se hubiese podido lograr sin la planeación previa del Dr. Jorge Terrazas en La Paz, y el personal de ReSurge desde California. Pero cabe decir que el grupo de voluntarios que dedica su tiempo y trabaja jornadas muy pesadas durante esas dos semanas es maravilloso. Yo diría que todos son como verdaderos ángeles.
Durante mi estancia en Bolivia junto con los voluntarios de ReSurge International, no hay duda que trabajamos arduamente, pero creo que la gratificación que obtuvimos fue por mucho mayor a lo que invertimos. Mi experiencia en Bolivia con la gente boliviana, el apoyo del Hospital Militar Central de la Paz, el Dr. Jorge Terrazas y su grupo S.O.S. Manos Bolivia, y especialmente el personal y los voluntarios de ReSurge es algo que jamás olvidaré. Y yo se que para la gente que recibió los servicios les cambió la vida, les dio una segunda oportunidad, un resurgimiento.
Imágenes © 2011 ReSurge International