El electrocardiograma es un examen que sirve para monitorear el funcionamiento del corazón. Gracias a él podemos identificar los problemas más comunes, como arritmias, lesiones, infartos, o miocarditis. Pero lo mejor de todo es que este examen es totalmente seguro y no causa ningún dolor. Si tu médico te recomendó que te hicieras un electrocardiograma, entérate de todos los beneficios que te trae y no le temas.
Actualmente existen diferentes tipos de exámenes para estudiar el comportamiento del corazón y monitorearlo. Estos exámenes son sumamente importantes, pues nos permiten saber a tiempo si el corazón está fallando o tiene algún problema. Y gracias a eso, hoy en día podemos someternos a tratamientos o cirugías para corregirlos cuando todavía son pequeños y manejables, antes de que esté en riesgo nuestra vida.
El electrocardiograma, ECG o EKG, es uno de esos exámenes. Su nombre se debe a que justamente se enfoca en registrar los impulsos eléctricos dentro de tu corazón. ¿Existe electricidad en el corazón? Claro que sí. Obviamente no se trata de electricidad como la de la lámpara, pero sí puedes pensarlo como si funcionara parecido a un auto. No es en vano que a veces hablamos del corazón como “el motor”. Algunas células internas del corazón generan pequeños impulsos eléctricos que hacen que el músculo del corazón se contraiga (palpite) y así bombee la sangre y el oxígeno al resto del cuerpo. Como en los autos, donde el motor necesita electricidad para que pueda circular la gasolina y el aceite.
Los latidos del corazón son el sonido que genera el corazón al moverse debido a los impulsos eléctricos, algo así como el ruido que hace un auto cuando está encendido y que te permite saber que está funcionando.
El electrocardiograma capta los impulsos eléctricos a través de los electrodos en tu pecho con ayuda de un monitor que los traduce para que se puedan imprimir en un papel. Así tu médico o tu cardiólogo (el especialista del corazón) puede analizar si son normales o no. Los trazos que producen los impulsos eléctricos del corazón permite identificar, por ejemplo, cuando:
- Los latidos son irregulares (arritmia).
- Hay problemas con la llegada de sangre y oxígeno al corazón (isquemia o infarto agudo) o si hubo un infarto en el pasado. Algunas veces pueden haber sido leves y haber sucedido sin que lo notemos.
- Tienes defectos cardiacos congénitos (malformaciones cardiacas congénitas).
- El corazón está inflamado (miocarditis).
- Una de las cavidades de tu corazón está agrandada o engrosada.
- Hay riesgo de que sufras un infarto en el futuro.
- Hay que asegurarse que el marcapasos, un dispositivo en tu corazón, está funcionando adecuadamente o no.
Generalmente tu médico puede realizarte el ECG en su consultorio si cuenta con la máquina, y es un procedimiento bastante sencillo. Te acuestas en una camilla, con la bata médica. El médico o el técnico te pondrá los electrodos en el pecho (en ciertos lugares específicos), las muñecas y los tobillos, que son los puntos del cuerpo en donde es más fácil sentir las pulsaciones y de esta formase se captan los impulsos eléctricos que envía el corazón.
Las señales que reciben los electrodos son enviadas a la máquina y ésta las reproduce en un papel donde se dibujan líneas que expresan la actividad eléctrica de tu corazón: cuando hay un latido, se registra un pico. Para que te lo imagines mejor, es algo muy parecido a las gráficas que hacen los detectores de sismos o de mentiras que tanto se ven en las películas.
No hay por qué temerle a un electrocardiograma. Además de ser un procedimiento muy sencillo, no es ni invasivo ni doloroso. Es decir, no te tienen que aplicar inyecciones ni insertarte instrumentos médicos o sea, no hay cortadas de ningún tipo, y no tarda más de 10 minutos. Y no es cierto que los electrodos te pueden electrocutar, pues estos sólo identifican los impulsos eléctricos del corazón, pero no emiten electricidad.
Así que puedes estar tranquilo y recuerda que este examen puede ser decisivo para mantenerte con mucha vida y salud.
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