Durante los meses, e incluso años, de un tratamiento de ortodoncia para corregir cualquier imperfección o problema con los dientes, es sumamente importante que tanto los niños como los adultos presten mucha más atención al cepillado y a la limpieza, para proteger la salud de sus dientes y de las encías.
Pocas personas tienen la suerte de nacer con una sonrisa perfecta: una dentadura blanca y pareja, como la de los artistas. Esa sonrisa ideal ya no tiene que ser solamente un sueño y para lograrlo, afortunadamente existe la ortodoncia, la rama de la odontología que se encarga del diagnóstico, la prevención y el tratamiento de las anormalidades de los dientes y de la cara. El ortodoncista puede ayudar, tanto a los niños como a los adultos enderezando los dientes torcidos, disminuyendo el espacio entre los dientes muy separados o por el contrario, separando los dientes muy apretados y superpuestos entre sí. Además, puede solucionar problemas con la mordida y alinear adecuadamente los dientes y los labios. El resultado no solamente tiene un efecto estético agradable, sino que igualmente ayuda a que la boca, como estructura y conjunto funcione mejor.
Los tratamientos generalmente incluyen el uso de alambres y frenillos metálicos (frenos o braces) y éstos, inevitablemente, facilitan la acumulación de residuos de alimentos después de las comidas. Si esos residuos no se eliminan de forma adecuada, las bacterias comienzan a proliferar, la placa bacteriana se acumula y aumenta el riesgo de que se desarrollen caries y enfermedad en las encías.
Por eso los ortodoncistas hacen tanto hincapié en que sus pacientes mantengan buenos hábitos de limpieza bucal y les enseñan la importancia de cepillarse bien los dientes y usar el hilo dental aunque la boca esté cubierta de alambres y metales.
Por supuesto que los “instrumentos” de limpieza son muy importantes. Generalmente, el cepillo dental regular resulta insuficiente. Es mejor utilizar un cepillo ortodóntico con un cabezal en ángulo que te permita limpiar entre diente y diente y hasta dar un ligero masaje a las encías.
El cepillo más eficiente para eliminar la placa es el eléctrico con el cabezal ortodóntico, según confirma un estudio publicado en la edición de junio en el American Journal of Orthodontics and Dentofacial Orthopedics, ya que su cabezal en ángulo permite un mejor acceso a lugares de la boca en que es difícil de llegar con el cepillo regular. Este tipo de cepillo no está al alcance de todos los bolsillos. En ese caso, es importante hacer un mayor esfuerzo con el cepillo regular, frotando cada diente durante 10 segundos para garantizar una limpieza a fondo.
El ortodoncista te recomendará además, pasar el hilo dental a diario, usar una pasta enriquecida con fluoruro para mayor protección del esmalte, así como usar un enjuague bucal para eliminar las bacterias. Es importante consultar qué tipo de enjuague te conviene. Hay algunos muy fuertes que manchan los dientes o perjudican el esmalte con el uso continuado, así que infórmate para evitar esos efectos secundarios.
También es importante llevar una dieta adecuada durante el tratamiento. Evita comer alimentos pegajosos o duros (como caramelos), o frutos secos que puedan incrustarse en los frenillos o incluso partirlos. Deben evitarse además, alimentos o bebidas que puedan manchar los dientes, así que mucho cuidado con los refrescos (las sodas), el té y el café.
Si tienes cualquier duda acerca de lo que debes evitar en tu alimentación, consulta con tu ortodoncista. Si es necesario, practica durante la visita el mejor modo de pasar el hilo dental y de usar el cepillo ortodóntico. El tratamiento de ortodoncia tiene un periodo limitado, vale la pena que cuides tus dientes y tus encías con esmero durante este tiempo para evitar caries y para que luzcas una bella sonrisa al finalizar del tratamiento.
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