- Los exámenes ginecológicos rutinarios son muy importantes para la salud de las mujeres, y pueden ayudar a detectar y prevenir enfermedades. A pesar de la incomodidad que pueden causar, estas pruebas son indispensables para reducir el riesgo de cáncer.
- Existen varios exámenes importantes para la prevención ginecológica. Tales como el PAP, la colposcopía, la ecografía pélvica, entre otros. Cada uno tiene su propio propósito y se deben realizar con la frecuencia recomendada.
- Aunque los métodos de detección temprana de enfermedades ginecológicas no han cambiado, si ha mejorado la precisión de sus resultados y las tecnologías para capturar más muestra. Además, se trabaja en kits de pruebas para el hogar.
La salud de las mujeres requiere atención constante y preventiva, especialmente el riesgo de cáncer e infecciones. Por esa razón, es crucial que te realices tus exámenes ginecológicos de rutina que logran atrapar a tiempo muchos de los problemas que se pueden presentar y también prevenir complicaciones graves. ¿Ya te hiciste tus exámenes cuando tocaba hacerlos? Vamos a verlos.
Tipos de exámenes
Aunque pueden ser molestos, los exámenes ginecológicos son vitales para detectar o prevenir:
- Infecciones de transmisión sexual (ITS).
- Cambios precancerosos en el cuello uterino y otras áreas del sistema reproductivo.
- Problemas menstruales
- Dificultades reproductivas anatómicas o funcionales.
Miremos los principales:
- Papanicolau (PAP): Este examen detecta anormalidades en las células del cuello uterino (cérvix) mediante la extracción de muestra con un vara larga que tiene una pequeña brocha. Se busca así identificar la presencia de células cancerígenas o células escamosas atípicas de significancia indeterminada (ASCUS). Estas últimas, pueden indicar una posible infección por VPH u otro agente patógeno. En tal caso, se solicita un PCR para determinar el causante. Desde los 21 años en adelante se recomienda su realización cada tres años, menos si hay factores de riesgo.
- Colposcopía: Similar a la observación del oído medio o la garganta, se utiliza una herramienta que, mientras se ilumina, aumenta la imagen. Así, el profesional de la salud es capaz de visualizar mejor las estructuras de la vulva, vagina y cuello uterino. Si se encuentran zonas sospechosas, se pueden tomar biopsias para un análisis detallado. Usualmente se realiza si hay historial familiar, enfermedades previas o si el PAP y PCR dieron resultados anómalos.
- Ecografía pélvica: Estas pueden ser transabdominales o vaginales. Mediante ondas sonoras se crean imágenes de los órganos reproductores femeninos. Son útiles en la detección de quistes, fibromas u otros problemas anatómicos. Se recomienda realizarlo cada 1 a 3 años según la necesidad de seguimiento.
- Exámenes de ITS: Es esencial realizar cada año pruebas de sangre, orina y cultivos para detectar infecciones como clamidia, gonorrea, sífilis y VIH, incluso si no se tienen múltiples parejas sexuales. Si es así el caso, es necesario repetirlo cada 3 meses. En caso de sospechar un contagio, especialmente de VIH, es necesario esperar más de un mes luego del posible momento de infección.
- Examen pélvico: El profesional de la salud introducirá uno o dos dedos dentro de la vagina mientras con la otra mano presiona la pelvis para palpar las estructuras reproductoras o movilizar algún fluido. Se realiza según la necesidad y seguimiento de alguna condición. En algunos casos el profesional no lo estimará necesario o debe ser firmado un consentimiento.
Es importante, para obtener resultado precisos:
- no estar con la menstruación
- evitar las duchas u otros productos vaginales no recetados
- no haber tenido relaciones sexuales vaginales en los últimos dos días
Las cosas no han cambiado mucho
“Los exámenes siguen siendo los mismos de hace mucho tiempo. Se han podido reducir los precios del PCR, pero siguen siendo caros. Por eso aún se parte con la examinación física. Las mejoras quizá están en los instrumentos con que se toman las muestra. Se dejó el algodón por instrumentos de plástico, que captan más tejido”, apunta Macarena Silva, experta en diseño de dispositivos médicos, que actualmente está trabajando en una auto-toma de testeo para el VPH.
Así, el mayor desarrollo está en evitar la visita al médico y utilizar kits de pruebas PAP y de VPH que se toman en casa. Esto es una gran ayuda para aquellas personas que viven en áreas rurales, tienen dificultades para acceder a servicios médicos o son reacias a visitar los centros de salud. Aunque no reemplazan completamente a los exámenes realizados en la consulta, aumentan las posibilidades de detectar tempranamente alguna anomalía.
Por otro lado, los exámenes para ITS han mejorado en precisión y rapidez, pudiendo tener resultado incluso en cuestión de horas. Con solo una muestra, ahora es posible detectar diversas infecciones. Además, las ecografías pélvicas han avanzado, permitiendo visiones más detalladas de los órganos reproductivos mediante tecnologías similares a las ecografías fetales en 3D y con movimientos fluidos.
En síntesis, los exámenes de rutina no solo detectan problemas existentes que pueden agravarse con el tiempo, sino que también son cruciales en la prevención. “Todos los esfuerzos deben ir hacia empatizar con la usuaria y llegar a soluciones que la acerquen a la detección temprana”, apunta Macarena. Mantén una comunicación abierta con tu profesional de la salud en caso de un síntoma o preocupación, no lo dejes pasar, después puede ser peor.
Por Carlos Diego Ibáñez
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