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  • El cuerpo produce una hormona de manera natural, la melatonina, que regula nuestro reloj interno y es la responsable de que nos entre el sueño por la noche, y que puede verse alterada por los cambios en la luz del día
  • El aumento de las temperaturas también puede ocasionar que nos cueste más conciliar el sueño por las noches, haciendo que sea más fácil que podamos desvelarnos
  • Algunos consejos para poder dormir mejor son cenar de manera ligera, evitar hacer ejercicio intenso a última hora del día o conseguir una temperatura fresca para nuestra habitación

Con la llegada del verano en algunas zonas del planeta aumenta la temperatura, a veces de forma importante, y también se producen cambios en las horas de luz, aumentando también. Estas dos condiciones pueden acabar afectando a nuestro sueño y hacer que, durante el día, nos notemos más cansados sintiendo que no hemos podido conseguir un verdadero sueño reparador ¿Quieres saber por qué? Ahora mismo te lo explicamos.

La luz es el principal factor que regula la producción de una hormona que se conoce como melatonina, la cual se encarga de regular nuestros ritmos circadianos. Estos son el reloj interno que todos tenemos y que regulan cosas como cuándo tienes hambre o cuándo tu cuerpo está más activo. Y sí, también cuándo te despiertas o cuándo tienes sueño. De esta forma, cuando se hace de noche y está oscuro, tu cuerpo produce esta hormona que te ayuda a sentir sueño. Por la mañana, cuando hay luz, se reduce la melatonina y esto hace que te despiertes y te sientas alerta.

En verano, al tener más horas de sol, los niveles normales de producción de esta hormona suelen disminuir, ocasionando que nos cueste más poder dormir y que sean incluso frecuentes los episodios de desvelo.

Otro factor que influye en que no podamos dormir de forma adecuada es el calor, que impide que nuestra temperatura corporal disminuya. Y a esto se suma que si tienes más de 40 años, las probabilidades de tener un peor descanso son mayores, porque la capacidad de producir melatonina de nuestro cuerpo es cada vez menor a medida que envejecemos.

¿Qué podemos hacer para dormir mejor?

Los expertos nos dicen que hay algunas cosas que podemos hacer si queremos dormir mejor:

  • Evitar la luz artificial de las pantallas justo antes de ir a dormir. La luz azul que emiten los teléfonos, tablets y computadoras puede interferir con la producción de melatonina. Trata de evitar el uso de dispositivos electrónicos al menos una hora antes de acostarte para ayudar a tu cuerpo a prepararse para dormir.
  • Mantener un horario regular de sueño. Intenta acostarte y levantarte a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. Esto ayuda a regular tu reloj interno y facilita conciliar el sueño y despertar con más facilidad.
  • Evitar el consumo de cafeína. La cafeína, que se encuentra en el café, el té, los refrescos y el chocolate, puede interferir con tu capacidad para conciliar el sueño, incluso si la consumes horas antes de acostarte.

¿Qué pasa en el verano?

A pesar de estas recomendaciones, puede pasar haya momentos del año en que nos cueste más dormir. “En épocas como el verano puede ser especialmente útil incorporar a nuestra dieta suplementos alimenticios que incluya precisamente la melatonina, que ayuda a la disminución del tiempo necesario para conciliar el sueño”, explica el Dr. Jacinto Valverde, jefe del servicio de Medicina Interna en el Hospital Beata Mª Ana de Jesús de Madrid, en España.

Así mismo, el verano es la estación de año en la que más se altera la rutina diaria y de sueño, debido al aumento de las temperaturas y los cambios de actividad. Pasamos más tiempo fuera de casa y se realizan planes hasta más tarde, lo que puede afectar tanto a nuestros hábitos de sueño como al estado de ánimo en general.

“Dormir bien es esencial para un rendimiento óptimo durante el día. De lo contrario, podemos notar mayor cansancio, irritación, falta de atención o poca productividad”, apunta el Dr. Valverde. “En el caso de que nos sintamos así, además de vigilar nuestros hábitos saludables, como una dieta equilibrada, podemos sumar una ayuda natural como combinados de vitaminas y extractos de plantas que ayudan a la relajación y que nos ayuden a estar más tranquilos durante el día, y lo más importante, cuando se acerca la hora de dormir”, añade el especialista.

El Dr. Jacinto Valverde nos comparte además cinco recomendaciones finales que podemos poner en práctica para un descanso reparador en verano:

  1. Lo principal es procurar mantener un horario regular de comida, sueño y ejercicio.
  2. En la medida de lo posible, no tomar siestas a última hora del día, ya que puede interferir en el momento de acostarnos por la noche.
  3. Evitar hacer ejercicio intenso a partir de las 18 horas, ya que eso elevará la temperatura corporal y será más difícil bajarla para dormir.
  4. A la hora de cenar, optar por recetas ligeras para facilitar la digestión, dejando de lado las comida copiosas y, por supuesto, el alcohol.
  5. Para el calor nocturno, es imprescindible crear un ambiente favorable en la habitación, asegurándonos que esté oscura y la temperatura sea fresca, entre 18 y 22 grados centígrados. Además, usar ropa de un material transpirable como el algodón y darse una ducha con agua tibia antes de dormir, también puede ser de gran ayuda.

Por Miguel Ramudo
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