Además de mantener una dieta saludable y una rutina moderada de ejercicios, dormir bien también puede ayudarte a mantener un corazón sano. Unos descubrimientos recientes hablan de que los problemas comunes del sueño podrían relacionarse con el riesgo de sufrir problemas cardíacos. Aquí te contamos más sobre este hallazgo.
Si te encanta dormir y quedarte un buen rato en la cama, he aquí un descubrimiento que te da una buena excusa para deleitarte entre las sábanas, pues los problemas comunes del sueño podrían relacionarse con factores peligrosos para el corazón.
Esto no quiere decir que dormir más le hace bien al corazón. Al contario, dormir mucho no es lo mismo que dormir bien. Por ejemplo, las personas que roncan fuerte no descansan correctamente.
Otras veces parece no haber nada extraño en el transcurso de la noche mientras dormimos, pero cuando nos levantamos nos sentimos cansados, como si no hubiéramos dormido. ¿Te ha pasado alguna vez? Si esto te sucede con frecuencia, es posible que tengas un problema del sueño.
Por supuesto, quienes no pueden dormir o les cuesta mucho conciliar el sueño porque sufren de insomnio, es evidente que tienen problemas para descansar.
Considerando estas características, un grupo de investigadores coordinado por Wendy M. Troxel, profesora asistente de psiquiatría y psicología de la Universidad de Pittsburgh, en Estados Unidos, analizó a casi mil adultos de 45 a 74 años de edad, durante tres años. Así, detectó que quienes tenían alguno o varios de estos problemas para dormir tenían más riesgo de desarrollar lo que se denomina síndrome metabólico.
El síndrome metabólico, también conocido como síndrome X, es un grupo de factores que hacen que aumente nuestro riesgo de desarrollar una enfermedad cardíaca o diabetes.
Si bien no todos los médicos están de acuerdo con la definición o la causa de este síndrome, se considera que una persona tiene síndrome metabólico cuando presenta al menos tres de estos cinco factores (relacionados con la obesidad):
- Hipertensión arterial o presión alta
- Aumento de los niveles del azúcar o glucosa en la sangre
- Elevación de los triglicéridos (un tipo de grasas) en la sangre
- Niveles bajos del colesterol “bueno” en la sangre conocido como HDL por sus iniciales en inglés (HDL significa High Density Lipoprotein).
- Exceso de grasa en el área de la cintura (lo que se denomina “obesidad central”). También se dice que la persona tiene el cuerpo en “forma de manzana”.
Entre más de estos factores de riesgo tengas, mayor será tu riesgo de tener una enfermedad cardíaca, aunque tu nivel de colesterol total esté normal. Desde luego, otros factores de riesgo para tu corazón pueden ser:
- Edad o el envejecimiento.
- Predisposición genética o herencia (es decir, tener genes que hacen que tengamos más probabilidad de sufrir esta condición).
- Cambios hormonales.
- Falta de ejercicio.
Afortunadamente, para prevenir y controlar la mayoría de estos factores, podemos hacer varias cosas. Con sólo modificar ciertos hábitos y costumbres puede ayudarte a estar mejor y a tener un corazón más fuerte. Por ejemplo, es una buena idea:
- Llevar una dieta baja en grasa, con una variedad de frutas, verduras y productos integrales, y que en lo posible incluya pescados grasos por lo menos dos veces por semana.
- Hacer, por lo menos, 30 minutos de ejercicio moderado casi todos los días (caminar, por ejemplo, ya es suficiente).
- Bajar de peso.
- Controlar la presión arterial y el nivel de azúcar en sangre.
- No fumar.
Ahora también sabemos que a estas actividades podemos sumarle el descansar correctamente o dormir bien.
De todos modos, si sabes que perteneces al grupo de riesgo, el dormir mejor puede no ser suficiente. Es importante que visites a tu médico para que despejes todas tus dudas y que recibas el tratamiento adecuado para ti y para tu corazón. Entonces sí, a dormir con tranquilidad.
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