El frío, el viento y la humedad pueden afectar la salud auditiva, especialmente en niños. El cuidado del oído es esencial para prevenir infecciones como la otitis media aguda. Según la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC), el 90 % de la población infantil sufre al menos un episodio de otitis antes de cumplir los cinco años. Estas cifras alertan sobre la necesidad de tomar medidas preventivas para evitar complicaciones auditivas a largo plazo. Mantener los oídos secos, evitar cambios bruscos de temperatura y tratar los resfriados a tiempo son claves para proteger la audición.
Por qué el frío afecta los oídos
Las bajas temperaturas y la mayor incidencia de resfriados generan un ambiente propicio para infecciones en el oído medio. El frío y las lluvias multiplican los casos debido al mayor riesgo de catarros. Estas infecciones respiratorias generan una acumulación de mucosidad en nariz y garganta que puede obstruir la trompa de Eustaquio, permitiendo la proliferación de bacterias en el oído medio.
El doctor Javier Cervera, miembro de la Comisión de Otorrinolaringología Pediátrica de la SEORL, explica que “la otitis media aguda (OMA) es un proceso inflamatorio que afecta al oído medio, cuya causa más frecuente es la infección de la vía aérea superior. Es uno de los problemas más habituales en los niños debido a que su trompa de Eustaquio es más ancha, corta y horizontal que en los adultos, por lo que su mecanismo de apertura es menos eficiente y facilita la llegada de gérmenes desde la nariz”.
Edad de mayor riesgo
El periodo de mayor incidencia de infecciones de oído ocurre entre los 6 y 18 meses de vida, coincidiendo con una etapa clave en el desarrollo del lenguaje. Si un niño no oye bien durante este tiempo, puede tener dificultades para aprender a hablar y leer. Por eso, prevenir y tratar a tiempo estas infecciones es fundamental para su desarrollo.
Cinco claves para el cuidado del oído
1. Evitar resfriados y catarros
El mejor método de prevención es reducir el riesgo de infecciones respiratorias, ya que estas son la causa más común de otitis. El Dr. Cervera recomienda “seguir medidas higiénicas y ambientales que eviten las circunstancias que favorecen su aparición, como los catarros”.
2. Proteger los oídos del frío
El uso de bufandas y orejeras ayuda a evitar cambios bruscos de temperatura y protege los oídos del viento y la humedad. Esto reduce el riesgo de infecciones.
3. Mantener una buena higiene auditiva
El uso de difusores de agua marina es recomendable para mantener los oídos limpios. Se deben evitar los bastoncillos, ya que pueden empujar la cera hacia dentro y favorecer la acumulación de bacterias.
4. Secar bien los oídos tras la ducha o la lluvia
La humedad crea un ambiente ideal para la proliferación de bacterias. Se recomienda secar los oídos con una toalla suave o inclinar la cabeza para ayudar a expulsar el agua retenida.
5. Controlar el uso de antibióticos
El Dr. Cervera señala que “en el 80 % de los casos la otitis media aguda tiene una curación espontánea”, por lo que no siempre es necesario recurrir a antibióticos. El empleo excesivo e indiscriminado de antibióticos puede causar resistencias.
¿Cómo saber si un niño tiene una infección de oído?
Los síntomas más comunes incluyen:
- Dolor de oído constante
- Fiebre
- Pérdida de audición temporal
- Irritabilidad y llanto frecuente en bebés
- Secreción amarillenta o blanca del oído
Si un niño presenta estos síntomas, es importante acudir al pediatra para evitar complicaciones.
¿Cuándo la otitis puede volverse recurrente?
El Dr. Cervera explica que “la otitis media aguda se convierte en recurrente cuando el menor desarrolla tres o más episodios en seis meses, o cinco o más en un año”. Este problema suele preocupar mucho a los padres porque puede estar asociado a una mayor predisposición a infecciones frecuentes.
Los factores que aumentan la probabilidad de otitis recurrente incluyen:
- Tener hermanos con historial de otitis
- Asistir a guarderías
- Ser fumador pasivo
- Lactancia artificial en vez de materna
El cuidado del oído es fundamental para prevenir infecciones como la otitis media aguda, especialmente en niños. La clave está en mantener los oídos secos, evitar la exposición a cambios bruscos de temperatura y tratar los resfriados a tiempo. Además, en casos de otitis recurrente, la consulta con un especialista es esencial para evitar problemas auditivos a largo plazo.
Preguntas frecuentes
¿Es peligroso usar bastoncillos para limpiar los oídos?
Sí, los bastoncillos pueden empujar la cera hacia el interior del canal auditivo, favoreciendo la acumulación de bacterias. Es mejor optar por difusores de agua marina.
¿Qué hacer si un niño tiene agua en el oído después de la ducha?
Se recomienda inclinar la cabeza hacia un lado y secar suavemente con una toalla. Si el agua no sale, se pueden usar gotas específicas recomendadas por el médico.
¿Los resfriados pueden causar infecciones de oído?
Sí, el exceso de mucosidad puede bloquear la trompa de Eustaquio y favorecer infecciones en el oído medio.
¿El frío puede causar pérdida de audición?
No directamente, pero las infecciones recurrentes no tratadas pueden afectar la audición a largo plazo.
¿Cómo evitar la otitis en bebés?
Mantenerlos bien abrigados, tratar los resfriados a tiempo y evitar la exposición al humo del tabaco son medidas clave.
¿Es recomendable usar tapones para el frío?
Sí, en climas muy fríos los tapones pueden ayudar a proteger los oídos del viento y la humedad.
Por Carlos Diego Ibáñez
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