El trabajo, las obligaciones diarias y la falta de ganas ya son suficientes para desanimarte, y como si eso fuera poco, ¡los niños! Es comprensible que el tiempo que puedes dedicarle ahora a la actividad física ha quedado reducido, sin embargo, no es excusa para que te olvides de ti. Para echarte una mano, aquí te contamos algunas claves para hacer ejercicio cuando se tienen hijos.
El estilo de vida sedentario tan característico de la sociedad actual se ha vuelto un problema de salud pública, pues se ha asociado a enfermedades que ponen en riesgo la vida misma de las personas, como los problemas cardíacos y la diabetes.
Por eso, junto con una dieta saludable, la recomendación es hacer ejercicios de manera regular, algo que de por sí puede ser difícil de implementar entre tantas responsabilidades en el trabajo, con los amigos y la familia. Esto puede volverse más complicado aun cuando tienes hijos pequeños.
Pero no dejes que eso se vuelva una excusa. Por el contrario, hasta les estarás haciendo un bien a tus niños al enseñarles con el ejemplo lo importante que es mantener el cuerpo en movimiento (para combatir la obesidad infantil, entre otras cosas). Y mucho mejor aún si decides ir con ellos al parque: a jugar futbol o cualquier juego de pelota, a andar en bicicleta, a correr carreras o a saltar la soga juntos. Cualquiera de ellos son ejercicios divertidos y saludables para todos y al mismo tiempo les permitirán sentirse más unidos.
Si todavía son muy pequeños para esas actividades, pues puedes ir a caminar por el barrio o en algún lugar cerca de casa que te resulte agradable y seguro, donde puedas llevarlos en su cochecito mientras tú mueves las piernas y disfrutas el paisaje. ¿Quieres una sugerencia? Invita a tu pareja a estas caminatas, es una buena actividad para incorporar a toda la familia.
Del mismo modo, hay programas de natación para bebés que sirven como un buen ejercicio para los padres. Averigua si hay algún sitio en tu vecindario en el que puedas practicar este deporte compartido ¡Puede ser más divertido de lo que imaginas!
Otra clave para que pongas tu cuerpo en movimiento cuando tienes hijos, sobre todo cuando son bebés y te quitan horas de sueño o duermes mal y te sientes continuamente cansado(a), es aprovechar cada tarea para ponerte en acción y cada espacio que encuentres para hacerte un mimo y dedicarte a ti.
Por ejemplo, puedes ir a visitar a tus amigos o vecinos en vez de llamarlos por teléfono, subir y bajar por las escaleras en lugar de tomar ascensores e ir caminando a los lugares cercanos cada vez que puedas. ¡Hasta dedicarte a la jardinería puede ayudarte! Prueba mientras los niños están dormidos y verás como poco a poco el cansancio se va convirtiendo en energía.
Por otro lado, es importante que te mantengas activo(a) pero no que te sobre exijas. Recuerda ponerte metas alcanzables y ten en cuenta que cada pequeña acción es un granito más de arena que contribuye a tu bienestar y al de tu familia. De otro modo, puedes frustrarte rápidamente, lo que puede llevarte a abandonar tus esfuerzos de poner tu cuerpo en movimiento.
De hecho, algo que nunca debe faltar es la diversión y que disfrutes cada actividad que comiences. Recuerda que tú también eres importante y que es necesario que te tomes un tiempo para ti. ¿No sientes que desde que eres madre o padre tus prioridades son siempre las de tus niños y no las tuyas? Pues tu salud no es un juego y si la mantienes bien podrás seguir jugando con ellos por más tiempo… y ¿por qué no?, hasta podrás seguir disfrutando del mismo modo a tus nietos. Ponle ganas e inténtalo.
Copyright © 2021 Vida y Salud Media Group. Todos los Derechos Reservados.
Imagen: ©Shutterstock / Evgeny Atamanenko