La rehabilitación cardíaca, según explica la Asociación Americana del Corazón, consiste en un programa profesional supervisado que ayuda a los pacientes a recuperarse física y emocionalmente después de haber sufrido un ataque cardíaco, una cirugía, u otro tipo de procedimiento como la colocación de un stent coronario (un tubito en una arteria del corazón) durante una angioplastia. El objetivo es mejorar la condición física del paciente a través de ejercicios, bajo la guía y supervisión de personal especializado, así como asesoramiento para mejorar su alimentación, controlar la hipertensión, el colesterol y otras condiciones de salud. De esa forma se mejora la calidad de vida del paciente y se evitan problemas con el corazón en el futuro, así como la necesidad de hospitalización o el uso de servicios de emergencia.
Si la salud de tu corazón se ha visto afectada, ya sea por insuficiencia o por cualquier otro evento, como una cirugía o has sobrevivido a un infarto, es importante que te informes sobre los recursos a tu alcance y recibas la rehabilitación adecuada en tu caso para mejorar tu salud y prolongar tu vida.
En Estados Unidos, hasta ahora, Medicare, el programa de salud federal para personas a partir de los 65 años, ha cubierto los costos de rehabilitación cardíaca en los casos de cirugía o ataque cardíaco, pero no ofrecía la misma cobertura a los pacientes con insuficiencia cardíaca crónica. Esa diferencia se ha eliminado, lo cual representa una excelente noticia teniendo en cuenta que la insuficiencia cardíaca afecta a unos 6.5 millones de estadounidenses y cada año se reportan unos 650,000 casos nuevos.
¿Que no vives en los Estados Unidos? Pues en cualquier país en que residas, si tienes insuficiencia cardíaca, conviene que hables con tu médico sobre la posibilidad de mejorarte con la terapia de rehabilitación.
Síntomas de la insuficiencia cardíaca
La insuficiencia cardíaca puede ser aguda o crónica. La rehabilitación se requiere en los casos en que es crónica. La insuficiencia cardiaca o falla cardiaca básicamente consiste en que el corazón no puede bombear suficiente sangre oxigenada al resto del cuerpo. A medida que el bombeo del corazón se vuelve más débil, hay congestión y se acumula líquido en las piernas, los pulmones, el hígado y el abdomen (dependiendo de la severidad). Los síntomas de insuficiencia cardíaca se pueden presentar lentamente, o de manera repentina tras un infarto o debido a otros problemas del corazón.
Entre los síntomas y signos de la insuficiencia cardiaca se encuentran:
- falta de aire con el ejercicio o al acostarse
- cansancio y/o debilidad
- retención de líquidos con inflamación en los pies y los tobillos
- necesidad de orinar por la noche
- aumento de peso (por la retención de líquidos)
- pulso rápido y/o irregular
- falta de apetito
- tos
Si se tienen alguno de esos signos o síntomas es importante ir al médico, pero hay que ir a emergencias si se la tos se asocia con mucosidad que se ve como espuma con un tinte rojizo; si la debilidad es severa o la persona se desmaya; si se si tiene dolor de pecho o si el pulso es muy rápido, irregular y se asocia con dolor de pecho, falta de aire y/o desmayo. Estos síntomas sugieren un problema del corazón agudo.
En los casos de insuficiencia cardiaca crónica, gracias al acceso a los servicios de rehabilitación, muchos de esos síntomas podrán aliviarse. Además, muchos pacientes necesitarían menos hospitalizaciones y disminuirían su riesgo de muerte.
La decisión de Medicare
¿Sabes qué impulsó al Medicare a ampliar la cobertura? Un estudio llamado HF-Action, llevado a cabo en 2,300 pacientes, que se publicó hace cinco años. Según este estudio, después de ciertos ajustes, se encontró una asociación entre tres sesiones semanales de ejercicios durante 12 semanas y un 11% de reducción de muerte y hospitalización en los pacientes con insuficiencia cardíaca.
El Dr. Philip Ades, director médico de rehabilitación cardíaca de Fletcher Allen Health Care y profesor del University of Vermont College of Medicine, así como otros expertos de la American Association of Cardiovascular and Pulmonary Rehabilitation, el American College of Cardiology, la Asociación Americana del Corazón (AHA) y Heart Failure Society of America, utilizaron los datos del estudio HF-Action como base para su petición a Medicare de extender su cobertura de rehabilitación. Dice el Dr. Ades: “Hace 20 años, les decíamos a los pacientes que se quedaran tranquilos en sus casas. Hoy podemos devolverles una parte de sus vidas”.
Lo que convenció a los funcionarios de Medicare fue la calidad del estudio, los beneficios para los pacientes del programa de ejercicios supervisados por el médico y las guías que se les daban sobre su estilo de vida y otros cambios. Ahora Medicare extenderá la cobertura de rehabilitación a pacientes cuyos corazones funcionen a un nivel específico y que tengan ciertos síntomas de insuficiencia cardíaca, a pesar de haber estado en una terapia de medicamentos óptima al menos por seis semanas. La decisión beneficia a un 50% de los pacientes, y los funcionarios de Medicare dicen que se necesitan más datos para determinar si la terapia de rehabilitación beneficia al otro 50% que tienen una condición diferente de la enfermedad.
Los beneficios de la rehabilitación cardíaca
Hay que tener en cuenta que los pacientes con insuficiencia cardíaca suelen ser más frágiles y se sienten peor que los pacientes de otras enfermedades del corazón que participan en programas de rehabilitación. Muchos tienen dificultad para subir escaleras, ir de compras o realizar actividades normales de la vida diaria. Por eso, resultará difícil convencerlos de los beneficios que les proporciona el ejercicio físico, pero vale la pena enfrentar ese reto.
¿Crees que tú o un ser querido podrían beneficiarse de este tipo de programa? No tengas miedo, infórmate y participa. El plan de rehabilitación debe adaptarse a tus necesidades específicas. Tal vez necesites sólo seis semanas de terapia, o tal vez seis meses o aun más. La terapia siempre se desarrolla bajo la supervisión de profesionales de salud, que se comunican regularmente con tu médico de cabecera y con tu cardiólogo.
La parte de actividad física de la terapia fortalece tu corazón y el resto del cuerpo, mientras que el asesoramiento y la consejería te ayudan a adoptar hábitos de vida sanos, como dejar de fumar, comer adecuadamente, bajar de peso y controlar tus niveles de presión arterial y colesterol.
Además de la rehabilitación, recuerda que jugar un papel activo en el cuidado de tu salud te ayudará a mantenerte en mejores condiciones durante más tiempo. Por tu cuenta puedes fijarte metas, hacer los cambios necesarios en tus hábitos y tu dieta, y tomar correctamente tus medicamentos. Y si a eso le añades un programa efectivo de rehabilitación conducido por profesionales, reducirás el riesgo de problemas cardíacos en el futuro, incluyendo ataques al corazón.
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