El control de la diabetes es esencial para evitar las complicaciones que pueden ser graves. Existen diferentes tipos de diabetes. Si padeces de esta enfermedad, en esta serie de artículos encontrarás una descripción breve de los diferentes tipos de diabetes, y de su tratamiento. Haz clic en los enlaces dentro de los artículos para ver información más detallada. En esta primera parte me refiero a la diabetes tipo 1.
Hay tres tipos de diabetes: diabetes tipo 1, diabetes tipo 2 y diabetes gestacional. Cualquiera que sea el tipo que tengas, hay un tratamiento para controlarla y para mantener el azúcar en tu sangre en un rango cercano a lo normal.
Tratamiento: Si padeces de diabetes tipo 1, tu cuerpo no puede producir la insulina, que es la hormona que necesitamos para utilizar los alimentos y procesar la glucosa (el azúcar) que es lo que nos da la energía para funcionar.
La meta del tratamiento es proporcionar la insulina que requieres no sólo para tratar de mantener el nivel de la glucosa en la sangre cerca de lo normal, sino porque si padeces de diabetes tipo 1 y no recibes insulina, podrías entrar en coma diabético (una complicación severa que incluso puede causar la muerte) en cuestión de 24 a 48 horas. Por eso la diabetes tipo 1 antes se llamaba diabetes insulino-dependiente.
Si no controlas la diabetes tipo 1 a largo plazo, se te pueden presentar complicaciones que incluyen daño en los vasos arteriales (en los ojos, en los riñones, en el corazón) puede haber daño en las terminaciones nerviosas o los nervios, y el resultado puede ser: un ataque al corazón, un accidente cerebrovascular, insuficiencia renal, enfermedad arterial periférica y amputación, ceguera, entre otros. El tratamiento para controlarla la diabetes tipo 1 incluye varios factores:
Insulina: La necesitas a diario por medio de inyecciones, que tú mismo puedes aplicarte. Según la severidad de tu diabetes, necesitarás la insulina entre una y cuatro veces al día, y la cantidad varía de acuerdo con factores como enfermedades que se presenten, la cantidad de ejercicio que hagas, si estás de viaje y además, la cantidad y el tipo de alimentos que ingieras. Es importante que te chequees regularmente el nivel de glucosa en la sangre para asegurarte de que te aplicas la cantidad de insulina que necesitas.
Dieta: Mucha gente cree que existen dietas especiales para diabéticos. En realidad, las personas con diabetes, aunque deben de aprender a estar más conscientes de la cantidad de carbohidratos que comen y deben de comer en horarios regulares, pueden comer lo que se recomienda que comamos todos. Alimentos bajos en grasa, altos en fibra (frutas, vegetales, granos integrales) y limitar los productos animales, los azúcares refinados (las golosinas y el pan blanco por ejemplo) y no abusar la sal.Pero puede ser muy sabrosa. Hay muchas hierbas y especias permitidas con las que puedes condimentar tu comida. Deja volar tu imaginación. Hay muchos libros de cocina para diabéticos (nosotros tenemos recetas también).Es conveniente cuando se establece el diagnóstico consultar con un dietista certificado o un nutricionista calificado para que te oriente.
Ejercicio: La actividad física es muy importante para todos y esto incluye a los diabéticos. Idealmente, se debe realizar diariamente. Habla con tu médico para que te asegúrese no hay ninguna restricción en cuanto al ejercicio que puedes hacer. Recuerda que los músculos gastan energía y utilizan azúcar así que tu requerimiento de insulina puede variar dependiendo del ejercicio que hagas. El ejercicio ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre pero ten precaución para evitar la hipoglucemia.
Medicamentos: El doctor podría recetarte otros medicamentos para proteger tus riñones, controlar tu colesterol, controlar tu presión arterial y/o complicaciones de la diabetes. Si te los receta, tómalos todos los días sin falta.
Los tres tipos de diabetes pueden controlarse, siempre que sigas al pie de la letra las indicaciones de tu médico. Es importante que lleves tu dieta correctamente (y recuerda que no tiene que ser desabrida), y que procures hacer el ejercicio necesario para lograr y conservar un peso sano. No dejes de tomar los medicamentos ni de usar la insulina (si te lo indica tu doctor) aunque te sientas bien. La diabetes es una enfermedad peligrosa si no la controlas. Pero, afortunadamente, si la controlas puedes prevenir o retrasar las complicaciones y puedes tener una vida larga y feliz.
Actualización de una serie de artículos originalmente publicada en el 2013.
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