- Los opioides, productos químicos derivados de la planta de la amapola, son altamente efectivos para reducir el dolor agudo y sedar a pacientes críticos. La morfina es la más conocida, pero todas tienen un gran problema: la alta capacidad adictiva que tienen.
- En la búsqueda de medicamentos que permitan luchar contra el dolor más agudo, como en una operación grande, o en cáncer, se desarrollan opioides sintéticos como el fentanilo. Este medicamento, que es 100 veces más potente que la morfina, ha generado una crisis en el mundo ya que muchos pacientes que se hacen altamente adictos y, por otro lado, por su uso ilegal como droga recreativa.
- El fentanilo, droga sintética opioide, ha cobrado la vida de más de 70 mil personas en el 2021 por sobredosis sólo en Estados Unidos. Los pacientes aumentan sus dosis si no son supervisados y en las calles se está agregando microdosis de fentanilo a otras drogas para aumentar su efecto y adicción, generando un grave problema sanitario mundial.
El alivio del dolor es un derecho del ser humano y una tarea importante de los profesionales de la salud para muchos expertos. Eso puede significar tener que recurrir al uso de medicamentos con un poder sin igual para reducir el sufrimiento, pero en muchas ocasiones tiene un costo añadido: la adicción. Este es el caso del fentanilo, un medicamento 100 veces más potente que la morfina, que en muy pequeñas dosis podría ayudar a pacientes terminales a tener un alivio paliativo. Pero se está prescribiendo cada vez más y ha llegado a las calles, siendo usado de manera recreativa por algunas personas, lo que ha generado una grave crisis en los Estados Unidos y otros países del mundo.
Manejar el dolor debe ser acompañado
El dolor puede llegar a ser absolutamente discapacitante; especialmente si es crónico. Esta situación insta a los investigadores a lograr encontrar formas de combatirlo, pero no siempre es posible encontrar un medicamento que no tenga efectos negativos (como te comentamos en un artículo anterior). Hasta ahora en los casos más extremos de dolor, bien puntuales o crónicos, se recurre principalmente a los opioides al no existir aún una mejor alternativa:
- De acuerdo a la Universidad Federal de Sao Paulo los opioides son productos químicos que derivan de un líquido extraído de la amapola llamado opio. El cual se ha usado por siglos por las culturas debido a sus propiedades analgésicas y adormecedoras.
- Con el tiempo los científicos han podido concentrar y sintetizar en el laboratorio muchos opioides que tienen un efecto más potente y que pueden actuar incluso en menos de un minuto. Con mayor intensidad es posible manejar mejor las dosis y los tipos de aplicación.
- La morfina es el opioide más conocido, el cual debe su nombre al dios griego del sueño Morfeo. Desde este medicamento se creo la heroína, una droga recreativa que, al igual que todos los opioides, es altamente adictiva.
Es por esto que los opioides en sus variadas formas son indispensables en la práctica médica para dar un respiro a pacientes con una necesidad urgente de mejora en su calidad de vida. Pero, se ha usado cada vez más con un fin recreativo o en dosis no controladas luego de un tratamiento contra el dolor, lo que enfrenta a millones de personas a librar una batalla personal contra la adicción, que por desgracia muchas veces se pierde.
Fentanilo, una crisis mayor
“El fentanilo fue desarrollado en los 60´s buscando tener un opioide más potente. Lo que obtuvo fue un producto 100 veces más potente que la morfina y 50 veces más que la heroína. Se puede administrar de diversas formas desde parches, intravenoso, en spray nasal e incluso por vía oral, permitiendo diversificar el tipo de manejo del dolor. Pero desde el 2013 se ha visto un aumento de muerte por sobredosis, al ser mal recetado o usado como droga recreativa”, indica el Dr. Theodore Stanley, de la Universidad de Utah.
Para el año 2021 el Centro del Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos cifró en casi 71 mil muertes por sobredosis de opioides sintéticos, haciéndolo 23 veces más mortal que lo que era en 2013.
¿Dónde está la crisis? Para los expertos se puede reconocer desde dos aristas:
- El fentanilo es recetado como medicamento contra el dolor agudo, pero no se les informa de su nivel de adicción, o las dosis se administran mal. Ese fue el caso de Albert Puñet, un español quien le contó al diario la Vanguardia que, luego de un accidente automovilístico, le diagnosticaron el fentanilo sin contarle el grado de adicción que produce, llevando a que lo usara desmedidamente; en sus palabras “esto solo debería darse a enfermos terminales”.
- En el uso recreativo, se ha hecho común agregar una pequeña cantidad en otras drogas ilícitas; principalmente con el fin de aumentar la adicción y el efecto que produce. O simplemente se busca tener una droga más potente, como lo comenta un consumidor de fentanilo, Trevor Pearso, quien al ser entrevistado en las calles de San Francisco señaló que “nunca he visto algo así. Gente común en su camino a trabajar, paran hablan conmigo, consumen un poco y se van de su vida; no que se vayan a su casa, dejan su vida, se quedan con nosotros”.
En las calles se le conoce como apache, china girl o china White ( al asociarse con su producción en China), Dance Fever, goodfella, jackpot, murder 8, TNT o Tango and crash.
¿Es posible revertirlo?
De acuerdo a la evidencia, el naloxona es un medicamento de emergencia que puede ser administrado al momento de reconocer signos de sobredosis. Mientras que, por otro lado, se ha buscado formas para recuperar a personas que son adictas a los opiáceos:
- Medicamentos actuales que, acompañado de un tratamiento de rehabilitación, es posible recuperar la vida anterior.
- Prescripción de opioides con menor efecto, hasta lograr cada vez dosis más bajas.
- Con el uso de biotecnología se ha avanzado principalmente en modelos animales para obtener nuevos medicamentos efectivos en los opiáceos más fuertes.
Si notas signos de adicción, o sabes de alguien que fue recetado con un opioide y mantiene su consumo, es clave que consultes con un médico con el fin de ayudarle o ayudarte. La batalla no debe ser peleada en soledad, la crisis de los opioides debe ser hablada en público para que podamos, como sociedad, ayudarnos.
Por Carlos Diego Ibáñez
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