- La cuarentena por el COVID obligó a muchas personas pasar meses dentro de la casa prácticamente sin salir. Esto redistribuyó roles y reconfiguró espacios de muchas casas, con un impacto duradero hasta el día de hoy. Además, esto llevó a repensar las metas y pasiones personales.
- El aislamiento y la incertidumbre durante la pandemia del COVID resaltaron la importancia de la salud y la conexión familiar. Eso a su vez afectó a la salud mental destacando la necesidad de tener una comunicación efectiva con toda la familia.
- Los niños y adolescentes fueron los más afectados, y cambiados, durante el COVID. Principalmente porque se vieron enfrentados a desafíos de cómo desarrollar positivamente su aprendizaje y el contacto social online. Esto significó un mayor apoyo familiar.
Aunque han pasado un par de años desde que la pandemia del 2020 frenó la vida social y exterior en el mundo entero, las secuelas del COVID-19 siguen afectando las dinámicas familiares, no solo en las rutinas, sino también en nuestras relaciones y estilos de vida. En este artículo ponemos el foco en los cambios y adaptaciones que tu familia pudo haber experimentado.
- Dinámicas del hogar. La cuarentena significó pasar mucho tiempo en casa, conociendo a los miembros de la familia en profundidad, incluso más de lo que piensas y esperabas. Los espacios físicos se reconfiguraron y los roles se repartieron más equitativamente. Esto ha tenido un impacto duradero, que tus hijos pueden reconocer en su vida diaria hasta el día de hoy. Sin contar el número de bebés que fueron engendrados durante la pandemia, lo que supuso un enorme desafío.
- Impacto en la salud mental. El aislamiento social y la incertidumbre tuvieron un efecto significativo en todos. Algunos miembros pueden incluso sentir las secuelas hasta hoy. Es vital mantener, como en la época del encierro, la comunicación efectiva, expresar los sentimientos y buscar soluciones todos juntos. Así se apoya el bienestar emocional de toda la familia. Por desgracia también, esta época significó muchos quiebres familiares y de parejas, lo que hasta la actualidad puede tener repercusiones.
- Adaptación de las tradiciones y celebraciones. Durante el COVID se hizo imposible viajar o visitar otras casas durante las fiestas, lo que adaptó las tradiciones. Aceptar la presencia virtual de un miembro ausente se ha vuelto más común. Aunque desafiante, esto demostró que con creatividad y flexibilidad es posible disfrutar tanto como antes.
- Reevaluar las prioridades. Muchas personas que perdieron familiares muy cercanos debido al COVID-19, lo que llevó a reevaluar prioridades, metas de vida y encontrar el valor en el tiempo que pasamos con los seres queridos. Además, la experiencia del confinamiento resaltó la importancia de la salud, la conexión familiar y la búsqueda de nuevas metas o pasiones. Muchos se mudaron a zonas menos urbanas, buscando esta tranquilidad y contacto con la naturaleza que deseaban hace mucho tiempo.
- Educación y desarrollo de los niños. Los niños y adolescentes fueron los más afectados por los cambios en la educación y la falta de contacto social en persona. Pasar horas en reuniones virtuales durante 1 o 2 años fue muy complejo, y más aun pensando la edad que tenían. Los jóvenes que iniciaron su carrera académica en este periodo tuvieron desventajas. El apoyo familiar en el aprendizaje y desarrollo emocional fue y sigue siendo clave, especialmente en edades difíciles.
- Fortalecimiento de los vínculos intergeneracionales. Preocuparse por la salud de los miembros mayores de la familia permitió a los jóvenes interesarse más en conocerlos en profundidad. Las familias ahora prestan más atención a los mayores, comprendiendo lo que significa tener una vida social reducida. Este enfoque fortalece a la familia y estrecha los vínculos, resaltando la importancia del apoyo mutuo.
- Innovación y uso de la tecnología. Las redes sociales y la tecnología fueron los grandes ganadores de la pandemia. Muchos hogares comenzaron a mostrar su vida en estas plataformas, para bien o mal. Así también la tecnología ayudó a mantener conectada a la familia, llegando a todas las generaciones y cambiando la forma en que nos comunicamos. Esto nos acerca al futuro y transforma todos los aspectos de la vida.
- La cuarentena por el COVID obligó a pasar muchos meses dentro de la casa sin salir. Esto redistribuyó roles y reconfiguró espacios de muchas casas, con un impacto duradero hasta el día de hoy. Además esto llevó a repensar las metas y pasiones personales.
- El aislamiento y la incertidumbre durante la pandemia del COVID resaltaron la importancia de la salud y la conexión familiar. Eso a su vez afectó a la salud mental destacando la necesidad de tener una comunicación efectiva con toda la familia.
- Los niños y adolescentes fueron los más afectados, y cambiados, durante el COVID. Principalmente porque se vieron enfrentados a desafíos de cómo desarrollar positivamente su aprendizaje y el contacto social online. Esto significó un mayor apoyo familiar.
Por Carlos Diego Ibáñez
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