Más de 422 millones de personas en el mundo tienen diabetes, una enfermedad que se caracteriza por el exceso de glucosa en sangre y que, si bien frecuentemente no da síntomas, con el tiempo puede dañar distintos órganos y funciones del cuerpo como la vista, el aparato circulatorio, los riñones y el sistema nervioso. Entre los diferentes medicamentos que existen para controlarla, la denominada metformina parece ser de las más efectivas.
María Marta vino a verme al consultorio preocupada por mantener a raya sus niveles de azúcar en la sangre. Me comentó que había visto sufrir mucho a su mamá a causa de la diabetes, una enfermedad, según me dijo, “silenciosa y traicionera”. ¡Y cuánta razón tiene! Porque así puede ser la diabetes tipo 2 — como la que tenía su madre, y que ahora también ella.
La diabetes tipo 2 es una condición que se caracteriza por tener elevado el nivel de glucosa (o azúcar) en la sangre debido a que el organismo (el páncreas) no produce suficiente insulina o, se tiene resistencia a la insulina que se produce (o sea que las células no responden adecuadamente a ella). Muchas personas pueden no tener síntomas, especialmente al principio. Sin embargo, si no se mantiene bajo control, va dañando lentamente otros órganos del cuerpo, como: la vista, el corazón, la circulación de la sangre y el funcionamiento de los riñones, y hasta puede poner en riesgo la vida misma de las personas.
Por eso, la diabetes es una de las condiciones de salud más preocupantes en la actualidad, ya que se asocia con la obesidad, el sedentarismo y, en general, con el ritmo de vida de la sociedad moderna. ¡Imagínate que según la Organización Mundial de la Salud, hay más de 346 millones de personas con diabetes en el mundo actualmente y se pronostica que las muertes causadas por esta enfermedad podrían duplicarse entre los años 2005 y 2030!
Lo bueno de esta situación es que para evitarla sólo basta con llevar una dieta y un estilo de vida saludables, que incluyan alimentos bajos en grasas, en azúcares e hidratos de carbono y hacer ejercicio regularmente. Incluso, esta es la primera indicación que te dará el médico si encuentra que tienes diabetes: te recomendará que modifiques algunos hábitos que mejoren tu salud.
Sin embargo, la dieta y el ejercicio a veces no son suficientes. Por eso, es probable que junto con esa recomendación el médico te recete algún medicamento, como yo he hecho con Marta. Y entre todas las drogas que se usan para controlar la diabetes, la preferida para iniciar el tratamiento es la llamada Metformina.
Así lo sugieren las recomendaciones del Colegio Americano de Médicos (American College of Physicians, ACP), que fueron publicadas en la edición del 7 de febrero del 2012 de la revista Annals of Internal Medicine. En ellas se agrega que si la Metformina por sí sola no es suficiente para controlar los niveles de glucemia (de azúcar en la sangre), es conveniente combinarla con otro fármaco (otra medicina).
La metformina se ha estado usando en Europa desde hace muchos años y en Los Estados Unidos fue aprobada en 1995, ya que antes habían prohibido un medicamento similar llamado fenformina, que podía causar una condición que puede ser fatal, conocida como acidosis láctica.
¿Cómo actúa la metformina? Bloqueando la producción de glucosa (de azúcar) por el hígado, aumentando la sensibilidad de las células de los músculos a la insulina y reduciendo la cantidad de azúcar que capta el intestino. Aunque puede fallar la primera vez que se toma, es una medicina bastante efectiva, con pocos efectos secundarios, que no son serios, como molestias estomacales y pérdida de peso (que para muchos es un beneficio). Sin embargo, la metformina no se recomienda durante el embarazo ni cuando se tienen problemas del hígado, de los riñones o del corazón.
Para crear las nuevas recomendaciones sobre los tratamientos orales (tomados) para la diabetes, los inspectores observaron los datos de cada grupo de medicamentos por clase disponible (actualmente son once clases, según la Administración de Alimentos y Medicamentos de Los Estados Unidos conocida como FDA), para evaluar qué tan eficaz era en la reducción de la glucemia (azúcar en la sangre), el colesterol y el peso.
Así encontraron que la metformina (que en Los Estados Unidos se vende bajo la marca comercial Glucophage o, en combinación con otras medicinas, Glucovance y Avandamet ) era el más eficaz en el control de la glucemia a largo plazo. Además, pareció ser el fármaco más efectivo para reducir los niveles de colesterol malo y el más eficaz en la prevención de la mortalidad por todas las causas, incluyendo la enfermedad cardiaca.
Si bien los profesionales de la ACP recomiendan que los pacientes modifiquen su estilo de vida antes de comenzar a tomar metformina, esta indicación ha generado un debate entre los especialistas ya que, algunos prefieren comenzar cuanto antes con un tratamiento con medicamentos (es que todos sabemos lo difícil que puede resultar cambiar los hábitos).
En conclusión: lo ideal sería cambiar el estilo de vida para evitar que se desarrolle la diabetes tipo 2 y si ya la tienes, no te desanimes. Por el contrario, estés o no en tratamiento con metformina o alguna otra medicina, no dejes de incorporar alimentos saludables y una rutina de ejercicios semanal que te ayuden a combatir la diabetes, que puede ser silenciosa y traicionera.
Ultima revisión: 2017
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