- La integración cada vez mayor de los dispositivos móviles -como tablets o celulares- en nuestra vida cotidiana está teniendo diferentes repercusiones para nuestra salud física y mental y una de ellas es el impacto sobre nuestra postura.
- A medida que aumenta la inclinación de nuestra cabeza, también lo hace el peso que debe soportar nuestro cuello, que puede llegar a ser hasta de 27 kilos.
- Es fundamental vigilar nuestra higiene postural para evitar importantes consecuencias derivadas del uso prolongado de los móviles.
Los dispositivos móviles, como teléfonos celulares y tablets, se han convertido en un elemento diario de nuestras vidas. Su desarrollo ha hecho que cada vez nos ofrezcan más utilidades y es por ello que son ya un instrumento que usamos con mucha frecuencia para cada vez más cosas. Podemos usarlos para relacionarnos a través de las redes sociales, para leer información en medios de comunicación, buscar direcciones y orientarnos hasta llegar a nuestro destino, ver películas o series aprovechando los desplazamientos en tren, metro o autobús e incluso pagar nuestras cuentas… La lista es enorme y no deja de crecer.
La evolución del uso de celulares en Estados Unidos ha sido asombrosa en las últimas décadas. Hace apenas 60 años, el país contaba con apenas 1,5 millones de usuarios de estos teléfonos. Hoy en día, el panorama es completamente diferente, con el 90,2 % de los usuarios de Internet accediendo a través de dispositivos móviles y pasando un promedio de más de 3 horas al día utilizándolos. Las aplicaciones se han vuelto indispensables para la comunicación, el entretenimiento y el comercio electrónico, con el 55 % del tráfico web a nivel mundial proveniente de este tipo de dispositivos.
Todo esto ha hecho que también surjan dudas sobre el impacto que esto puede tener sobre nuestra salud. Se ha investigado cómo el uso de las pantallas puede afectar a nuestra vista o cómo puede afectar a nuestro desarrollo el uso de estas tecnologías. Ya se está hablando de cómo las redes sociales y estos dispositivos pueden acabar generando adicciones. Pero otro efecto quizás menos conocido es el que puede ocasionarnos graves lesiones por pasarnos muchas horas mirando sus pantallas, algo que se conoce como el síndrome text neck o síndrome del cuello roto, que fue descrito por primera vez en 2008 por el quiropráctico Dean L. Fishman.
Aumento del peso de nuestra cabeza
Aunque no nos demos cuenta, nuestro cuello está sujetando mucho más peso del que nos imaginamos. Si una cabeza humana pesa de media 5,5 kg en una posición vertical, conforme el cuello se dobla hacia delante y se abre el ángulo de flexión, el peso que aguanta se va incrementando. Cuando inclinamos la cabeza 15 grados, por ejemplo, la presión sobre nuestro cuello y nuestros hombros es de 12 kilos y si llegamos a los 60 grados, el peso aumenta hasta 27 kilos, un esfuerzo comparable cuando cogemos en brazos a un niño de ocho años.
Esto es debido a que en el momento en el que bajamos la cabeza para mirar el móvil y la barbilla se acerca al pecho, nuestros músculos en la parte alta del cuello y de la espalda se fuerzan y obligan a trabajar más intensamente para evitar que la cabeza caiga. Esta continua contracción de los músculos no solo se siente físicamente cuando levantamos la cabeza, sino que crea una presión sobre los nervios en la base del cráneo, que a la larga pueden causar importantes consecuencias para la salud.
“Algunas de las patologías que están asociadas con el incremento del uso de los teléfonos móviles son por ejemplo el aumento del dolor cervical, del dolor lumbar o dolores del miembro superior, es decir, hombro codo y mano”, comenta el Dr. Rubén Rubio, de la Unidad del Dolor de los hospitales Vithas Valencia, de España. “Esto además se está produciendo sobre todo en gente joven, personas que anteriormente no sufrían estos problemas y ahora vemos cada vez más con lesiones de este tipo asociadas a las nuevas tecnologías”.
“La sobrecarga muscular cervical, así como la vista cansada, conducen a un aumento claro de los dolores de cabeza, que no son migrañas al uso, sino cefaleas tensionales y cervicogénicas, que en muchas ocasiones son limitantes”, afirma el Dr. Rubio. “Todos los días ves por la calle a niños con el cuello totalmente inclinado usando estos dispositivos, y además con la pantalla muy cerca de los ojos, prácticas que se deberían evitar porque a la larga ocasionará problemas, además de que está demostrado que una mala educación postural en la infancia es muy difícil corregirla en la edad adulta”.
¿Es posible tratar el síndrome text neck?
El Dr. Rubio apunta a que es esencial actuar tanto de manera preventiva (evitando estas conductas o mejorándolas lo máximo posible) como terapéutica. Así, debemos prestar atención a la hora de utilizar el teléfono móvil para acostumbrarnos a mantener la postura correcta. En concreto:
- Mantener la columna recta y subir las manos con el móvil hasta situarlo a la altura de los ojos. De este modo evitamos flexionar el cuello y sobrecargar la zona cervical.
- Si lo utilizamos con frecuencia, hacer pausas frecuentes y realizar estiramientos de relajación de cuello.
- Ejercitar de forma habitual, practicando algún deporte, los músculos del cuello, hombros y espalda.
Sin embargo, el experto destaca como en ocasiones estas medidas preventivas no ayudan porque la lesión ya se ha producido. En este sentido, el Dr. Rubio destaca que “es necesario acudir al especialista cuando el dolor es intenso y, especialmente, si nos está interfiriendo en la calidad de vida diaria, ya sea en el trabajo o bien en actividades sociales”.
En cuanto a los tratamientos más indicados para este tipo de afecciones, el Dr. Rubio resalta la fisioterapia especializada, infiltraciones guiadas justo al lugar de la lesión y otras técnicas mínimamente invasivas. “Pero siempre es necesaria la evaluación por parte de un equipo profesional que adecúe el tratamiento a las necesidades de cada paciente”.
Por Miguel Ramudo
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