El último jueves de noviembre se celebra en Estados Unidos “Thanksgiving” – el Día de Acción de Gracias, en el que la familia y las amistades se reúnen para agradecer tantas bendiciones que recibimos a diario con una gran cena. Muchos, sin duda, darán gracias por la vida y por la salud, y qué importante que así sea porque, ¿Qué podríamos hacer o disfrutar sin ellas? Para que todos tus invitados puedan saborear sin problemas los platos preparados con tanto esmero y cariño, te ofrecemos una serie de consejos fáciles y útiles para evitar precisamente la contaminación de esos alimentos. ¡Feliz Día de Acción de Gracias!
Como muchas de nuestras tradiciones más entrañables, esta fiesta en particular gira alrededor de la mesa. La mayoría servirá pavo, maíz, boniato (camote o batata) dulce, pasteles de calabaza, pero cualquier plato sabroso y preparado con amor, es válido. Lo importante es que alimenten al cuerpo y al espíritu y reúnan ciertos requisitos de seguridad. Con ayuda del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés), te traemos una serie de consejos para preparar y conservar los alimentos, que te serán útiles ahora y en cualquier época del año.
La limpieza es fundamental antes y después de preparar los alimentos
1. Lávate las manos con agua tibia y jabón y frota durante 20 segundos, antes de manipular los alimentos y al finalizar la preparación.
2. Lava con agua caliente jabonosa todas las áreas que hayan estado en contacto con los alimentos (platos, utensilios, tablas de cortar, y mostradores o encimeras).
3. Enjuaga cuidadosamente las frutas y los vegetales, idealmente, usa un cepillo o brocha para eliminar toda la tierra y la suciedad de las cáscaras.
4. No enjuagues ni la carne de res ni la carne de pollo crudas antes de cocinarlas, para evitar que las bacterias se diseminen por el fregadero o las encimeras (mostradores) de la cocina.
Separa para evitar la contaminación
5. Al guardar los alimentos en el refrigerador (nevera), o durante la preparación de las comidas, mantén los alimentos que se comerán crudos o sin cocinar (frutas, verduras, quesos, etc.), separados de los huevos, carne, pollo o mariscos crudos. Evita que éstos últimos estén en contacto con los utensilios que usarás para cortar o servir otros alimentos.
6. Ten mucho cuidado y no coloques las carne cocinada ni ningún otro alimento en un envase o plato en el que hayas guardado previamente los huevos, la carne, el pollo o los mariscos crudos.
La cocción adecuada evitará la propagación de bacterias
7. Usa un termómetro de cocina para asegurarte de que la carne, el pollo o el pescado se cocinen a una temperatura interna adecuada. En el caso del pavo, inserta el termómetro en la parte más profunda del muslo o del ala, o en la parte más gruesa de la pechuga. La temperatura adecuada para el pavo y para el relleno es de 165º F (74º C).
8. Si tienes que recalentar las sopas y/o las salsas, déjalas hervir durante unos segundos antes de usarlas y servirlas.
9. Cocina los huevos hasta que la clara y la yema estén firmes. Si preparas platos que requieran huevos crudos, como el eggnog o la crema de vie, usa huevos pasteurizados en su cáscara, claras o yemas de huevo líquidas pasteurizadas, o claras de huevo en polvo.
10. No comas la masa de las galletitas cruda (ni dejes a los niños que lo hagan), pues puede contener huevos crudos.
Refrigera y congela lo antes que puedas
11. Refrigera los sobrantes, incluyendo los postres, lo antes posible. Lo ideal es hacerlo antes de las dos horas después de servirlos.
12. Los sobrantes deben consumirse dentro de los próximos 3 o 4 días, a no ser que los congeles.
13. Revisa que la temperatura del refrigerador (nevera) esté en o por debajo de los 40º F (4.4º C) y el congelador a 0o F (-17.8º C).
14. Si necesitas descongelar los alimentos, hazlo en el refrigerador (nevera), nunca a la temperatura ambiente. Si descongelas los alimentos en agua fría, cocínalos en cuanto se terminen de descongelar.
El pavo es el protagonista del día y necesita sus cuidados especiales
16. Si planeas comprar pavo fresco, no lo hagas con demasiada anticipación. El pavo fresco y sin congelar no debe dejarse más de dos días en el refrigerador (nevera).
17. Si por el contrario, compras el pavo congelado, calcula el tiempo de descongelación que necesitarás. Cada 5 libras requieren 1 día de descongelación. Un pavo promedio de unas 20 libras tomará unos 4 días en descongelarse por completo. Para facilitar el proceso, retira el cuello y las entrañas del pavo. Déjalo en su envoltura original, colocado en una bandeja profunda para recoger los jugos que se vayan desprendiendo y bien alejado de otros alimentos en el refrigerador.
18. Ten presente que el pavo descongelado en el refrigerador debe cocinarse no más de cuatro días después.
19. Si necesitas descongelarlo en agua fría, asegúrate de que esté en la envoltura original y totalmente cubierto por el agua. Cambia el agua cada media hora. Usando este método necesitarás unos 30 minutos por cada libra de pavo.
20. Prepara el relleno el mismo día de la cocción y no rellenes el pavo hasta que esté listo para cocinarse.
Con unas cuantos cuidados, esta celebración que has preparado con tanto cariño resultará todo un éxito ¡y muy segura! Que todos en tu familia la disfruten con paz y mucha salud.
Copyright © 2020 Vida y Salud Media Group. Todos los Derechos Reservados.
Imagen: ©Shutterstock / Yuganov Konstantin