“El cerebro es la estructura más compleja del universo conocido”, subraya el doctor Jesús Porta-Etessam, vicepresidente de la Sociedad Española de Neurología. Pesa menos de dos kilos, representado solo el 2% del peso corporal y está compuesto en su mayoría (73%) por agua. Pero es el órgano fundamental que nos hace humanos.
El 22 julio se conmemora el Día Mundial del Cerebro para concienciar a la población, porque las enfermedades cerebrales son la primera causa de discapacidad a nivel mundial y la segunda en mortalidad, tras las enfermedades cardiovasculares.
Las principales enfermedades del cerebro son:
- Los ataques cerebrovasculares, como el ictus
- Las enfermedades neurodegenerativas, como el Párkinson o el Alzheimer y otras demencias
- La epilepsia
- Dolores de cabeza severos, como la migraña
- La esclerosis múltiple y la esclerosis lateral amiotrófica (ELA)
“Muchas de estas enfermedades pueden prevenirse, teniendo conductas ‘cerebrosaludables’ para disminuir, en lo posible, los factores de riesgo en demencia”, añade el doctor, que recuerda que diferentes estudios han mostrado grandes reducciones del riesgo al:
- Realizar ejercicio moderado de manera regular y evitar el sedentarismo
- Vigilar la hipertensión y la diabetes
- Evitar fumar y beber
- Evitar lugares contaminados
En cuanto al ictus -más comúnmente conocido como infarto cerebral o embolia- realizar controles periódicos de diabetes, hipertensión y las arritmias del corazón puede ayudar a prescribir un tratamiento precoz “y así evitar esta enfermedad tan devastadora. La contaminación ambiental también juega un papel, por lo que debe evitarse.”.
La migraña es una de las principales causas de discapacidad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). “Tiene un gran impacto en el día a día. Y, teniendo unos hábitos adecuados y evitando la automedicación, podemos lograr que los pacientes tengan una forma episódica y no se les cronifique el dolor de cabeza”, subraya.
Empezar desde niños
La prevención y el cuidado deben comenzar desde la infancia, adquiriendo hábitos saludables que disminuyen el riesgo de demencia -especialmente Alzheimer- e ictus y, en algunos pacientes con migraña, reducen el número de crisis. Uno de los principales hábitos saludables es una buena alimentación basada en:
- Evitar productos precocinados y bebidas azucaradas
- Comer fruta y verdura a diario
- Comer pescado, frutos secos y legumbres
- Limitar el consumo de carne y embutidos
- Cocinar con aceite de oliva o de canola
- Reducir las cantidades de azúcar, sal y harinas
- Hidratarse con frecuencia
Los factores del sueño juegan un papel muy importante en muchas enfermedades neurológicas. Por ejemplo, en la epilepsia, los pacientes deben tener un sueño regular para evitar la aparición de crisis. “Un sueño adecuado no se mide por horas, se mide por el descanso: si, durante el día, el paciente no tiene sueño y se encuentra bien, es que ha dormido adecuadamente. Y, si tiene somnolencia aunque haya dormido 12 horas, hay que estudiarlo, porque probablemente tiene un problema en el sueño”, explica Porta-Etessam.
“También es absolutamente fundamental tener el cerebro activo: leer libros, aprender un idioma, un instrumento musical, ir a una tertulia o a ver a los amigos, realizar crucigramas o sudokus… Cada persona debe escoger la actividad que más le cuadre. La socialización es muy importante: con la pandemia, hemos visto que las personas mayores que estaban solas han perdido cognición”, resume.
Por Javier Granda Revilla
© 2022 Hispanic Information and Telecommunications Network, Inc (HITN). All rights reserved.
Imagen: ©Shutterstock / Triff