Cerca del 90 por ciento de los casos de cáncer colorrectal ocurren en personas de 50 años o mayores. Pero recientemente, por razones que se desconocen, están sucediendo en personas más jóvenes. Si bien es cierto que hay ciertos factores de riesgo que no se pueden modificar, hay otros en el estilo de vida que pueden contribuir y que sí podemos cambiar. Además, los exámenes de detección son clave. Aquí te explico.
El cáncer colorrectal es el tercer cáncer más comúnmente diagnosticado en todo el mundo en los hombres y el segundo en las mujeres, de acuerdo con el World Cancer Research Fund. En Estados Unidos es el tercer cáncer más comúnmente diagnosticado y la tercera causa de muerte debida a cáncer en ambos sexos, de acuerdo con la American Cancer Society. Para que estemos alerta, en marzo se celebra el mes de concientización de este cáncer.
El cáncer colorrectal es una enfermedad en la cual unas células anormales en el colon o en el recto se dividen sin control y forman un tumor maligno o cáncer. El colon (o intestino grueso) y el recto son parte del tracto digestivo.
El World Cancer Research Fund tiene un proyecto con expertos que analizan la investigación a nivel mundial sobre cómo la dieta y la actividad física afectan el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer y la supervivencia para establecer sus recomendaciones. Han encontrado evidencia importante que consumir carne procesada, carne roja y bebidas alcohólicas, y el exceso de grasa corporal aumentan el riesgo del cáncer colorrectal. Por otro lado, el consumo de granos enteros, alimentos con fibra, productos lácteos y suplementos con calcio, lo disminuye.
Su incidencia es mayor en los países con estilo de vida occidental y en los países desarrollados.
En un artículo reciente en el Journal of the American Medical Association se evaluaron 9.954 publicaciones, 222 artículos completos y 45 meta-análisis que describían 109 asociaciones entre los factores dietéticos y la incidencia de cáncer colorrectal. El análisis de todos estos datos apoya las recomendaciones actuales relacionadas a la dieta en cuanto a la prevención primaria de este cáncer, enfatizando el aumento en el consumo de fibra, calcio y yogurt en la dieta y disminuyendo el consumo de carne roja y de alcohol.
La mayoría de los cánceres colorrectales surgen de pólipos preexistentes. Estos son pequeños crecimientos en el revestimiento del colon (intestino grueso) o el recto (ambos son parte del tracto digestivo). La mayoría no causan problemas, pero algunos pueden volverse cancerosos a medida que pasa el tiempo. Estos pólipos generalmente no causan síntomas y, si se encuentran en un examen de detección, se puede prevenir el desarrollo de cáncer colorrectal.
¿Quién desarrolla cáncer colorrectal?
Aunque es más común en las personas entre los 65 y los 74 años, por causas que se desconocen, ha aumentado en las personas más jóvenes.
Los factores de riesgo más importantes para desarrollarlo incluyen:
- Tener ciertas condiciones heredadas (síndrome de Lynch, poliposis adenomatosa familiar)
- Tener historia familiar de cáncer colorrectal
- Obesidad
- Beber alcohol en exceso
- Ser sedentario
- Fumar
- El tipo de dieta
- Historia de colitis ulcerativa o enfermedad de Crohn
- Tener 50 años o más, pero puede suceder en gente más joven
Otros factores de riesgo incluyen:
- Antecedentes personales de cáncer de colon o de pólipos precancerosos
- Ser portador de un gen para un síndrome de cáncer de colon hereditario
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) incluyen ciertos estilos de vida en los factores de riesgo que pueden contribuir, que son:
- El sedentarismo
- Una dieta baja en fruta y vegetales
- Una dieta baja en fibra y alta en grasa, o alta en carnes procesadas
- El sobrepeso y la obesidad
- El consumo de alcohol
- El uso del tabaco
¿Quién debe hacerse un examen para la detección del cáncer colorrectal?
La U.S. Preventive Services Task Force (USPSTF) recomienda que las personas que tienen un riesgo promedio tengan su evaluación inicial a los 50 años y que se continúe hasta los 75. Para las personas de entre 75 y 85 años, la guía según ellos debe basarse en la esperanza de vida, el estado de salud, las otras enfermedades que tenga la persona y los resultados de las detecciones del cáncer colorrectal previas.
Por otro lado, la American Cancer Society recomienda que el examen de detección rutinario se inicie a los 45 años.
Ambas están de acuerdo que en las personas que están en mayor riesgo de desarrollar cáncer colorrectal, ya sea por antecedentes familiares de cáncer o pólipos avanzados, o por enfermedades que los pongan en riesgo (enfermedad de Crohn, síndrome de Lynch, etc.) deben iniciar sus exámenes antes y/o hacerse exámenes más seguido.
¿Qué exámenes existen para la detección del cáncer colorrectal?
- Pruebas de heces o material fecal:
- Prueba de sangre oculta en heces a base de guaiaco (GFOBT, por sus siglas en inglés). Utiliza una sustancia química (el guaiaco) para detectar sangre en las heces. Para esta prueba tu médico te dará un equipo para colectar la muestra en la casa. Se hace una vez al año.
- Prueba inmunoquímica fecal (FIT, por sus siglas en inglés). Tu médico te dará un equipo para colectar la muestra en casa. También detecta sangre en las heces, pero utiliza anticuerpos para hacerlo. Se hace una vez al año.
- Prueba FIT-DNA (o prueba de ADN en las heces). Tu médico te dará un equipo para colectar la muestra en casa. Detecta si hay células cancerosas en las heces. Se hace cada tres años.
- Sigmoidoscopía flexible
El médico inserta un tubo delgado y flexible con una luz y una cámara por el recto y el tercio inferior del colon. Si hay alguna anormalidad (pólipos, cáncer) puede tomar una biopsia. Se puede hacer cada 5 a 10 años.
El médico utiliza un tubo delgado y flexible con una luz y una cámara para ver todo el colon. Si hay alguna anormalidad (pólipos, cáncer) puede tomar una biopsia. Se puede hacer cada 10 años, antes si la persona tiene otros factores de riesgo, como mencioné anteriormente.
- Colonoscopía Virtual
Es una colonografía por tomografía computarizada. Utiliza rayos-X y computadoras proporcionando imágenes del colon. Se puede hacer cada 5 años.
Algunas pruebas de detección requieren una preparación que puede ser incómoda o inconveniente pero que es necesaria para que la prueba sea efectiva. Tu médico discutirá contigo en qué consisten. Podrían incluir evitar comida sólida el día anterior al examen, tomar un laxante y/o usar enemas para limpiar el colon. Debes seguir las instrucciones.
Otros exámenes:
Los investigadores están explorando nuevos enfoques para mejorar la visualización del colon. Una técnica incluye una colonoscopía con una cápsula (se conoce como cápsula endoscópica), en la que se traga una cápsula en forma de pastilla que contiene una cámara inalámbrica. La cámara toma fotografías dentro del tracto digestivo y las envía a una grabadora pequeña que el paciente lleva en la cintura o en el hombro. La cápsula sale con las heces. El radiólogo puede ver las fotos con una computadora. Se requiere que el paciente tome una preparación previa al estudio. Este examen se utiliza en pacientes que tienen sangrado del tracto digestivo bajo por lo cual la colonoscopía fue incompleta. No se usa como un examen de detección por si solo.
Y, desde el punto de vista de investigación, se está tratando de encontrar un examen de sangre para detectar la presencia de células liberadas por los pólipos y los tumores colorrectales a la sangre y de unas moléculas pequeñas llamadas metabolitos en la orina. Estos exámenes aún se están estudiando y no se están utilizando clínicamente.
No hay un examen que sea el mejor para todos. Depende de tu edad, de tus antecedentes y de tus factores de riesgo. Sin embargo, los exámenes de detección del cáncer colorrectal salvan vidas. No hay excusa para no hacérselos. Si tienes entre 45 y 50 años y nunca te han hecho uno y/o si eres más joven y tienes factores de riesgo, habla con tu médico.
Copyright © 2021 Vida y Salud Media Group. Todos los Derechos Reservados.
Imagen: ©Shutterstock / aslysun