El cáncer colorrectal (de colon y/o recto) es una de las causas principales de muerte por cáncer. Pero, cuando se detecta a tiempo, puede ser completamente curable. Afortunadamente, existen pruebas de detección que pueden identificar pólipos o lesiones en el colon (el intestino grueso) en una fase temprana.
Estas pruebas incluyen la colonoscopia, la colonoscopia virtual, la prueba de sangre oculta en heces y la sigmoidoscopia flexible con enema de bario. Actualmente, la colonoscopia es la prueba más utilizada, ya que permite extirpar los pólipos antes de que se conviertan en cáncer.
Se recomienda que te hagas la primera colonoscopia a los 50 años y más temprano si tienes antecedentes familiares de cáncer colorrectal. Se debe repetir cada 5 años, a menos de que se detecten pólipos, en cual caso deberán ser más frecuentes.
¡Hazte la prueba! Podría salvar tu vida.
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