Cada vez se hace más importante que los profesionales de la salud y los medios informativos alerten e informen al público sobre la mejor forma de prevenir los problemas del corazón, una de las causas principales de enfermedad y de muerte en todo el mundo. Pero muchas veces esa información o cae en oídos sordos, o llega tarde. ¿Qué puedes hacer cuando descubres que tu corazón ya está en peligro porque te han encontrado presión alta o tu nivel de colesterol está elevado? ¿Es posible dar marcha atrás a la enfermedad cardíaca? Exploremos esas interrogantes en este artículo.
Como Ernesto no sentía ningún malestar y no manifestaba tampoco ningún síntoma alarmante, creía gozar de buena salud. Aunque sí se sentía un poco culpable por comer pizzas y emparedados bien cargados en calorías casi a diario, no lograba modificar su estilo de vida ni tampoco perder peso, aunque muy adentro suyo sabía que esos kilos o libras podrían causarle un mal rato en el futuro. Como muchas otras personas, “se durmió en los laureles”. No hizo nada al respecto hasta que sufrió un pequeño infarto del que por suerte se restableció.
Una tarde, luego de la consulta, su esposa me comentó en voz bien bajita, que antes del infarto Ernesto le había admitido una vez que no se animaba a hacerse los controles de salud porque “el médico lo iba a regañar porque no se cuidaba”.
“En primer lugar,” le dije a la esposa, “aclárele a Ernesto que nosotros no regañamos a nadie.” Cuando sugerimos cambios en el estilo de vida o en el comportamiento del paciente, sólo tratamos de dejarle saber lo que encontramos para ayudarlo a prevenir enfermedades o a evitar problemas de salud que luego o sólo se pueden controlar, o pueden ser difíciles de corregir o que ya son irreversibles.
Ahora Ernesto se encuentra estable, pero su corazón ya le ha dado una susto y una señal y debe tomar medidas para que su enfermedad cardíaca no progrese. No sólo deberá bajar unos cuantos kilos (o libras) si quiere proteger su salud, sino también disminuir la cantidad de sal y otras comidas que le gustan y seguir un plan de rehabilitación cardíaca. ¡Si tan sólo hubiera hecho el esfuerzo antes!
Es sabido que con una alimentación basada en frutas y verduras, granos integrales, en la que también se incluyan las proteínas y otros nutrientes que el cuerpo necesita (al estilo mediterráneo, por ejemplo), acompañada de una rutina de ejercicios, ayuda a mantener el corazón en buena forma.
Ahora bien, si te ha pasado algo similar a Ernesto e incluso mucho menos (el sólo hecho de tener presión alta o colesterol elevado), ya es motivo para cambiar de hábitos, porque eso indica que tu corazón está en riesgo. ¿Es posible volver atrás y corregir la enfermedad cardíaca, sólo con la comida y el ejercicio?
Recuerda que existen distintos tipos de enfermedad cardíaca. La más común es provocada por el estrechamiento o bloqueo de las arterias coronarias (que son los vasos sanguíneos que suministran sangre al propio corazón), y es la causa más importante por la cual las personas sufren infartos o ataques al corazón. Otros tipos de enfermedad cardíaca pueden deberse a problemas en las válvulas del corazón, o porque el corazón no late bien a causa de una insuficiencia cardiaca o una arritmia.
Entonces, la pregunta es: ¿Es posible volver atrás y corregir la enfermedad cardíaca, sólo con la comida y el ejercicio? Algunos especialistas consideran que sí, aunque quizás debas tomar algún medicamento (sobre todo al principio), y se apoyan en la evolución de sus pacientes para hacer esta afirmación.
Otros, en cambio, reconocen que se trata de un tema polémico y piensan que es difícil hacer semejante afirmación. Incluso, consideran que no es posible eliminar la enfermedad cardíaca por completo, ya que es como cuando te lastimas: aún cuando el estilo de vida logra hacerla desaparecer, siempre quedarán cicatrices.
Lo que sí es seguro es que llevar una dieta sana, balanceada, controlando el tamaño de las porciones y seguir una rutina de ejercicios diarios logran detener el avance de la enfermedad y mantener el corazón protegido, lo cual es un logro considerable.
La única advertencia, que no debes pasar por alto, es que cuando tienes enfermedad cardíaca el cambio debe ser radical y constante, lo cual puede ser bastante difícil de poner en práctica.
Por ejemplo, algunos especialistas consideran que prácticamente debes volverte vegetariano y hacer al menos media hora de ejercicios diarios, o tres horas de actividad física por semana. Además, recomiendan practicar yoga, meditación o alguna otra actividad que te permita reducir el estrés. ¿Difícil verdad?
Por eso es muy importante que cuentes con el apoyo de tu familia y que busques ayuda profesional. Un nutricionista calificado puede ayudarte con la alimentación y tu médico puede indicarte los cuidados que debes tener cuando haces ejercicios. Si además tienes sobrepeso, busca un programa o grupo de apoyo que te ayude con tu propósito de perder peso.
No te dejes vencer ni por la tentación, ni la pereza, ni la depresión. Si ya padeces de enfermedad cardíaca, o tienes algunos de los factores de riesgo de los que hemos mencionado, ¡anímate! Ahora más que nunca debes empezar a hacer los cambios necesarios para empezar el conteo regresivo en la salud de tu corazón.
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