Si estás en la tercera edad y te gustan las bebidas alcohólicas, he aquí un nuevo hallazgo que no deberías pasar por alto, sobre todo si sufres del corazón o de diabetes, o tienes riesgos desarrollar alguna de esas condiciones. Según un nuevo estudio, incluso el consumo moderado de alcohol podría aumentar tus posibilidades de sufrir un trastorno del ritmo cardíaco, la fibrilación auricular. Descubre más detalles aquí.
Algunos prefieren el vino, otros eligen la cerveza. Hay quienes suelen deleitarse con los licores y las bebidas dulces y muchos buscan la sensación de las denominadas bebidas blancas. En la variedad está el gusto, dice el dicho popular, y si de alcohol se trata, hay para todos los estilos. Sin embargo, el consumo del alcohol puede ser un arma de doble filo. En algunos casos, hasta puede hacer que el corazón pierda su ritmo normal y empiece a latir de forma irregular. Definitivamente, es una consecuencia que no esperabas al disfrutar una copita.
Mientras algunas investigaciones han encontrado que tomar vino tinto puede ser bueno para el corazón, siempre y cuando se consuma en cantidades moderadas (no más de una bebida al día para las mujeres y de dos para los hombres), hay otros que, por el contrario, relacionan el consumo de alcohol en general (no sólo del vino) con el desarrollo del cáncer, entre otras condiciones.
Ahora, según un nuevo análisis publicado en la edición del 1 de octubre en la revista CMAJ, de la Asociación Médica Canadiense, que estudia cómo el consumo del alcohol puede afectar a la salud, beber incluso con moderación podría aumentar el riesgo de desarrollar un trastorno del ritmo cardiaco conocido como fibrilación auricular, en las personas mayores que sufren de enfermedad cardiaca o diabetes avanzada.
La fibrilación auricular es el tipo más frecuente de arritmia grave (una arritmia se produce cuando el corazón late con una frecuencia o un ritmo anormales). En la fibrilación auricular, las dos cámaras cardíacas superiores (aurículas) laten de manera caótica e irregular, sin coordinación con las dos cámaras inferiores (ventrículos), lo que hace que el cuerpo reciba menos cantidad de sangre en cada latido. En los casos más graves, esto puede provocar un accidente cerebrovascular (derrame cerebral) o una insuficiencia cardiaca (que no es lo mismo que un ataque al corazón).
Al respecto, un grupo de investigadores de la Universidad de McMaster en Hamilton, Ontario, en Canadá, analizó los datos de más de 30 mil personas mayores de 55 años que tenían antecedentes de enfermedad cardiovascular o diabetes avanzada con daño en algún órgano, de 40 países diferentes.
Tras un seguimiento de cinco años, los investigadores encontraron que el consumo de moderado a alto de alcohol se asociaba con un mayor riesgo de sufrir fibrilación auricular. Incluso, entre las personas que bebían con moderación, el efecto de los atracones de bebida alcohólica era similar a los que bebían mucho de manera habitual.
Los investigadores consideraron que era moderado consumir hasta dos bebidas al día o de una a 14 bebidas por semana para las mujeres, o tres bebidas por día o entre una y 21 bebidas por semana, en el caso de los hombres. Los atracones de bebida alcohólica, por su parte, fueron definidos como cinco o más bebidas en un día, independientemente de si la persona bebía usualmente de forma ligera, moderada o empedernida.
Una copa de alguna bebida alcohólica de vez en cuando no está mal, pero es mejor evitar los excesos. La próxima vez, antes de llegar al atracón, piénsalo bien. Y si tienes problemas del corazón o diabetes, consulta con tu médico qué es lo más conveniente para ti. Definitivamente, no querrás perjudicar tu corazón, haciéndolo perder el ritmo (desarrollando una fibrilación auricular).
Imagen © iStockphoto.com / Max Delson Martins Santos