Hacer deporte nos aporta muchos beneficios. Ayuda a controlar la obesidad, mantiene nuestra elasticidad y comporta muchas ventajas cardiovasculares. Sin embargo, también tiene sus riesgos. Golpes, caídas, sobreesfuerzos o una preparación inadecuada pueden acabar produciendo una lesión y con ella, un dolor más o menos incapacitante. Cuando se produce cualquiera de estos problemas lo mejor es el reposo y, si la lesión es grave y no mejora, acudir a un médico especialista. Pero mientras, y para lidiar con el dolor, es bastante habitual recurrir al uso de múltiples productos.
En la actualidad se emplean una gran variedad de geles analgésicos y antiinflamatorios clásicos, que contienen principios activos como el diclofenaco, el ibuprofeno, el etofenamato, los salicilatos o el piketoprofeno. “Estos productos son medicamentos de acción tópica que dan buenos resultados y proporcionan un alivio local y sintomático en la zona afectada”, explica Marta Alcalde, vocal de Dermofarmacia y Productos Sanitarios del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona, quien además añade como estos productos son muy conocidos por el público general y la elección suele realizarla el propio usuario en función de su experiencia. “Aunque el consejo de un especialista sanitario es indispensable para saber cual es más adecuado en función de cada lesión, como aplicarlo y que otras medidas se pueden tomar de forma complementaria para favorecer una pronta recuperación”.
En los últimos años se están dando además algunos avances con la incorporación de nuevos productos. “El activo más actual para el dolor es el cannabidiol, un derivado del cannabis. Pero también se están utilizando otros activos que producen calor y vasodilatación, para de esta manera activar la microcirculación y hacer que su efecto sea más rápido”, explica Mónica De Orue, vocal de Dermofarmacia del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Guipuzcoa.
Sobre el cannabidiol existen múltiples estudios sobre su efecto en el tratamiento del dolor, para ver su valor terapéutico en diversas enfermedades entre ellas las inflamatorias. “Ya existen en el mercado cremas que además de los extractos naturales como la caléndula, el árnica, el hipérico o el harpagofito contienen también aceite de semilla de cáñamo con cannabidiol”, explica Marta Alcalde, quien añade como este activo actuaría inhibiendo la percepción del dolor y también disminuyendo la inflamación.
Auge en los productos de origen natural
Además de estos medicamentos también se utilizan, y cada vez más, las cremas y geles con activos de carácter natural con conocidos efectos analgésicos, antiinflamatorios y cicatrizantes, como por ejemplo la caléndula, el árnica, el hypericum, el harpagofito o la melaleuca.
Este tipo de geles suele contener combinaciones de varios extractos de plantas y, a veces, van acompañados de activos venotónicos, un grupo de medicamentos que actúan reduciendo la fragilidad y la permeabilidad vasculares, como la escina o que aporten frescor como el mentol. Estos preparados son útiles cuando hay dolor pero también como preventivos ya que aplicados durante el calentamiento ayudan a preparar la musculatura.
La tendencia es a utilizar este tipo de productos de una forma preventiva o para tratar dolores leves. “En el caso de que el dolor sea más intenso, normalmente se empiezan a utilizar medicamentos con principios activos más potentes”, comenta Marta Alcalde, quien también explica como algunos de estos productos se complementan con extractos de mentol, alcanfor o vainilla que producen fresco y facilitan la recuperación muscular.
En cualquier caso, tanto los productos farmacológicos como los productos de origen natural no pueden emplearse como una forma permanente de superar las molestias. “Se recomienda que si el dolor persiste o empeora después de siete días de tratamiento, es necesario consultar con un médico”, apunta Mónica De Orue, quien señala como el abuso de estos productos o su uso inadecuado puede tener consecuencias. “Se puede producir eritema, sequedad de la piel, urticaria e incluso dermatitis de contacto. Por tanto, si se tiene una piel sensible esto debe tenerse en cuenta, así como no aplicar en zonas donde hay heridas y saber que además suelen ser productos generalmente fotosensibles (cuando entran en contacto con la luz solar se pueden oxidar, degradar o perder propiedades). También se aconseja no mezclar cremas analgésicas diferentes entre sí porque algunos activos pueden interferir entre si”.
¿Qué producto es mejor utilizar?
Para poder utilizar estos productos se han desarrollado básicamente tres presentaciones: cremas, geles y sprays. Aunque todos pueden contener el mismo principio activo, su presentación hace que sean más adecuados en unas situaciones determinadas:
- Las cremas son apropiadas para zonas extensas cuando sea necesario aplicar un masaje, ya que la textura más untuosa favorece su realización.
- Los geles, en cambio, se suelen usar zonas más localizadas, que no necesitan masaje y su absorción es más rápida.
- Los sprays son útiles cuando se trata de dolores agudos en zonas de difícil acceso y no ensucian las manos ni la ropa porque se absorben rápidamente, siendo también recomendables para usar en zonas pilosas. En este tipo de productos las pulverizaciones se han de realizar a una distancia de unos 20 centímetros sobre la piel intacta durante unos pocos segundos.
¿Es posible dar positivo en un control de dopaje?
El hecho de que todos estos productos sean de aplicación tópica hace que su efecto sea local y prácticamente no haya absorción a nivel sistémico, siendo por lo tanto seguras para los deportistas profesionales que no deberían temer que se produjera un resultado positivo en un control de dopaje. Esto aplica también para los nuevos productos que emplean derivados del cannabis. “El uso de cannabidiol en este tipo de geles y cremas no supone ningún riesgo porque desde el 2018 está excluido de las sustancias prohibidas por la Agencia Mundial Antidopaje, que se encarga de promover, coordinar y monitorizar la lucha contra el dopaje en el deporte a nivel internacional”, explica Marta Alcalde.
Sin embargo, Mónica De Orue también hace una advertencia a este respecto. “Aunque es cierto que las cremas con cannabiodol no dan positivo en dopaje, hay que tener en cuenta que algunos productos extraídos de plantas de cannabis pueden contener también tetrahidrocannabinol o THC, que sí que podría derivar en un positivo”. Es por tanto importante antes de aplicar cualquiera de estos nuevos productos asegurarse que solo emplean cannabiodol.
Por Miguel Ramudo
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