A la hora de amamantar, las mujeres con diabetes pueden tener problemas para producir leche y pueden tener bajas repentinas en su nivel de azúcar en la sangre. Sin embargo, la lactancia es buena para la mamá y para el bebé. Por eso, aquí te damos algunas recomendaciones para amamantar cuando tienes diabetes y evitar algunos contratiempos.
Los beneficios de la lactancia tanto para el bebé como para la mamá son múltiples y comprobados, por eso la sugerencia es que siempre intentes darles leche materna a tus niños, a menos de que existan problemas de salud que te impidan hacerlo, como infecciones por VIH, herpes, tuberculosis u otra situación que te indique tu médico.
Cuando la mamá tiene diabetes, ¿es seguro que le de leche materna a sus bebés? La respuesta a esta pregunta es ¡sí, definitivamente sí! Algunos estudios sugieren, incluso, que luego del embarazo y el parto las mujeres con diabetes necesitan menos insulina que antes. Y, como mencioné anteriormente, los beneficios tanto para la madre como para el bebé son notorios.
Pero las mamás con diabetes pueden tardar en producir leche o producir menos cantidad que quienes no padecen esa enfermedad. Del mismo modo, pueden tener episodios en que baje el nivel de glucosa (de azúcar) al amamantar. Estas complicaciones hacen que muchas mujeres abandonen la lactancia o se queden en el intento, pero ya hemos visto las ventajas que podrían obtener, por eso es muy importante promover la lactancia en las mujeres con diabetes.
Al respecto, la Asociación Americana de la Diabetes (American Diabetes Association en Estados Unidos) recomienda seguir estas recomendaciones para evitar que el nivel de azúcar en la sangre baje bruscamente cuando se da el pecho:
- Siempre come un bocadillo antes o mientras estás dando el pecho a tu bebé.
- Bebe un vaso de agua o alguna bebida descafeinada mientras estas dando de mamar.
- Antes de dar de mamar, asegúrate de que tienes algún bocadillo o la medicación cerca, por si acaso tu nivel de azúcar en la sangre disminuye mucho.
- Controla tu dieta con el especialista que te está atendiendo, para asegurarte de que tus comidas tienen las calorías que necesitas durante el periodo de la lactancia (deben ser suficientes).
La dieta es importante en todas las mujeres que están dando pecho, aún en quienes no tienen diabetes, ya que los nutrientes de los alimentos pueden pasar a la leche materna que luego ingiere el bebé. Por eso, por ejemplo, no se recomienda que quienes estén dándoles el pecho a sus hijos consuman alimentos picantes.
Durante el embarazo, el cuerpo almacena más nutrientes y grasas, para que la mamá esté preparada cuando llegue el momento de amamantar a su bebé, y una vez que eso ocurra necesitará recibir más alimentos y nutrientes de lo normal para suplir la producción de leche.
Por eso, cuando estés amamantando es aconsejable:
- Que lleves una dieta variada y bien balanceada. (El tomar suplementos de vitaminas y minerales no es un sustituto de una alimentación sana, probablemente tu médico te recomiende que continúes con tu vitamina prenatal, pero consulta con tu médico con respecto a tomar cualquier otra cosa, recuerda que puede pasar a la leche que tu bebé tome y le puede perjudicar).
- Que consumas frutas, verduras, panes y cereales integrales, productos lácteos ricos en calcio y alimentos ricos en proteína (tales como carnes, pescados y legumbres).
- Que te asegures de que recibes la cantidad de calorías y calcio que necesitas diariamente.
- Que evites los alimentos que le producen molestias al bebé. Te darás cuenta de esto porque lo veras inquieto o con sarpullido (erupción en la piel), diarrea o congestión después de que come. Si eso le ocurre a tu niño, asegúrate de decírselo al pediatra que lo atiende ya que puede estar indicando que tiene intolerancia o alergia a algún alimento.
- Que bebas por lo menos 8 vasos de líquidos todos los días, como agua, leche, jugo o sopa.
- Que evites el alcohol y el tabaco y que limites la cantidad de cafeína que ingieres. En general puedes tomar una o dos tazas de café al día pero, a veces, esto inquieta al bebé y le causa problemas para dormir.
Si tienes diabetes, seguramente el médico que te está atendiendo ya te habrá indicado qué cuidados particulares tomar con tu dieta durante este período tan hermoso que es la maternidad. Asimismo, debe haberte indicado qué medicamentos son apropiados y en qué dosis, tanto durante el embarazo como durante la lactancia.
Al igual que los nutrientes de los alimentos, los medicamentos también pueden pasar a la leche que toma el bebé. No dejes de tomar ningún medicamento que te recete tu médico, pero es importante que siempre consultes con él o ella antes de tomar medicinas durante todo el embarazo y durante la lactancia. Ten en cuenta que los medicamentos que eran seguros durante el embarazo pueden no serlo mientras estás dando pecho Y es importante que consultes con tu médico acerca de las medicinas que se venden sin receta, de las vitaminas, los suplementos y las hierbas también.
Además, si tienes diabetes, tu caso es especial porque posiblemente necesites tomar medicinas diariamente. Asesorarte para que el médico que te atiende pueda indicarte cuál es el tratamiento más apropiado para ti, para que mantengas tu diabetes controlada y para que tú y tu bebé puedan mantenerse fuertes y sanos, y puedan disfrutar del inicio de esta maravillosa relación entre madre e hijo(a) empezando con la lactancia.
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